sábado, 17 de septiembre de 2011

SEPTIEMBRE, MES DE UNIDAD Y LUCHA CONTRA LOS OPRESORES

Corría el año 1502 y un 12 de Septiembre, para suerte o desgracia nuestra, Cristóbal Colon, refugiándose de una tormenta, doblaba la desembocadura del Río Coco en lo que llamaría después Cabo Gracias a Dios, evento que la historia recoge como “El Descubrimiento de Nicaragua”. Luego vendría la dolorosa conquista de nuestro país por parte de quienes, bajo la protección de la cruz y resguardados por la espada, someterían a la recién estrenada colonia española al saqueo de los recursos y al exterminio de los indígenas.
Fue Pedrarias Dávila, un asesino de marca mayor con el titulo de Gobernador de Castilla del Oro y las enfermedades traídas por los “descubridores”, quienes casi  acaban con la población indígena de entonces. A partir de su “descubrimiento”, la historia de nuestro país sería un constante ir y venir de luchas intestinas entre facciones políticas disputándose el poder, rebeliones de los perdedores en contra de los victoriosos, devenidos estos últimos en los tiranos de turno, turnándose a su vez por el derecho a saquear al país. Timbucos y Calandracas, Liberales y Cachurecos, Legitimistas y Democráticos, Conservadores y Liberales, Somocistas - Arnoldistas y Orteguistas, todos por igual y a través del tiempo, repartiéndose como buitres los despojos de una caricatura de nación.
Un 15 de Septiembre del año 1821, se declaraba la independencia de las provincias a la corona española y dos años más tarde nacían las Provincias Unidas de Centroamérica, un nuevo estado compuesto por la unión de las cinco provincias: Nicaragua, Guatemala, Honduras, El Salvador y Costa Rica. El 30 de abril de 1838 Nicaragua nacía como estado independiente y el 12 de noviembre de este mismo año se establecía la primera Constitución de Nicaragua, que declaraba la soberanía de la nueva nación y establecía un régimen parlamentario. La nueva nación que pretendía surgir con altivez y elegancia ante los tiempos de modernidad que se avizoraban allá a lo lejos, en tanto los políticos enfrascados en la rapiña, en el atraso y en el tradicionalismo. Granadinos por un lado, leoneses por el otro, ambos disputándose, igual que piratas, el botín de un país que clamaba, al igual que ahora, por Justicia, Democracia y Paz.

Este relajo institucional propició que Nicaragua se convirtiera en el objeto de los deseos de Gran Bretaña y Estados Unidos, ambas naciones empeñadas en la construcción de un Canal Interoceánico. El 10 de Septiembre de 1841, el embajador inglés hace saber a los nicaragüenses que el recién creado Reino de la Mosquitia es un protectorado británico, cuyos límites se extienden desde Honduras hasta la desembocadura del río San Juan. Primero fue el canal, luego la fiebre del oro en California y como siempre, Nicaragua en manos de políticos inescrupulosos y en medio de las ambiciones geopolíticas de los poderosos.

Filibusteros liberales contratando filibusteros extranjeros para aniquilar las falanges de los otros filibusteros conservadores, con la salvedad que el de afuera tenía su propia agenda, ajena a la de los de adentro. Auto nombrado Presidente de Nicaragua e imponiendo la esclavitud en nuestro país precisamente el 22 de septiembre, William Walker (no Johnny Walker), el filibustero mayor se erigía en el máximo juez de tanto inútil, incluidos los que lo contrataron. Por primera vez y quizás ante la amenaza de desaparecer como nación, por fin los políticos se pusieron de acuerdo y un 12 de Septiembre, abandonaron, o tal vez pospusieron, sus ambiciones de poder e hicieron el llamado a unirse en contra del invasor. Las facciones democráticas y legitimistas, firmaron este día un "Pacto Providencial" declarando la guerra contra Walker. Para el día 14 de septiembre, fuerzas del Ejército del Septentrión lograban la primera victoria de los patriotas nicaragüenses en la Batalla de San Jacinto.

Derrotados y expulsados los mercenarios de nuestro país, se abría una nueva esperanza para Nicaragua, sin embargo no se aprendieron las lecciones de la historia y los errores volvieron a cometerse. Continuaron las pugnas por el poder. Conservadores contra liberales. 30 años por un lado, 16 por el otro. El que ganaba lo ganaba todo y el que perdía lo perdía todo. Zelaya continuaba por el mismo camino que sus antecesores también habían andado. El 10 de Septiembre de 1909, facciones conservadoras, nuevamente al amparo de la intervención, se levantaban en armas en contra del caudillo liberal. Era el preludio de la Nota Knox, un moderno filibusterismo diplomático, que para vergüenza de este país, una vez más y de la mano de los Estados Unidos de Norteamérica, vendría por segunda vez la humillación. 9 años más para los conservadores y la intervención permaneció desde 1912 hasta 1925.

1926, nueva guerra y nueva intervención. El 2 de septiembre de 1927, Augusto Nicolás Sandino Calderón decide que la soberanía de un pueblo no se discute, se defiende con las armas en la mano. El manifiesto de San Albino convierte esta guerra  en una lucha entre patriotas e invasores. En 1933 la intervención es derrotada, dejando a la Guardia Nacional como instrumento de dominación y a Anastasio Somoza García como el garante de los intereses norteamericanos en Nicaragua. Esta custodia se extendería por 45 años. Fue un 21 de Septiembre de 1956, cuando el Patriota Rigoberto López Pérez, un joven poeta leones, daría fin al tirano. Con la muerte de Somoza García no terminaba todo, sino que daba paso  a la sucesión de sus dos hijos, Luis y Anastasio. Muerto prematuramente el primero, continuaría la estirpe sangrienta Anastasio.

Continuaron los años de lucha de los nicaragüenses, pero también las traiciones y los pactos. El Espino Negro reverdecía en el Kupia Kumia, de la misma forma que este lo haría años después en la hacienda El Chile. Sangre, sacrificios, muerte y heroísmo fue la tónica de estos años. El 9 de Septiembre de 1978, León, Matagalpa, Chinandega, Estelí, Masaya y Managua se insurreccionan y enseñaban el único camino para derrotar al dictador. Menos de un año después, el tirano abandonaba un país destruido en pedazos. 45 años se resumían en un solo día: 19 de Julio.

32 años después de la gesta heroica del pueblo nicaragüense, una nueva dictadura acecha al amparo de pactos, traidores, oportunistas y modernos filibusteros. El 30 de Agosto, un grupo de patriotas, Ex Oficiales del Ejército Popular Sandinista y Ex Comandantes de la Resistencia Nicaragüense, enemigos acérrimos durante la guerra civil de los 80´s, ahora aliados en la lucha contra el continuismo orteguista, instaron a la conformación de un Gran Movimiento Patriótico Nacional para defender la democracia. Rápidamente fue aceptado por una serie de organizaciones y el 12 de Septiembre recién pasado fue suscrita la Proclama Ciudadana, dando inicio a una Jornada Nacional en Contra de la Dictadura.

Nuevamente la reedición del Pacto Providencial entre los mejores hijos de la sufrida patria, exactamente el mismo día del fusilamiento del filibustero Walker 151 años atrás.  Un pacto del pueblo con el pueblo, el pacto limpio con la gente, que deberá ver sus frutos el próximo 6 de Noviembre, cuando los nicaragüenses, en silencio con nuestra conciencia y en el recinto de la urna,  solo necesitaremos cedula y lápiz para ejercer nuestro derecho y asegurarnos un futuro de Justicia, Democracia y Paz.