El éxito de los grandes
ilusionistas es lograr que la audiencia se concentre en las cosas más obvias y
predecibles del espectáculo y no en lo que verdaderamente interesa: el truco
escondido. Un auditorio embobado sobre la magia de lo intrascendente, es mucho
más fácil de convencer de lo irreal de la verdad que se esconde tras el ardid. El
Ilusionismo se practica en casi todas las áreas de la vida cotidiana, pero
donde ha cosechado sus mayores logros es en el mundo de la política. Hacer
creer a la gente de algo tan simple de procesar, acompañado de un gran
despliegue publicitario e involucrando a gente supuestamente seria y
responsable, ha permitido que muchos gobiernos logren sus verdaderos propósitos,
engañando, literalmente, a sus ciudadanos.
La entrada de los Estados Unidos a
la guerra de Vietnam fue después de una mentira: el incidente del Golfo de Tonkín,
algo que nunca existió, pero significó la justificación para que el Presidente
Lyndon B. Jhonson declarara la guerra al país asiático. A la gente se le vendió
la ilusión del miedo a la amenaza inminente del comunismo vietnamita en suelo
americano para lograr concitar su apoyo, luego del supuesto ataque al
destructor USS Maddox por parte de naves de este país. Sin embargo, el arribo
posterior de miles de cadáveres de jóvenes soldados envueltos en la bandera de
las barras y las estrellas, despertó de la ilusión, del letargo, al pueblo norteamericano
y lo demás es historia conocida. Este es quizás el ejemplo más simple de la
aplicación del principio de los ilusionistas de que “Nada es lo que parece”.
En días pasados, tuve la
oportunidad de compartir con un amigo, generalmente “bien informado”, una
teoría expuesta a él por círculos allegados al poder. En esta, precisaban
algunos elementos de las verdaderas intenciones de la famosa construcción del
canal interoceánico por parte de la familia Ortega – Murillo, que deja mucho
que pensar. Realmente, he analizado con mucho detenimiento dicha teoría y tengo
que decir que no está muy alejada de la realidad, sobre todo tomando en cuenta
una serie de factores que iremos detallando. Como todo en este gobierno, el
proyecto canalero no está ajeno a la secretividad con que se tratan las cosas
que se hacen e interesan al pueblo nicaragüense. Todo está oculto bajo el manto
del manejo discrecional, del cálculo económico, piensan que somos y nos tratan
como discapacitados mentales, se asumen como dueños absolutos de la verdad y
creen que la mayoría del pueblo no es capaz de comprender lo que hacen y solo a
medias comprende lo que dicen. Medias verdades y medias mentiras son contadas y
expuestas al público, convencidos de que un pueblo con hambre, sumido en la
ignorancia y en la indigencia, no cuestiona, no analiza, no razona. Así vemos absurdos
como los que han rodeado al atentado del 19J, el meteorito que nadie vio, la
inexistencia de grupos armados y las maravillas del Gran Proyecto Canalero, “la
obra de infraestructura más grande de la humanidad en este siglo”, según el
coro armado por los ilusionistas.
LOS TEMORES EXTERNOS.
Según la teoría expuesta,
hubieron varios eventos, internos y externos, que han motivado la justa
preocupación de la pareja presidencial, en especial del comandante Ortega,
acerca de la continuidad, no solo del poder por parte de su entorno familiar,
sino que también de la seguridad misma y la preservación del capital acumulado,
que dicho sea de paso, no es poco. A lo externo, los detonantes fueron las
circunstancias que rodearon la caída de viejos amigos, tales como Sadam
Hussein, Muhammad El Kadhafi y las vicisitudes por las que han pasado los familiares
de Hugo Chávez Frías, en especial sus hijas, quienes han sido desplazados del
poder y hasta de las residencias oficiales por parte de “su hijo putativo”, Nicolás
Maduro y la esposa de este, Cilia Flores. Analizando el fin de todos estos personajes,
quienes más sufrieron la ira popular fueron sus hijos y de nada sirvieron
tantas riquezas para poder ponerse a buen recaudo. Poco a poco fueron cayendo,
sus fortunas desaparecidas o confiscadas y ninguno de los gobernantes que antes
eran amigos, se atrevieron a prestarles asilo político sin antes cobrar con
creces el favor. La lección aprendida ha sido que luego de perder el poder, de
la forma que sea, nadie este seguro afuera, pues el oportunismo y la codicia de
los que antes fueron aliados, se transforma en el peor de los peligros.
LOS TEMORES INTERNOS.
Para nadie es un secreto que
el control que ejerce la compañera Rosario en el gobierno, el partido y la mayoría
de las instituciones del estado nicaragüense es casi total. Está en todo y
domina casi todo y su obsesión de poder le ha hecho cometer no pocos errores,
sobre todo en su relación con otros elementos de lo que alguna vez fue el
sandinismo, lo que le ha granjeado muchos y poderosos enemigos. El
desplazamiento del poder, pero sobre todo del usufructo de las riquezas
amasadas al amparo de la cooperación venezolana, ha obligado el enfrentamiento
con figuras importantes del partido, incluso con miembros de la antigua Dirección
Nacional, vivos o fallecidos, que han sido o fueron ninguneados por la Primera
Dama. El viejo rencor de haber sido apartada del poder real en los años 80’s,
es la espina que provoca tal actitud hacia los viejos camaradas, quienes han
resistido los embates para alejarlos de las altas esferas del orteguismo. Se
dice que la candidatura del comandante en el 2011 fue una condición para no
romper la unidad interna de manera pública por parte de estos sectores, ante la
posibilidad real de la postulación de Murillo. Ellos no se tragan el cuento de
la nueva Evita Perón y después del comandante, no son pocos los que reclaman su
derecho a la sucesión, derecho refrendado por la lucha, la historia o por haber
estado a su lado en los duros años de sequía durante el “periodo neoliberal”.
La conclusión es que “después del comandante, todo puede suceder”.
LA SALUD DEL COMANDANTE.
Mucho se ha especulado
alrededor de la salud real del comandante. Que si es el corazón, que si es
lupus, que si es leucemia, que si en Cuba le cambian la sangre cada tres meses,
en fin, como todo es secretismo en este país, las especulaciones son muchas y
muy variadas. Lo que si no es especulación es la última crisis, en el mes de Febrero,
que encendió las alarmas en todos los sectores políticos del país, pero sobre
todo en las más altas esferas del orteguismo. La situación fue tal, que la
compañera echó a andar lo que sería en la práctica un Gobierno Paralelo, ante la posibilidad latente del “paso a la
inmortalidad” del comandante. Esto, sumado al ausentismo en todas las
actividades importantes, nacionales e internacionales, hace suponer que la
precariedad de su salud es un hecho real, lo que ha obligado al círculo
familiar a tomar todas las medidas necesarias para la preservación de lo verdaderamente
importante para ellos, más que el poder, la seguridad de la familia y la plata.
LA COOPERACION VENEZOLANA:
LA BASE DEL PODER.
Como puede inferirse de todo
lo anterior, no son pocos los temores suscitados a lo interno de la familia
presidencial. Están conscientes de la salud del comandante y los peligros que
una sucesión indeseada acarrearían. Nicaragua es un país impredecible y todos
estos años ha estado en una tranquilidad forzada, pero, no estaba así el régimen
somocista en el 78? Pocos meses antes de la caída del dictador, miles reunidos
en la explanada de Tiscapa gritaban alborozados y jubilosos ¡No te vas, Te quedas!... Y todos conocemos
la historia de lo que pasó después. Luego de los errores de los gobiernos
liberales, errores en la atención a la población menos favorecida, era cosa de
tiempo que Ortega llegara al poder, con tan buena suerte que se encontró con un
Chávez que a manos llenas regalaba los recursos de su país con tal de crear y
afianzar un liderazgo regional. El encuentro entre ambos es cosa conocida, no
tanto como los millones y millones de dólares que bajo el eufemismo de Cooperación Venezolana, llegaron al país
del Pueblo Presidente.
Todo transcurría en total
normalidad en la Nicaragua Cristiana, Solidaria y Socialista, en tanto la misteriosa
cooperación venezolana diera para láminas de zinc, chanchos, gallinas, vaquitas,
prestamos familiares y saquitos de comida, hasta que llegó el día en que el Comandante
Eterno, el Teniente Coronel de Paracaidistas, Hugo Chávez Frías, sucumbió ante
un cáncer mortífero. Y empezaron los problemas. A Nicolás Maduro le tocó
sucederle en el poder, pero además le tocó aceptar la realidad de recibir un país
en quiebra, endeudado hasta los tuétanos con chinos, rusos y con el odiado
Imperialismo Norteamericano.
Dependiente únicamente de
las ventas del petróleo, el sucesor pronto se dio cuenta que casi el 60 % de la
producción petrolera estaba vendida de futuro y lo único que se podía hacer
eran dos cosas: eliminar los subsidios de los combustibles en Venezuela y
suspender la cooperación venezolana con los países miembros de Petrocaribe. Lo
primero, impensable y lo segundo ya se ha echado a andar. No más petróleo regalado,
ni a los plazos anteriormente convenidos, platita en mano, petróleo en tierra. Con
la suspensión por incapacidad de la cooperación venezolana, se terminó la regaladera
de zinc, chanchos, gallinas y demás. Y como todo el andamiaje del poder se construyó
sobre esta regaladera, de repente y casi por obra de magia, muchos empezaron a
abrir sus ojitos y a desayunarse con la dura realidad. El presupuesto de la nación
no da para más y para poder mantener al mínimo el prebendarismo, han golpeado las
partidas de Salud y Educación.
Conclusión, el encanto de un
gobierno construido sobre bases tan endebles, empieza a hacer aguas. Poco a
poco la gente se desencanta, sobre todo a lo interno del orteguismo, y por eso
las encuestas que pretenden presentar a un gobierno rebosante de apoyo popular,
y por eso la represión del Ejército y la Policía, porque eso será lo único que sostendrá
al régimen cuando la situación se empiece a complicar aún más de lo que ya está.
Fin de la Parte I. La próxima
semana, la Parte II.
§ LA
CORRUPCION: EL MAL QUE CORROE AL ORTEGUISMO.
§ LA
LEY 840: LA GRAN IDEA PARA RESOLVER LOS TEMORES.
§ LA
ZONA DEL CANAL: EL REFUGIO PERFECTO.
§ EL
EMPORIO TURISTICO: UN LUGAR DONDE INVERTIR.