Así
pareciera el comandante Ortega correr sobre los escombros de la
institucionalidad del país, acompañado de la banda de forajidos, propios y asimilados,
que le acompañan en su obsesión absurda de poder total, como si ya no fuera
poco el que anteriormente tenía, lo que demuestra, de nuevo y como para
convencer a los dizque incrédulos que aún le daban el beneficio de la duda, su
verdadera esencia totalitaria.
Y es
que el ADN de los dictadores, en todas las latitudes, les provoca este tipo de
actuaciones: una obsesión compulsiva por el control hegemónico de todas las
instancias del poder político, con el ingrediente adicional de la creencia, por
parte de quienes detentan el poder actualmente en nuestro país, de que los
nicaragüenses aguantamos todo, por el solo hecho de que la población quedó
harta de los dos últimos ciclos sangrientos de violencia y nadie quiere el
retorno de la guerra.
Estos
últimos días, acompañados de los movimientos sísmicos que tienen en justificada
alerta a la población, los movimientos políticos han estremecido aún más, los ya
casi colapsados cimientos de la nación. Con los nombramientos de los cargos en
las dependencias del “chinamo” que
administra la pareja presidencial, y que eufemísticamente damos en llamar
estado, se completa el proceso demoledor iniciado este año con las reformas
constitucionales y al código de organización militar.
Es
importante analizar la actuación de quienes estuvieron involucrados y las
previsibles consecuencias que en el mediano plazo esto puede tener.
EL PLI EN SU LABERINTO.
Sucio
yo, sucios todos, aquí no hay limpios. Esta pareciera que fue la consigna dicha
por los operadores políticos del orteguismo al PLI desde el momento que
decidieron sentarse a negociar. Todo pacto, negociación, pláticas o como hayan
querido llamarle, tiene un costo. El Gral. José María Moncada pagó un costo al
negociar el Pacto del Espino Negro con Mr. Henry Stimson; el Gral. Emiliano
Chamorro pagó un costo al negociar con Somoza García el Pacto de los Generales;
el Dr. Fernando Agüero Rocha pagó un costo al negociar el Kupia Kumi con Somoza
Debayle y el Dr. Arnoldo Alemán pagó un costo cuando negoció el Pacto de los
Mengalos con el comandante Daniel Ortega. Acaso se pensaba que Eduardo
Montealegre no iba a pagar ningún costo?
El
voto obligatorio de la bancada del PLI a la “elección” del prístino y puro Robertito
José era el costo a pagar, a cambio de dos cargos propios, más dos adoptados.
Ante la negativa de asumir dicho costo, lo que hubiera dejado al partido, ante
los nicaragüenses y ante la historia, en iguales condiciones que el PLC, saltó
la verdadera esencia del orteguismo con las acusaciones del Jefe de Bancada
hacia una de las candidatas propuestas, dándose cuenta la población de lo que
ellos, el orteguismo, sabían y mantenían oculto y que hubiera dejado a la
candidata en la condición de rehén política, algo que a Ortega le encanta tener.
Y
los espacios políticos que había que recuperar y de los que tanto se hablaba en
los últimos días? Probablemente queden un par de lecciones aprendidas en esta
jornada, una de ellas es que los espacios que verdaderamente importan se
alcanzan con la gente, siendo coherentes en el accionar político, actuando con firmeza
ante el poder; y la otra lección es que Ortega jamás negocia en condiciones de
igualdad y sobre todo nunca cumple lo que promete y firma. Así fue en Sapoa,
así fue en la transición con doña Violeta Barrios de Chamorro, así fue con
Alemán, así fue con Bolaños. Porque iba a ser diferente ahora? Recuérdenlo amigos del PLI, está en su ADN.
EL USO DE LOS DESPOJOS DEL PLC.
Si
algo ha quedado demostrado en estos nombramientos, es que para Ortega vale más
socio viejo, que nuevo por conocer. La consigna que se oyó desde la Asamblea Nacional
hasta la Hacienda El Chile fue: El Pacto
Vive, la Chanfaina Sigue! Sobre los despojos de lo que fue un pujante
partido de oposición en los años 90’s y venido a mucho menos luego del pacto
del 2000, se confirmó que Arnoldo Alemán es una suerte de sicario político de
Ortega, quien lo usa a su gusto y antojo cuando el negociante de turno se
resiste a degustar los caramelos envenenados que le ofrece. Algo así como el
“gallo careador” que utiliza Daniel “el sacador”, pero que siempre obtiene un
premio por tan deleznable misión. Habrá que ver si las pocas bases que aún
quedan en el PLC continúan atadas a un liderazgo que se afana en mantenerse en
el fondo del sumidero y se ufana de permanecer en dicho lugar. Con la nariz
tapada hay que decirle: Paz a sus Restos!
UNA CRISIS EN EL HORIZONTE.
45
mil pequeños productores de café abandonados a su suerte después de más de un
año de aparición de la Roya, solo demuestra la irresponsabilidad y la esencia
de este gobierno. Han sido olvidados campantemente y no pocos están cayendo en
manos de los inescrupulosos oportunistas de siempre, que como verdaderos
geófagos se han dado a la tarea de ampliar los latifundios que ya tenían. Sumado
a esto, hay que agregar que más de 90 mil empleos temporales se han perdido por
la misma causa y se prevé en el cortísimo plazo una crisis alimentaria en la
zona norte. Fácil es deducir el camino que puede seguir esta masa campesina,
paupérrima, sin trabajo y sin tierras, sobre todo cuando el susurro de los
grupos armados que merodean en el norte les resuena en los oídos.
Con
cerca de dos millones de quintales de déficit en la cosecha más importante del
año, la producción de frijol podría crear una crisis en el corto plazo. ENABAS
ha sido incapaz de establecer las reservas necesarias para evitar estos
desajustes y mantener el balance de precios, sin que se afecten los productores
en sus costos de producción, ni sufran los consumidores con los precios en el
mercado. Incapaz siquiera de planificar las ventas al exterior, el cambio de la
matriz productiva del frijol impulsada por el MAGFOR con la ampliación de las
áreas de siembra de frijol negro, ha dejado con más preocupaciones que alegrías
a los que se acogieron a tal medida. 300 mil quintales excedentes que Venezuela
no los comprará y sin la previsión de una eventual demanda de los mercados de
México y Costa Rica, solamente demuestran que este gobierno está para todo
menos para gobernar.
La
disminución casi a cero de los recursos venezolanos que venían a fortalecer el
presupuesto nacional solo presagia más deterioro a la escuálida economía
familiar de los nicaragüenses. La situación política, social y económica de
Venezuela no da para más y sentarse a dialogar con la oposición era la única
forma de comprar más tiempo de vida. Esto ha provocado que los programas
clientelistas del gobierno sean financiados con el presupuesto nacional,
afectando otras partidas presupuestarias, educación y salud por ejemplo. El
petróleo seguirá llegando, mas no en las condiciones iniciales, y en previsión
a una eventual suspensión de los envíos, tal a como está sucediendo con los 120
mil barriles diarios que no están llegando a Cuba con la regularidad
acostumbrada, el gobierno se ha dado a la tarea de mantener artificialmente los
precios altos, de acuerdo a la variación de precios del crudo WTI (crudo de
Texas), como un mecanismo de ir acostumbrando a los nicaragüenses a dichas
variaciones. Si fallase el suministro de petróleo de Venezuela, las compras se
harían a los Estados Unidos, total, los únicos compradores autorizados por ley
son ellos y en la práctica quienes imponen los precios de los combustibles. Esa
es una de las razones del porque tenemos los precios más altos en Centroamérica
y en consecuencia que los precios de la canasta básica continúen su escalada
alcista.
Con
estos y otros elementos, se podría ir formando en el país una crisis en
ebullición en el mediano plazo, ni siquiera azuzada por agentes externos, llámese
la oposición fascista, el imperialismo yanqui o el neocolonialismo europeo, sino
creada por la incapacidad gubernamental y la desmedida ambición de poder y
riquezas de quienes tienen en sus manos las riendas del país. Si a esto le
añadimos un nuevo fraude en el 2016, anunciado en esta semana desde el seno
mismo de la Asamblea Nacional con la reelección de los fraudulentos del CSE, el
panorama no podría ser menos sombrío. El orteguismo ha demostrado su temor por
las “Primaveras Árabes”, la rebelión civil en Ucrania y ahora el “guarimbeo” en
Venezuela, acusando sin ton ni son a todos los que no comulgan con él, de
querer propiciar esas condiciones en Nicaragua.
Sin embargo, la historia enseña
que en nuestro país la población actúa de manera más pendular que “primaveral”.
Aguanta, es cierto, pero cuando se cansa y actúa, va hacia el otro extremo.
Somoza y la Revolución, para citar algo lejano, lo demuestran. El recuerdo de
La Paz Centro en el 2008, más cercano en el tiempo, cuando la población
enardecida arrasó con la estación policial por el asesinato de un joven a manos
de un agente de la fuerza pública, debería llamar a la reflexión a quienes
continúan con el abuso de la paciencia de la ciudadanía. Los afectados por la
Insuficiencia Renal Crónica se tomaron las calles de Chichigalpa y solamente
fueron sometidos por la brutal represión policial, al igual que lo fueron en su
momento los productores de frijol en Condega, o los desmovilizados del Servicio
Militar Patriótico que protestaban por sus justas demandas.
El
péndulo de la paciencia del nicaragüense no sabe de primaveras árabes. Ahorita
Ortega corre como desbocado, a galope tendido sobre los restos de la democracia,
la institucionalidad y el estado de derecho, igual que lo hicieron en su
momento los Somoza, los Trujillo, los Pérez Jiménez, los Gadafi. Sin embargo,
no está de más recordar que en su momento a todos ellos los botó el caballo.