Se nos va el mes de Abril y nos deja un hermoso despertar, el de una juventud heroica, el de un pueblo generoso y valiente, nos deja un hito en la historia de nuestra sufrida Nicaragua, nos deja un antes y un después. Otro abril que se recordara por siempre, como aquel 4 de Abril del 54, heroico, sangriento, de luto y dolor.
Coincidencias de la vida, nos deja marcado en el calendario de la nación otro 19, también con aires de liberación, de ruptura de cadenas auto impuestas, de apertura de calabozos mentales en que nosotros mismos nos habíamos recluido, de perdida del miedo que de manera colectiva incubamos, interiorizamos y creímos. Nos deja las calles, que empezamos a perder el 10 de enero del 2007, después que muchos escucharon y creyeron en cantos de sirenas.
Estamos a las puertas de Mayo, el mes que tradicionalmente trae las lluvias que todo lo reverdece, que todo lo lava, menos la sangre de los mártires. Mayo inicia con una efemérides mundial, el Día de los Trabajadores, efemérides que nos recuerdan a otra matanza, la de Chicago.
En Nicaragua, hasta eso nos había confiscado el régimen. Nos cambiaron las tradicionales marchas de los trabajadores de los sindicatos independientes por las marchas de los afiliados a los sindicatos blancos, los sindicatos que habían castrado la voluntad de la clase trabajadora nicaragüense. Marchas organizadas desde el poder para alabar al poder. Marchas hechas a punta de presión por los comisarios políticos de las oficinas publicas, transformados ahora en los CLS, quienes lista en mano, pisotearon la dignidad del trabajador del estado durante todos estos años.
El régimen, golpeado animicamente, moribundo tras perder la exclusividad de las calles, desconcertado al ver símbolos e ignominiosos afiches en el suelo y de nuevo, mas no derrotado, llama para el 30 de abril y no el primero de mayo, a una marcha en Managua. Una marcha que pretende moralizar a una grey lacerada en su moral, una marcha con fondo de banderitas blancas y sones de paz y amor, igual a las campañas de los 90's, que nos vendían al lobo de Gubia disfrazado de una inocente oveja, una marcha en la que harán lo imposible para traer gente de todo el país y mostrar un musculo, que al día de hoy se ve flácido y desnudo, ante la mirada vigilante de un pueblo que dijo Basta Ya!.
No se cuantos trabajadores del estado se prestaran a ir a corearle al dictador No te Vas, te Quedas! Cuantos empleados públicos empeñaran su dignidad en momentos cruciales de nuestra Patria. Podrán correrlos a todos? No lo creo, pero la decisión esta en manos de ellos.
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