En
estos últimos días, casi todos los analistas políticos nacionales coinciden en
que los factores del entorno internacional son de más alto riesgo para el
régimen de Ortega que aquellos que se desarrollan a nivel nacional. En palabras
más simples, esto significa que los acontecimientos que ocurran fuera del país
ejercerán mayor presión sobre su inconstitucional gobierno en el futuro
inmediato, que aquellos que ocurran al interior del país, lo cual no nos releva
de la responsabilidad de ser los actores fundamentales en la solución de
nuestros problemas. Precisamente esos factores internacionales de los que mucho
se habla, se expresan en dos eventos que se darán en los próximos días, las
elecciones de Venezuela el día de mañana y la de los Estados Unidos en el mes
de Noviembre próximo, de cuyos resultados mucho dependerá la continuidad del
proceso de consolidación de la dictadura familiar y dinástica al que se
encamina la familia presidencial.
Estos
dos eventos al que nos referimos han sido comparados a la “Tormenta
Perfecta”, la película del director
Wolfgang Petersen exhibida en el 2000 y protagonizada por George Clooney y Mark
Wahlberg, en la cual el barco pesquero “Andrea Gail” faena tranquilamente en
aguas profundas en busca del escurridizo Pez Espada, mientras en la atmosfera
se forman dos monstruosas tormentas que al final hunden al barco bajo una inmensa
y escalofriante ola, luego de enfrentar la tormenta sin percibir la magnitud de
los poderosos fenómenos climáticos.
Contrario
a la estabilidad alcanzada por el gobierno de Ortega durante su primer mandato en
su relación con la Administración Obama y el apadrinamiento del dictador
venezolano, fundamentalmente económico, durante todos estos años, a pocas horas
de la elección de este ultimo y a menos de un mes de las elecciones en los
Estados Unidos, una derrota de ambos o una combinación de la victoria de Chávez
y la derrota de Obama, sería el inicio de la Tormenta Perfecta para el barco “Ortega
Gail”, un barco sumamente frágil en el plano internacional, del que mucho
depende para mantener su aparente fortaleza a nivel interno.
Fue
al inicio del año 2007 cuando, de la mano del Alcalde Dionisio “Nicho” Marenco,
el entonces Presidente Constitucional
descubrió la veta que llevaría a su gobierno a transitar por la senda de la
abundancia, al encontrar en Hugo Chávez, un militar golpista y aspirante a
revolucionario, su principal mentor y amigo. Al día siguiente de la toma de
posesión, muy diligentemente firmaba una serie de convenios, que de mas está
decirlo, se firmaban entre dos Presidentes en representación de sus pueblos y
gobiernos (lo que significa que eran convenios de Estado a Estado y no a título
personal, ni mucho menos privado), los más importantes en el área energética,
que le darían la tranquilidad y el respaldo económico que jamás tuvo gobierno
alguno y de paso agenciarse, mediante la ilegal, ilegitima e inmoral privatización
del convenio, una fortuna que crece año con año, hasta niveles insospechados. Una
fortuna que es compartida por la familia, la cúpula partidaria y que también se
suma al usufructo de este repentino cuerno de la abundancia, el Gran Capital y
parte de la cúpula empresarial nacional.
El
manejo privado, personal y familiar del convenio petrolero venezolano les ha
permitido disponer año con año de manera discrecional no menos de 500 millones
de dólares. Fuentes de la oposición en el Congreso Venezolano calculan en más
de 5,000 millones de dólares la cantidad de dinero que Ortega ha manejado y que
provienen del petróleo que Venezuela entrega a Nicaragua. Sin embargo, no
incluyen el usufructo particular de las plantas generadoras que fueron donadas
al pueblo nicaragüense y que también fueron privatizadas por parte de la
familia presidencial aunque nos la cobran a todos los usuarios. De la noche a
la mañana poseen una capacidad instalada de generación energética superior a la
demanda nacional. A esto hay que sumar también la privatización que en la
práctica han hecho del comercio internacional con Venezuela, ya que la única
empresa que puede exportar bienes materiales a ese país es ALBANISA, a través
de ALBALINISA. Este comercio se ha expandido tanto, que en el año 2006
significaban 2.1 Millones de Dólares y en el 2011 las exportaciones a este país
se ubicaban en 302.6 Millones de Dólares, según cifras oficiales del Banco
Central de Nicaragua. No está de más recordar que la cúpula empresarial, que
hoy es el principal aliado del régimen de Ortega, se quejaba amargamente de no
poder participar en este “pastel” y demandaba enérgicamente un Tratado de Libre
Comercio, TLC, con el país sudamericano.
Toda
esta cantidad de plata manejada al gusto y antojo de la familia presidencial ha
traído entre otras cosas, la perversión de la política nacional. En el primer
mandato del entonces Presidente Constitucional Daniel Ortega comenzó la
demolición del Estado de Derecho, de la Institucionalidad y la violación
sistemática a la Constitución Política. Pero además se arreció la vieja
práctica somocista de la compra de conciencias, doblegando a punta de
billetazos las voluntades políticas de muchos de aquellos que se llamaban de
“Oposición”. Los cañonazos elevados a Política de Estado para implantar el
sistema de gobierno que padecemos hoy en día. Cada grupo poniéndole precio a su
voto en la Asamblea y poniéndose precio para formar bancaditas o “taburetes”
que le hacían el coro al gobierno. Valores y principios revolucionarios
rebajados a transacciones de compra y venta de políticos, como si de un mercado
persa se tratara. Hechores y consentidores culpables por igual, ambos
encargados y encargándose de reducir a polvo la credibilidad de sus propias
agrupaciones políticas, lo que fue cobrado por el pueblo en las elecciones del
2011, al reducir a la miseria a estos mercenarios.
El
día de mañana esta situación puede empezar a cambiar, pues una derrota del
dictador venezolano significaría que el flujo interminable de recursos usados
para fortalecer y consolidar un gobierno dictatorial, autocrático y abusivo
puede detenerse. Ciertamente Chávez no las tiene todas consigo, a pesar de los
300 Mil Millones de dólares que dice ha repartido entre la población pobre del
país desde que llegó al poder. La gente resiente que siendo Venezuela un
productor nato de petróleo y con las mayores reservas mundiales del crudo,
existan continuas interrupciones del servicio eléctrico, un altísimo desempleo,
el creciente déficit habitacional, problemas en el suministro de agua potable,
deterioro evidente de las carreteras, una incontrolable corrupción
gubernamental en la que destaca la de sus familiares y de la cúpula militar, el
peor nivel de inseguridad ciudadana de Latinoamérica y uno de los más altos del
mundo, que contabiliza 150 mil muertes violentas durante todo su gobierno y
para rematar, la capacidad productiva reducida a escombros, cuando tiene que
importarse el 80 % de los alimentos que se consumen en el país.
El
día de mañana los venezolanos tendrán en sus manos la posibilidad de cambiar su
futuro o continuar por la senda que llevan desde hace 13 años y para desgracia
de todos los nicaragüenses, de una forma u otra, también tendrán en sus manos
el futuro de nuestro país. Que Dios los ilumine!