La Excarcelación de los
Secuestrados Políticos hecha efectiva el día 11 recién pasado, ha provocado
reacciones encontradas tanto dentro como fuera del país. Los plumíferos a
sueldo del régimen, paramilitares del micrófono y apostados desde las redes
sociales, quieren convencer al rebaño orteguista que el adefesio jurídico auto
otorgado por Ortega, la famosa amnistía, fue una graciosa concesión del
comandante para quitar el estandarte de lucha de la oposición de los Reos Políticos.
Igualmente les dicen que, además, fue un movimiento político fríamente calculado
por Daniel, para desmontar las sanciones europeas y norteamericanas.
Es importante analizar estos
ejes de propaganda de los corifeos, para, no solo desmontarlos, sino
contrarrestarlos en las calles, en las redes, en el barrio y hasta en la
familia. La amnistía es un mecanismo legal, jurídico, que otorga el perdón y
convoca al olvido de la causa que la originó. Protestar pacíficamente es un
derecho constitucional, no es un delito que se comete al ejercerlo. La inmensa mayoría
de los que se encontraban, no presos, sino secuestrados, fueron capturados,
ilegalmente, por ejercer ese derecho. Fueron igualmente capturados por marchar pacíficamente
en las marchas auto convocadas, luego de que el régimen montara las Operaciones
Limpieza y procedieran a identificar a todos aquellos que estuvieron en
marchas, vigilias, protestas callejeras o tranques. La identificación, no está demás
mencionarla, fue hecha por medios técnicos, mediante fotos, videos, grabaciones
realizadas por agentes de inteligencia de la Policía, del Ejército y
evidentemente, por el señalamiento de los sapos del barrio que viven entre la
indignidad y la estulticia por denunciar a sus propios vecinos.
Entonces, si no hay un
crimen comprobado, si no hay una acusación que se sostenga por sí misma, cuando
hay señalamientos de que todo fue un montaje ordenado por el Ejecutivo, pero
sobre todo, cuando innumerables juristas de prestigio, plantearon los
mecanismos para liberar a los secuestrados políticos sin incurrir en el
adefesio de una amnistía, de que estamos hablando? Sencillamente, estamos
hablando que la amnistía la necesitaban los que de verdad cometieron los crímenes,
las violaciones, las mutilaciones, las desapariciones forzosas, las ejecuciones
extra judiciales, las torturas, los saqueos. Estamos hablando de los que están en
la otra acera, en la acera del gobierno, en la acera de los que usaron armas de
guerra para sofocar una protesta pacífica, del lado de los que utilizaron
ametralladoras, lanza cohetes, fusiles de francotirador, entre otras, para
retomar el control de las calles. Las “Operaciones Limpieza” ejecutadas por el
gobierno fueron una carnicería despiadada en contra de los jóvenes que se mantenían
protestando en los tranques. Únicamente se comparan, y las superan, a las
ejecutadas por la Guardia de Somoza en 1978, luego de la Insurrección de
Septiembre de ese año. Nunca hubo el uso desmedido de la fuerza cuando Ortega
ordenaba las asonadas durante los gobiernos de los años 90’s. Y ahí hubo
saqueo, destrucción, obstaculización de los servicios públicos y muerte. Y no
se crearon fuerzas paramilitares, ni se asesinaron a los opositores de aquel
momento, ni siquiera los encarcelaron, ya no digamos, torturarlos,
desaparecerlos, mutilarlos, violarlos o ejecutarlos, como se hizo durante la Insurrección
Cívica Ciudadana de Abril.
Con esto de la auto amnistía
de marras, se me vino a la memoria ciertos hechos relacionados con este tipo de
medidas en el pasado no tan pasado, que lo único que han tratado, igual que
ahora, es dar impunidad a los verdaderos asesinos, saqueadores y delincuentes,
lo cual nos reafirma que Daniel Ortega es fiel a su historia, a su Modus
Operandi, a su ADN. Se contabilizan 52 amnistías en nuestra historia política moderna,
sin incluir esta última, y recuerdo un par de ellas, la 51 y 52. La primera,
fue un compendio de barbaridades y abarcó a todos los indiciados en diferentes
actuaciones criminales, sobresaliendo las siguientes: 1) El asesinato de Arges
Sequeira Mangas el 23 de Noviembre de 1992, Presidente de la Asociación de
Confiscados de Nicaragua y de la Unión Nacional de Productores Agropecuarios, UPANIC,
por parte de un ex oficial de la Dirección General de la Seguridad del Estado y
posteriormente de la Dirección de Información para la Defensa, DID, el Teniente
Coronel Frank Ibarra, bajo un inexistente Frente Punitivo de Izquierda, un
invento de los “Inteligentes” para darle el cariz político necesario a un vil
crimen ordenado desde las alturas del “Gobierno de Abajo”. 2) La toma de un
sector de la ciudad de Estelí y el asalto a cinco bancos, con el consecuente
robo de una cantidad estimada en cinco millones de dólares por el ahora
paramilitar, Mayor retirado del Ejército, Víctor Manuel Gallegos (a) “Pedrito
El Hondureño”. Esta acción ejecutada el 21 de Julio de 1993 fue organizada
siguiendo directrices del mismo de siempre, Daniel Ortega, para mantener en
jaque al gobierno de Violeta Barrios de Chamorro y costó la vida de cerca de 40
personas y decenas de heridos.
La amnistía número 52 fue increíblemente
cínica y el preludio del “Pacto de los Mengalos” entre Ortega y Arnoldo Alemán.
Se promulgó para llevar la “armonía” entre las bancadas de concejales del PLC y
el FSLN, luego de un pleito que finalizó con el asalto de la Alcaldía, en ese
entonces en manos de los liberales por parte de seguidores de.. Quien? Del
mismo! Del que prometió Gobernar desde Abajo! Y años después, llegamos a la
famosa auto amnistía, la numero 53, todo un adefesio jurídico aprobada a
matacaballos, que lo único que pretende, bajo el pretexto de querer demostrar lo
“perdonavidas” que es el comandante, es llevar la tranquilidad a las huestes
policiales y paramilitares, de que no serán juzgados por los Crímenes de Lesa
Humanidad cometidos desde Abril del año pasado, algo totalmente imposible en
estos tiempos en los que la Justicia Universal tiene un brazo muy largo.
Roberto Samcam Ruiz
Mayor en Retiro Ex EPS
San José, Costa Rica
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