viernes, 18 de septiembre de 2015

LA COSTA CARIBE: UN GIGANTE SEDADO

Por esta tierra pasó, el pedernal y la miel pasó,
El oro, el jade pasó, pero nada se quedó

Luis Enrique Mejía Godoy: Un Gigante que Despierta



La situación por la que atraviesan las comunidades indígenas de la Costa Caribe Norte puede ser la génesis de un conflicto de dimensiones mayores si el estado y el gobierno no ponen, y de manera urgente, cartas en el asunto. Decíamos en nuestro editorial anterior que los errores que se cometieron durante los años 80’s en esas zonas se pagaron y muy caro. Pareciera ser que quienes detentan el poder actualmente, que son muchos de los que lo detentaban en aquellos años, no han aprendido las lecciones de la historia, por lo que estarían condenados, y de hecho lo están haciendo, a repetir los errores pasados, con las funestas consecuencias que ya estamos viendo y que todo pareciera indicar que son apenas la punta del iceberg.

La vieja canción del cantautor Luis Enrique Mejía Godoy nos habla de la Costa Atlántica, hoy Costa Caribe, como el Gigante que Despierta, un gigante que ya nada detiene, pero a decir verdad, al gigante le cuesta despertar, tiene 36 años de quererlo hacer y cada año que pasa luce más que cansado, como si estuviera sometido a estupefacientes, dopado, sedado, anestesiado para que continúe su somnolencia, mientras los que administran los somníferos continúan aprovechándose de su sueño para robarle hasta los calcetines. Muchas son las causas de la crisis actual en el Caribe Norte y que se extiende también al Caribe Sur. Veamos.

EL TRAFICO DE TIERRAS: LA MADRE DEL CORDERO

El tráfico ilegal de tierras a la escala que ocurre en el caribe nicaragüense nació con el fin del conflicto bélico de los años 80’s. Según la revista Envío de Marzo de 1993 podemos leer lo siguiente: “En junio/92, el gobierno Chamorro recordaba con gran despliegue propagandístico que en 2 años de gestión había entregado a los ex-contras de la Resistencia 400 mil manzanas de tierras, beneficiando así a 11 mil familias. Esas tierras se encontraban fundamentalmente en la frontera agrícola, en el borde de las Regiones Autónomas del Atlántico Norte y Sur, de Río San Juan, Matagalpa y Jinotega, avanzando así sobre tierras vírgenes en el borde de la Reserva de Bosawás y en lo que queda de bosque en el centro y Atlántico del país”. Si bien es cierto que esta nueva colonización era una obligación del gobierno de Doña Violeta para poder cumplirle a los desmovilizados de la Resistencia, no es menos cierto que la misma tuvo como consecuencias la presión hacia las áreas boscosas al norte, producto de una mayor cantidad de familias que ampliaron las propiedades recibidas, el naciente tráfico de propiedades, la agricultura migratoria y la ganadería extensiva, teniendo todos como punto en común la creciente explotación y tráfico ilegal de madera.  

A esto hay que sumarle las expectativas actuales de Grandes Productores asociados a los grupos de poder dependientes del estado y del partido de gobierno, para desarrollar el cultivo a gran escala de productos que hacen un uso extensivo de la tierra: Piña, Palma Africana, Café Robusta y Caña de Azúcar entre otros, para lo cual requieren la creación de grandes latifundios a costa de las tierras ancestrales tituladas ilegalmente por el Estado en beneficio de sus allegados o sus testaferros. Un elemento adicional que habría que tomar en cuenta es el uso de la tierra para el desarrollo de la ganadería extensiva y construcción de mataderos en la región (o compra de los actuales por la vía de la quiebra económica), que aproveche la cercanía de un eventual Puerto de Aguas Profundas que se negocia al margen del fracasado proyecto canalero. Según el Plan de Desarrollo Humano presentado a la Asamblea Nacional el jueves 10 de mayo del 2012 por el Sr. Paul Oquist, se contemplaban las siguientes inversiones del Holding Empresarial de la familia presidencial (ALBA): Matadero en Mulukuku, Matadero en Muelle de los Bueyes, Planta Lechera en Camoapa, Planta Lechera en Acoyapa y una Planta de Procesamiento de Maíz en Ciudad Darío. A esta presión por la tierra se vincula también la amenaza en la que se encuentran las propiedades que se ubican en el eje de la proyectada ruta canalera en el Caribe Sur, para que sean vendidas a precio de “guate mojado” a la empresa HKND o en su defecto expropiadas en virtud de la Ley 840.

Se pretende hacer caso omiso de la inalienabilidad de las tierras ancestrales propiedad de las comunidades indígenas o de los Pueblos Originarios, en abierta violación de la Constitución Política que garantiza esos derechos, así como de la Ley 28 o Estatuto de Autonomía de las Regiones Autónomas de la Costa Atlántica de Nicaragua y de la Ley 445, Ley de Régimen de Propiedad Comunal de los Pueblos Indígenas y Comunidades Étnicas de las Regiones Autónomas de la Costa Atlántica y de los Ríos Bocay, Coco, Indio y Maíz. Si no es el actual gobierno, sus funcionarios, operadores políticos y agentes económicos quienes están detrás de todo este relajo, es el mismo gobierno quien tiene las leyes, las instituciones y los argumentos para detenerlo. No hacerlo es admitir su colusión en el mismo.

EXPLOTACION Y CONTRABANDO DE MADERA

Con el cuento del aprovechamiento de la madera tumbada por el Huracán Félix, surgió ALBA FORESTAL, principal empresa maderera que despala las Áreas Protegidas de Bosawas, uno de los más importantes territorios indígenas, en donde viven cerca de 40 mil miskitos y mayagnas. Esta es la única empresa para la cual no surte efecto legal las vedas decretadas al corte de maderas preciosas tales como el Cedro Macho, Caoba, Granadillo, Pochote entre otras, en las Áreas Protegidas. De acuerdo a un estudio realizado en el 2010 por la Agencia Alemana de Cooperación Técnica, GIZ, el negocio de la madera, legal e ilegal, tiene un peso económico al inicio de la cadena entre 10 a 20 millones de dólares anuales. Luego se desarrollan una serie de eslabones de comercialización y producción, que incluye alistadores, rastreadores, transportistas, finqueros, negociantes y que termina en los compradores, que adquieren la madera en la zona o en el extranjero. Estos últimos representaban un fuerte peso económico de 118 millones de dólares, según datos del Banco Central de Nicaragua (BCN), el 2.5% del PIB de aquellos años. La pregunta del millón es ¿Que hace el Batallón Ecológico? Porque el despale y el tráfico de madera continua indetenible a razón de 70,000 Ha anuales y solo en Bosawas alcanza desde el 2005, 42,000 Ha al año. ¿INAFOR qué hace, qué regula? Quién o quiénes están detrás de los colonos que despalan el bosque sin que nadie los detenga? Qué relación existe entre estos y ALBA FORESTAL?

CONCENTRACION FORZADA DE LA EXPLOTACION DE LOS RECURSOS PESQUEROS

Otro de los recursos naturales objeto de la codicia de quienes detentan el poder son los recursos pesqueros, sobre todo después de la sentencia de La Haya que devuelve una enorme área de la plataforma marítima que anteriormente explotaban los colombianos.  Estas nuevas áreas de pesca han impulsado a los operadores del Holding Empresarial de la Familia Presidencial a adquirir de manera forzada la mayoría de las Plantas Procesadoras de Mariscos y de las empresas pesqueras que operan en el Caribe Norte y Sur. La utilización chantajista del control que se tiene del combustible para no vender a las empresas que se nieguen a ser compradas y el chantaje a través de la DGI para imponer “Reparos Fiscales” a aquellos que se resistan a vender sus empresas, son parte de los mecanismos empleados para lograr la concentración de la explotación de los recursos pesqueros.

CONCESIONES MINERAS TRAFICADAS COMO BARAJAS DE NAIPES

Otra de las causas de la actual situación que se vive en la Costa Caribe son las concesiones mineras, las cuales se trafican como barajas de naipes. Los distritos mineros ubicados en tierras indígenas compiten con la voracidad del estado por ser el único beneficiario de la explotación de los recursos mineros, contrario a la Ley de Autonomía y la Ley 445. Existe un floreciente mercado de concesiones mineras, el cual, en el mejor de los casos y dándole el inmenso beneficio de la duda, es ignorado por las autoridades competentes. Pero alguien tiene que meter mano en este asunto y ese alguien es el estado y el gobierno nicaragüense. Por que no lo hacen entonces? 

EL NARCOTRAFICO: EL PULPO QUE TODO LO ATRAPA

Quizás el potencial mayor problema que se presenta en la zona y a mediano plazo, la principal amenaza para el país, es la presencia del narcotráfico en el conflicto de la Costa Caribe Norte. Con el quiebre de los carteles hondureños Los Cachiros, Los Valle y Don H, la destrucción de la mayoría de las pistas de aterrizaje clandestinas que utilizaban los narcos en la mosquitia hondureña y el desmantelamiento del puente aéreo que trasladaba una tonelada de cocaína por vuelo desde Venezuela (5 – 10 por día) -de acuerdo a declaraciones del Jefe del Comando Sur de los EE UU, el General John Kelly- lo peor que nos podría pasar es que las mafias del narcotráfico internacional se den a la tarea de buscar nuevas áreas de asentamiento en el Caribe Norte de nuestro país, aprovechando la ausencia del estado, lo inhóspito del terreno, la pobreza extrema y el abandono de la población indígena, la mano de obra barata producto de la carencia de fuentes de empleo y la promesa de ganar dinero fácil en grandes cantidades. Por eso resulta inexplicable que las autoridades nacionales repriman con la fuerza con la que lo han hecho a las comunidades indígenas y no se haya tomado ninguna acción sobre los colonos, quienes están mucho mejor armados y avituallados. Será que la sombra que los cobija es de animales grandes?

Como podemos apreciar, hay mucho en juego como para permitir que el gigante despierte, es mejor mantenerlo sedado o dopado para poder seguir explotándolo inmisericordemente, independientemente de si las Comunidades Indígenas, Pueblos Afrodescendientes o Pueblos Originarios lleguen a desaparecer en este proceso de depredación infame. Los recuerdos de la Navidad Roja, el Éxodo a Honduras, el desplazamiento de comunidades indígenas enteras hacia la profundidad del territorio para “quitarle el agua al pez” cada vez se hacen presentes en una población que resiente el trato recibido de parte del estado nicaragüense. Se hace necesaria una obligada reflexión de todos estos elementos para después no tener que lamentar las consecuencias que muchos estamos viendo y advirtiendo a la distancia. 

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