martes, 14 de abril de 2020

LA AUSENCIA DEL COMANDANTE ¿DÓNDE ESTÁ DANIEL ORTEGA?


Nicaragua se debate actualmente con el dilema de un Presidente ausente y una Vicepresidenta virtual, que únicamente se comunica por la vía telefónica, en medio de una pandemia que agobia a todos los países del mundo. La gente percibe un país sin dirección, sin estrategia ni recursos para afrontar la crisis del COVID 19 y encaminado hacia el abismo, en medio de una incertidumbre social, que se agrega a la sumamente deteriorada economía familiar, cuando ni siquiera han sanado las heridas de la situación política preexistente. La amenaza de una eventual explosión de contagio masivo del Coronavirus, no solo pone en riesgo a la población nicaragüense, sino a toda Centroamérica y más allá, a como lo vemos con los contagios de los compradores cubanos que hicieron del Mercado Oriental de Managua la meca de sus negocios en la isla.

La ausencia de Daniel Ortega “gobernando” el país no es nueva, data desde muchos años atrás. En los años 80s descanso en su Vicepresidente Sergio Ramírez Mercado para la atención de los problemas domésticos, él se asumía un líder internacional y consideraba que su trabajo estaba más ente los Países No Alineados, el Medio Oriente, el África Subsahariana entre otros, lugares muy lejanos del país al que debía de atender. Durante su retorno al poder en al año 2007, delego esas tareas en los Vicepresidentes Jaime Morales Carazo, Omar Halleslevens y ahora Rosario Murillo, su esposa, que es quien realmente gobierna y centraliza todos los poderes del Estado nicaragüense de forma omnímoda, utilizando los resortes partidarios, gubernamentales, militares o policiales para este fin.

Las ausencias temporales del Presidente Ortega están vinculadas a su conocido padecimiento de Lupus eritematoso y sus afecciones cardíacas, lo que lo obliga a viajar constantemente a la isla de Cuba a seguir tratamiento específico para estas enfermedades. La edad, 75 años en Noviembre próximo y su sedentarismo obligado, hacen que los periodos de recuperación sean cada vez más prolongados, por lo que dichas ausencias serán más seguidas y con mayores intervalos entre sus efímeras apariciones en público.

Sin embargo, es importante saber que cada vez que se ausenta suenan las alarmas entre partidarios y opositores. Precisamente en la Semana Santa del 2014 fue uno de estos episodios en los que se le daba por muerto en Cuba, obligando a Rosario Murillo tomar todas las previsiones para impedir la sucesión del entonces Vicepresidente y General de Ejército en Retiro Moisés Omar Halleslevens Acevedo. En esa época surgió de la nada un “Consejo Sandinista Nacional de Gobierno”, inexistente hasta días antes y liderado por la entonces Secretaria de Comunicación Rosario Murillo. Con la aparición de Ortega el propio Domingo de Resurrección, el famoso CSNG desapareció como por arte de magia. Fueron 10 días de ausencia. Otra ausencia prologada y muy comentada ocurrió en enero del 2019, esta vez durante 28 días, luego de asistir a la toma de posesión de Nicolás Maduro en Venezuela y recalar a su regreso en Cuba por sus clásicas recaídas de salud.

Esta vez, el país se enfrenta a una crisis de salud de inmensas proporciones, que lejos de ser combatida con responsabilidad se hace todo lo contrario de lo orientado por la Organización Mundial de la Salud, OMS. Nadie olvida la fanfarria organizada por la Vicepresidenta Murillo al inicio de la pandemia, cuando ordeno una marcha masiva de sus partidarios denominada “Amor en tiempos de COVID 19”, parodiando la famosa obra de Gabriel García Márquez, “Amor en los Tiempos del Cólera”, un sinsentido que raya en la locura.

Se propicia el contagio masivo, habiendo programado más de 80 actividades de todo tipo en la Semana Mayor; se reniega del uso de mascarillas, autorizando a las fuerzas policiales decomisarlas a quienes la porten. Se ha llegado al extremo de suplantar a sacerdotes católicos por fanáticos partidarios para sacar a las calles las procesiones religiosas que la Conferencia Episcopal ha prohibido realizar. Otros curas renegados de distintos municipios han desobedecido a sus autoridades eclesiales y han procedido a realizarlas, exponiendo a los asistentes al peligro inminente del contagio.

A medida que la crisis y las victimas mortales aumentan en el resto del mundo, en Nicaragua se falsean las cifras con inimaginables y oscuros objetivos. Se asegura que únicamente hay 9 contagios, todos “importados”, dos pacientes recuperados y un fallecido. Sin embargo, las autoridades cubanas informan de cuatro personas contagiadas como casos importados de Nicaragua. Paralelo a estas contradictorias cifras, el número de afectados por Neumonía crece exponencialmente, a la fecha se reportan más de 22 mil casos y casi 70 muertos supuestamente por esta causa.

29 días después de su última ausencia, este sábado 11 de abril se nos asegura por varias fuentes en Managua que el desaparecido Ortega apareció un día antes del Domingo de Resurrección, ganándole al mismísimo Jesús de Nazaret. Fue visto caminando dentro de su casa en el Reparto El Carmen, más delgado y desmejorado que antes, lo cual daría por finalizada una potencial crisis de sucesión, mas exacerbada en las redes sociales que real. El Articulo 145 de la Constitución Política de Nicaragua establece que ante la ausencia del Presidente de la República, quien lo sustituye en el cargo es el Vicepresidente de la República, en este caso Rosario Murillo, eligiéndose al nuevo Vicepresidente de entre los diputados de la Asamblea Nacional. Sin embargo, la crisis actual no es de sucesión, sino de cómo un gobierno irresponsable y ausente enfrenta una crisis de salud que pone en riesgo a sus propios ciudadanos y al resto de Centroamérica.