No importa lo que tengamos
que hacer,
el error más grande seria perder
el poder
aquí habrá Frente
Sandinista Ayer, Hoy y Siempre.
Tomas Borge Martínez
Las
últimas acciones represivas del orteguismo en contra del pueblo, que reclama
desde diferentes lugares del país sus derechos políticos conculcados, evidencia
una vez más la consolidación del modelo neo somocista, implantado a partir del
10 de Enero del 2007. El fenómeno vivido en estos pocos meses, antes, durante y
después de las elecciones municipales, es la continuación de la violencia
institucionalizada que se presentó después de las elecciones nacionales del
2011. En los meses de Noviembre y Diciembre del año pasado, el orteguismo hizo
gala de los grupos paramilitares armados que gozaron de la protección de las
fuerzas policiales, así como de la movilización de grandes contingentes de
trabajadores del estado junto a grupos de pandilleros y antisociales, para
aplacar las denuncias y reclamos de pequeños grupos de opositores en contra del
fraude electoral del pasado 4 de Noviembre. Siuna, Cusmapa, Jinotepe y La
Concha, fueron algunos de los lugares
donde se demostró la “fortaleza” del partido de gobierno, apaleando y abatiendo
opositores desarmados con la colaboración, o al menos “la neutralidad activa”
de las fuerzas del orden público.
Esta
vez, el régimen ha escalado el nivel de violencia en contra de la población a
niveles nunca vistos en el tiempo que lleva en el poder, tal como es el caso de
Nueva Guinea, cuya población reclama con justa razón el robo de la alcaldía. El
mensaje parece ser claro, el modelo neo somocista que representa el orteguismo,
se consolidará cueste lo que cueste. Muy dados a los juegos de imágenes,
consideran que la masividad de la represión ejecutada en este municipio calmará
los ánimos del resto del país y no se repetirá el ejemplo de rebeldía en otros
municipios. Es un hecho que las fuerzas desplegadas han sido desproporcionadas,
tanto en número de efectivos policiales, como, según aseguran fuentes del
propio municipio, el involucramiento del Ejercito Nacional con desembarco de
destacamentos de paracaidistas en las afueras del pueblo. No confirmado, pero
el rumor de los lugareños es suficiente como para dejar la preocupación
planteada.
Valdría
la pena analizar tal despliegue de fuerzas, ya que la relación entre Ortega y
Alemán se supone que dan el suficiente margen para mantener en calma a las
bases liberales de Nueva Guinea. Sin embargo, la realidad es otra, el candidato
liberal estuvo huérfano de apoyo de sus dirigentes nacionales y la solidaridad
vino de otras fuerzas políticas. Solo a última hora y como para contrarrestar
esto último, la dirigencia del PLC se hizo presente, aunque el silencio y la
pasividad mostrada durante una semana es harto elocuente. Luego está el asunto
de si el municipio de Nueva Guinea representa, en términos estratégicos
electorales, una gran conquista como para echar a andar la maquinaria represiva
con el fin de conservarlo. Es un municipio más, de aproximadamente 70 que se
han definido por parte de Ética y Transparencia, en los que hubieron serios
señalamientos de irregularidades y que ponen en duda la veracidad de los
números anunciados por el “Hacedor de Milagros”, el Magistrado de Facto Roberto
Rivas Reyes.
El
candidato liberal demostró, actas en mano, que el triunfo le correspondió y por
amplio margen. Lo que se hizo por parte del CSE, de la mano de sus estructuras
municipales y departamentales, es lo mismo que hacia Modesto Salmerón en
tiempos de Somoza García, cambiar las cifras de votos, dándole al dictador los
votos de los conservadores y a estos los votos de los somocistas. Demás está
decir que la desvergüenza de estos señores del Consejo queda fuera de toda
discusión, pero arriesgar tanto por un municipio que está en la profundidad de
la montaña, en un rincón casi olvidado del territorio nacional, entre la RAAN,
Chontales y Rio San Juan, pareciera una locura. Pero no lo es. Precisamente su
ubicación geográfica es la razón estratégica de semejante asalto a la voluntad
popular. El municipio de Nueva Guinea se encuentra casi en línea recta con
Monkey Point, el Puerto de Aguas Profundas a construirse una vez que se empiece
a desarrollar el proyecto del Gran Canal.
El
estudio presentado por el gobierno para la construcción del Canal Seco define dos
rutas alternativas y la línea del ferrocarril, que “coincidentemente” pasan por
el territorio que al día de hoy se encuentra en disputa con las fuerzas del
orteguismo. Controlar políticamente el municipio de Nueva Guinea, con mayoría
oficialista en el Concejo Municipal, facilitaría las cosas para los interesados
en la construcción del Canal, que para nadie resultaría extraño, si además del
capital de inversionistas de China Continental, aparece plata nacional
proveniente de las empresas de la familia presidencial, el pulpo de los mil
brazos, las ALBA BUSSINES.
El
famoso “Plan B” que se anunciaba previo a las elecciones en Venezuela, cuando
se dudaba hasta el último momento de la victoria de Hugo Chávez por parte de
sus socios minoritarios nicaragüenses, es precisamente el amarre de la
inversión China en nuestro país como sustituto de la venezolana. Inversión en
Tele Comunicaciones, llevando como estandarte el Satélite mandarín,
comprometido con empresarios de la gran nación asiática a un costo de
aproximadamente 250 Millones de Dólares. Inversión china programada en la
manufactura de partes electrónicas, por valor de Un Mil Ochocientos Millones de
Dólares. La construcción de la refinería
“El Supremo Sueño de Bolívar”, a un costo de aproximadamente Seis Mil Setecientos
Millones de dólares contratada con empresas chinas.
La más que probable inversión china para la construcción del Puerto de
Aguas Profundas en Monkey Point, un proyecto estimado en unos 300 Millones de
Dólares y que fue “desestimado” por inversionistas brasileños.
De
acuerdo al mismo Ortega, en declaraciones de Agosto del año pasado, planteaba
que: “la construcción del puerto
permitiría que el país contará con dos canales secos que conectarían Monkey
Point con el puerto de Corinto, en el océano Pacífico. Uno de esos canales es
la carretera Corinto – Managua – Nueva Guinea – Monkey Point, de los que sólo
falta construir el último tramo que tiene entre 70 a 75 kilómetros, según el comandante,
mientras que para el otro habría que construir una vía férrea de 510 kilómetros
que uniría ambos puntos, sólo que rodeando el Lago de Managua por su borde
noreste, con lo que evitaría pasar por la ciudad de Managua”. La
construcción del Gran Canal de Nicaragua está estimada por el mismo gobierno en
aproximadamente Treinta Mil Millones de Dólares. De acuerdo a todas estas
previsiones, poco faltará para que la sustitución del gallo pinto por el chop
suey sea un hecho.
Todos
estos negocios que se proyectan alegremente entre la cúpula del partido –
gobierno, el Gran Capital Nacional y el sector empresarial parasitario del
país, pasan forzosamente por la consolidación del modelo neo somocista
implantado por el orteguismo. Un modelo que privilegia a los poderosos en
detrimento de las grandes mayorías, como se demuestra fehacientemente con la reciente
aprobación de la Ley de Concertación Tributaria, que benefician a un reducido
sector que acapara la mayor parte de las riquezas generadas en el país. Un
modelo excluyente, con la misma inequidad económica del régimen somocista; que
persigue el hegemonismo político para continuar disfrutando de los beneficios
del poder; con una estructura social que en la base de la pirámide se encuentra
el 85 % de la población en condiciones de pobreza y pobreza severa y que
sostiene al restante 15 % que disfruta de esta inequidad social y económica. Un
modelo que enriquece desmedidamente a la cúpula gubernamental y partidaria, lo
que hace que ésta pretenda mantenerse a cualquier costo en el poder, según
palabras de un difunto personaje, para continuar la obscena danza millonaria.
Un modelo que a partir de ahora, y por la víspera se saca el día, el uso de la
fuerza represiva institucionalizada para pacificar el país y consolidar el
modelo, será la constante de cada día. Igualito al somocismo, cometiendo los
mismos errores, partiendo de las mismas premisas y que casi seguro, recogerá
más temprano que tarde, los mismos resultados.
(Todas las fotos son tomadas del Diario La Prensa).