Como explicábamos en nuestros cuatro editoriales
anteriores, a partir del 2007, con la llegada al poder de Daniel Ortega se
inició en el país y bajo la tutela del nuevo gobierno, un proceso de
cooptación, captura y reconfiguración del estado nicaragüense, con el objetivo
de cambiar todas las reglas del juego existentes hasta ese momento y poder
aprovechar y explotar en beneficio de la familia y la cúpula política
gobernante los recursos del país. Para lograr esto, explicábamos, han contado
con cooperadores necesarios en distintas áreas: empresarios ambiciosos e
inescrupulosos, religiosos rendidos al poder y al dinero, empresarios
uniformados igualmente inescrupulosos, policías con alma y espíritu
partidarizado, mercenarios de la política, y porque no decirlo, con una
sociedad cansada de conflictos bélicos, promesas incumplidas y políticos
corruptos, que dio finalmente el voto de confianza que Ortega necesitaba en el
2006 y en el 2011, fraudes incluidos.
CONSTRUYENDO UNA NUEVA CIUDADANIA
A partir del 2007, empezaron a delinear lo que ellos
dieron en llamar “la nueva ciudadanía sandinista”, un viejo experimento que
otros antes que ellos ya lo habían intentado: Hitler, Mussolini, Stalin,
Ceausescu, entre algunos que consideraron a los ciudadanos de sus respectivos
países como una masa moldeable, sin identidad, descerebrada y fácilmente
convertible en robots. Igual que aquellos lo hicieron , apelan al “partido”
como el único camino y ellos, dirigentes, la Verdad y la Vida. Nadie es salvo
si no se inclina, si no se somete, si no acepta con gusto las cadenas. El
planteamiento que plasmaron en la Hoja de Ruta: Socialismo del Siglo XXI,
Hermandad Revolucionaria fue el siguiente: “En esta actividad descansará la
participación y movilización popular, concentrándonos fundamentalmente en los
sectores más desposeído y marginados del país. Igualmente debemos socavar y
arrebatarle simpatizantes a todos los partidos políticos. En tiempo record
debemos de ser el partido más numeroso fuerte y masivo. Los compañeros de los
Consejos del Poder Ciudadano, serán los interlocutores confiables y preferidos
dentro del partido y gobierno, a quienes debemos apoyar en todo momento con
todos los recursos disponibles. Garantizaremos la conformación de 2 millones de
militantes Sandinistas antes de las Próximas Elecciones del año 2011. Soporte
suficiente para agenciarnos el triunfo”.
LA JUVENTUD VRS. LA VIEJA GUARDIA SANDINISTA: BORRANDO LA
HISTORIA
Una nueva ciudadanía exige una nueva historia, nuevos
códigos, nuevos paradigmas. El arquetipo del sandinista, identificado en el
guerrillero, en el combatiente histórico, en el veterano de guerra que luchó
armas en mano a la contrarrevolución ha dejado de existir. La compañera quiere
savia nueva, sangre joven, sin historia, sin antecedentes, sin más referentes
que los que ella trata de construir en la mente fresca y moldeable de quienes
quieren los espacios políticos que ni siquiera soñaron, que acaten todo sin
chistar, gustosos, solícitos, así sea vapulear a otros ciudadanos, rotondear,
robar votos, asaltar opositores, romper manifestaciones, infiltrarse en las
organizaciones no afines a la línea oficial, chivatear, llenar plazas o agredir
a quienes les disputan los espacios, sus mismos compañeros, la Vieja Guardia
Sandinista. Una nueva historia para una nueva militancia que se escribe a
partir del 2007. Lo demás es pasado, triste, excluyente, de sangre, de guerra,
de lucha y obviamente nadie que no haya participado puede competir con los
“viejos”, que año con año, en la plaza, los 19, se reencuentran, cuentan sus
anécdotas, sus combates, sus hazañas, reales o ficticias, las nostalgias de un
pasado que jamás volverá. Estos son los dinosaurios, los que ya nadie quiere, a
los que hay que apartar sin siquiera darle las gracias por haber defendido la Revolución
en los 80’s y aguantado los 16 años de gobiernos neoliberales.
LA NUEVA ESTRATIFICACION SOCIAL SEGÚN LA ENCICLICA
FAMILIAR
Con la llegada a mares de los ríos de leche y miel
provenientes de Venezuela, dio inicio a una nueva estratificación social en
Nicaragua. La pirámide social anterior era demolida y se re-configuraba a partir
de un nuevo vértice: La familia Ortega Murillo, la cúspide, dueños del poder
político absoluto y una riqueza alucinante, por lo inmensa y lo rápido en
acumularse. Seguían en orden descendente la casta partidaria, militar y
policial: el sustento político y el respaldo armado, la vieja versión somocista
del partido con dueño y la guardia pretoriana. Más abajo, por asuntos de
confiabilidad, el Gran Capital y sus operadores empresariales, cooperadores
necesarios que felices y contentos también han disfrutado a más no poder de la
bonanza petrolera y el erario público, sea en “préstamos del rey”, información
privilegiada o licitaciones amañadas. Más abajo los demás aliados, acompañantes
de ocasión: curas renegados para subvertir el orden en las filas católicas;
pastores evangélicos entregados en cuerpo y alma a Mammon, el Dios de la
Avaricia; mercenarios de la política, pactistas de toda laya, vendedores de tendidos
electorales, traidores y puñaleros; sindicalistas con ínfulas de empresarios, enemigos
de la clase trabajadora a la que dicen representar; remanentes de veteranos de
guerra de ambos bandos, tontos útiles rendidos al poder por escasas monedas. Y
al final, en la base de la pirámide, la inmensa mayoría del pueblo pobre, la
eterna excusa de quienes gobiernan en su nombre para enriquecerse inmoral,
ilícita e impunemente; la verdadera oposición, los que ni se venden ni se
rinden, con y sin partido, honestos, dignos y en pie; los que han despertado
del letargo de más de 16 años; la Iglesia de Dios, la verdadera Iglesia,
Católica y Evangélica, que vive el calvario de todos los días en cada uno de
sus feligreses sin trabajo, sin futuro, sin esperanzas; los pequeños y medianos
empresarios, cuentapropistas, profesionistas, emprendedores a fuerza y
necesidad, que no tienen ni patas ni argollas con el poder, que no co –
legislan en los cuartos de al lado, que tienen que verse las caras a diario con
los recaudadores de impuestos, que pagan la luz y el combustible a precios de
estafa y que enriquece cada día más a los que detentan el poder; los que
esperan la redención.
POBREZA Y EDUCACIÓN: LAS CLAVES DEL CLIENTELISMO POLITICO
No ha sido difícil la construcción de la “nueva
sociedad”, bastaba la ausencia de escrúpulos y la firme determinación de
sostenerse en el poder a costa de lo que sea. Se ha dicho hasta la saciedad: un
pueblo pobre y embrutecido es el caldo de cultivo perfecto para incubar
dictaduras. Han convertido a los pobres de este país en eternos pedigüeños,
bajo el pretexto de beneficiarlos con láminas de zinc y animales de patio. Es
la distribución de la riqueza que pudieron hacer luego de recibir más de tres
mil millones de dólares de la cooperación venezolana. Hasta ahí da la
misericordia del comandante y la compañera. Mantener a los pobres siempre
pobres, estirando la mano, bendiciendo la mano que les da las migajas, sin
razonar siquiera que eso los condena a la miseria perpetua. Niveles de
educación de cinco años promedio en la ciudad y menor en el campo, aunque se
desvivan en anunciar los “enormes” avances en el área educativa. Programas de
estudio mediocres, maestros mal preparados y peor pagados, politización de la
enseñanza, donde vale más marchar por el partido que estudiar para los
exámenes, total, igual tratamiento tienen. Pobres y brutos, el sueño de pueblo
para cualquier dictador, porque todo se lo tragan sin masticarlo siquiera.
Ciudadanos convertidos en clientes y clientes pobres para remate.
LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y LA ROBOTIZACION DE LA
SOCIEDAD
Mantener este nivel de sometimiento requiere de una gran
capacidad de cobertura mediática, por eso se plantearon: “Recuperar a cualquier costo los
espacios perdidos en el campo mediático, invirtiendo recursos económicos y
humanos hasta dominar totalmente este campo tan estratégico para nuestra lucha.
Revertir las tendencias en contra del sandinismo, llevando la guerra mediática
al seno de la sociedad nicaragüense”. No tuvieron necesidad de confiscar
medios de comunicación, el consejo del “eterno” fue comprar lo que fuese
necesario, que para eso había plata y mucha. Iniciaron con el Canal 8 y han
barrido con el espectro televisivo, disponen de cientos de emisoras a nivel
nacional y locales, fracasaron con el periódico el 19, pero cooptaron a un
diario de cobertura nacional, que pasó de hacer el periodismo investigativo más
audaz del país, a un eco informativo del gobierno. La compra y cooptación de
medios de comunicación y el uso inescrupuloso del decálogo Goebbeliano han
tenido su efecto en el adormecimiento político de las capas más empobrecidas
del país, sin embargo la triste y dura realidad de la pobreza misma se han
encargado de despertarlas, por más novelas lacrimógenas y narco-series, la
nueva cultura nacional, que le den al pueblo en los canales que controlan.
El
contraste entre la obscena riqueza, mal habida, de una minoría parasitaria y la
rampante pobreza de la mayoría de nicaragüenses es cada vez más visible, es un
grito que todos escuchan, ya no se puede ocultar con discursos, consignas y
eslóganes. Cada día son más los que ven y entienden y cada vez menos los que se
hacen los que no ven y los que no ven del todo.