Creerá el comandante que los
gringos son los culpables del enriquecimiento ilícito de Néstor y Cristina Kirchner
a costa del erario público argentino, algo que por fin se revela en el gobierno
de Mauricio Macri? O será que cree también que los imperialistas obligaron a
Luis Ignacio Lula da Silva a utilizar el tráfico de influencias con la
constructora Odebrecht, entre otras, para ganar las licitaciones de Petrobras y
obligaron también a Dilma Rousseff a maquillar las cifras para proteger a su
mentor político? Probablemente el comandante crea ciegamente que el yanqui
opresor es culpable de armar la conspiración conocida como “La Línea” en
Guatemala, en donde el ex presidente Pérez Molina y su ex vice presidenta
Baldetti encabezaron una mafia gubernamental para estafar al erario público en
ese país. Quizás considere como verídicas las afirmaciones del heredero del
“Eterno”, Nicolás Maduro, que los yanquis y sus “escuálidos” aliados son los
causantes del desabastecimiento que agobia a los venezolanos.
Su primer embajador en
Washington, Arturo Cruz Sequeira, considera que el comandante es presa de lo
que él denomina la “Profecía Autocumplida”, definida por el sociólogo Robert K.
Merton en su libro Teoría Social y Estructura Social, en los términos de la falsa definición de una situación o persona
que evoca un nuevo comportamiento, el cual hace que la falsa concepción se haga
verdadera. El poseedor de la falsa creencia percibirá el curso de eventos como
una prueba de que estaba en lo cierto desde el principio. Por decirlo de
alguna forma, una especie de “Falso Positivo” que absorbe a su propio creador.
Otros consideran que se
trata simplemente de una actitud paranoica del comandante de ver enemigos por
todos lados y atacar a todos y a todo, sin importar si son nacionales o extranjeros
o si sus actuaciones golpean más la credibilidad de su gobierno o la economía
nacional. Son tantos los “arrebatos” del comandante, que hasta sus mismos
aliados del Gran Capital y las cúpulas empresariales están desconcertados por
tanto disparate que aún no logran entender.
La lista es larga: 1) Expulsión
del país del Director Regional de Freedom House, Carlos Ponce; 2) La “declaración
de principios” durante el anuncio de su séptima candidatura, de que aquí no iba
a haber observación electoral, acusando casi de vagos e intervencionistas a
funcionarios de la OEA, UE, Centro Carter y embajadores extranjeros; 3) La
orden dada al embajador en la OEA Moncada Colindres de pedir la renuncia del
Secretario General Luis Almagro; 4) El conflicto artificial con México con el
estudiante desaparecido, que luego apareció en las celdas de El Chipote con
claras señas de torturas “auto infringidas”; 5) La expulsión de tres ciudadanos
norteamericanos, dos de ellos funcionarios de Aduanas y un tercero, el Dr. Evans
Ellis, investigador del Instituto de Estudios Estratégicos del Colegio de
Guerra del ejército norteamericano; 6) Apresamiento y expulsión del país de los
jóvenes ambientalistas y miembros de la Caravana Mesoamericana para el Buen
Vivir; 7) Apresamiento y expulsión del ambientalista hondureño y miembro del
grupo Veda Verde, José María Reyes, abandonado en un puente de la frontera con
Honduras a altas horas de la noche. Cabe señalar que Reyes es hijo de José
María Reyes Matta, “Comandante Pablo Mendoza”, de las Fuerzas Armadas del
Pueblo (FAP), quien se levantó en armas contra el gobierno hondureño en 1983 al
frente de una columna guerrillera infiltrada en territorio catracho desde
Nicaragua. Reyes Matta y la columna que dirigía fue aniquilada por fuerzas
conjuntas del Ejercito de Honduras, tropas norteamericanas y fuerzas de la “Contra”
que efectuaban las maniobras militares “Ahuas Tara”. En esta acción también fue
capturado y ejecutado el nicaragüense, ex Boina Verde, David Arturo Báez Cruz,
hijo de Adolfo Báez Bone.
También existen quienes
consideran que todo lo actuado por el comandante forma parte de la estrategia
que se ha trazado para cumplir los objetivos que con toda precisión y claridad
ha definido: Continuar en el poder este próximo periodo y legitimar el enorme
capital acumulado en 10 años. Es un asunto vital para él y su grupo económico familiar,
por lo que no se puede permitir el lujo de poner en riesgo el poder como lo
hizo en 1990. Está convencido que el gobierno de los Estados Unidos no tomará
ninguna acción ante el eventual fraude electoral en Noviembre, ya que estarán
inmersos en sus propias elecciones y para el 2017 habrá que negociar con quien
llegue a la Casa Blanca partiendo de cero y en base a hechos consumados, él
en la presidencia. Sabe también que la OEA no hará nada mientras este
empantanado con el problema venezolano. Por eso ha optado por tomar la
iniciativa con suficiente anticipación, no sea que otra Violeta hubiera ayudado
a sacarlo nuevamente del poder y a cualquiera, en un eventual nuevo gobierno,
se le hubiera ocurrido solicitar a la ONU la conformación de una Comisión
Internacional en Contra de la Impunidad en Nicaragua, al igual que en Guatemala
y Honduras, para que investigue su actuación durante los dos periodos
anteriores, que dicho sea de paso hay mucho que investigar.