Está por finalizar el
año 2013 y se impone un análisis de los logros y fracasos del orteguismo y de
la gestión del comandante Ortega al frente de su gobierno inconstitucional,
producto de la violación flagrante a la Constitución Política que le permitió
saltarse los dos candados constitucionales que le prohibían correr como
candidato a la presidencia en el 2011. Muchos analistas, empresarios y
políticos proclives a las alabanzas al gobierno, nos quieren acostumbrar a la
idea de que estamos mejor que nunca, que el país goza de una situación
inmejorable, que la fantasía y el alucín de la Avenida Bolívar, del parque de
la niñez feliz y del nuevo malecón para los no palmados, son el referente
nacional de un pueblo iluminado, bendecido, prosperado y en victorias. Sin
embargo, siempre es necesario desmitificar tantas mentiras que se repiten como
un coro ensordecedor y cuyo fin último es que todos creamos que vivimos en el
mismo país en el que viven ellos, el país de la abundancia, el país de las
maravillas, el país de las candilejas, el país de la ficción. Veamos entonces
cuales han sido los “logros” de los que se ufanan tantos orteguistas oficiales
y oficiosos.
EXITOSA RELACION CON
EL EMPRESARIADO.
El 2013 significó
para el comandante la consolidación de la relación con el gran capital y un
sector de las cúpulas empresariales, quienes cobardemente prefirieron pasar de
la demolición del Estado de Derecho, la Institucionalidad y la Democracia, e ignorar
el origen corrupto de tanta riqueza mal habida por dos cosas: La primera, porque
consideran que es mejor tenerlo de su lado como “exitoso empresario” que en la
acera contraria como el Ortega “enemigo de la oligarquía vende patria” de los
años 80’s; la segunda y más importante, que ha compartido los ríos de leche y
miel que han brotado del cuerno venezolano de la abundancia. Pareciera ser que
la consigna de tanto desenfreno es que “la
fama pasa y la plata queda” y si de paso la comparte, que mejor! El miedo y
la complicidad han sido los principales elementos de esta cooptación, en la
cual ambos se hacen la guatusa, por un lado aquellos creen tenerlo atado en
tanto lo consideran nuevo rico afín a sus intereses, y por el otro Ortega los
usa como legitimadores de su capital y del poder que ilegalmente detenta,
teniendo a la DGI y la DGA como “sutiles disuasivos”.
RELACION CON LOS
ESTADOS UNIDOS.
Luego
del 2007, el pragmatismo del comandante en su relación con la Administración
Obama fue la tónica para alejar los fantasmas del pasado. Hubo que hilar fino
para complacer a Chávez y su dura retorica antiimperialista y conciliar los
intereses mutuos entre Estados Unidos y su gobierno. Muy hábilmente, logró
mantener este equilibrio, al extremo que el antiguo enemigo imperialista se
hizo de la vista gorda ante la violación a la Constitución en el 2006 y lo reconoció
como “Presidente Constitucional de Nicaragua”. Las razones eran bien simples,
mientras el de aquí siguiera cumpliendo los acuerdos entre ambos países, a
saber: combate a la inmigración ilegal, lucha contra el narcotráfico y el
terrorismo, los de allá no pondrían reparo en la política interna de nuestro
país. Este año que finaliza, con la Ley Canalera y las Reformas
Constitucionales, nuevamente la Administración Obama hace más patente que nunca
la vieja regla de John Foster Dulles y Harry Truman, de que “los Estados Unidos no tiene amigos, solo
intereses”. Para quienes estaban acostumbrados a “recibir la señal” de la
Embajada, ya deben estar más que claros que la solución está únicamente en
nuestras manos.
CONCENTRACION DE LOS
MEDIOS DE COMUNICACIÓN.
2013 se podría considerar
el año de la consolidación del aparato mediático del orteguismo, ya que han
copado los principales medios de comunicación televisivos, radiales y escritos
utilizando la clave chavista: comprar y no confiscar, que plata es lo que
sobra. Lo plantearon en Enero del 2009 en el
documento “Socialismo del Siglo XXI, Hermandad Revolucionaria” y lo han venido
cumpliendo a raja tabla: “Recuperar a cualquier costo los espacios perdidos en el
campo mediático, invirtiendo recursos económicos y humanos hasta dominar
totalmente este campo tan estratégico para nuestra lucha. Revertir las
tendencias en contra del sandinismo, llevando la guerra mediática al seno de la
sociedad nicaragüense”. Como un enorme eco, como una avalancha que arrastra
todo a su paso, el Principio
de Orquestación del Decálogo del Ministro de Propaganda nazi, Joseph Goebbels se repite
día a día, llevando “la verdad absoluta” de la Gran Hermana. “La propaganda
debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente,
presentadas una y otra vez desde diferentes perspectivas pero siempre
convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas”. Sin embargo, está todavía muy lejos
de crear la sociedad robotizada con la que ellos sueñan, la sociedad en la que
todos obedecen resignados, con el estómago vacío, la mano estirada y la sonrisa
forzada al mandato del amo absoluto, la versión tropicalizada de la nueva Panem
y el Capitolio, de los “Juegos del Hambre”.
CONCLUSION
DEL SOMETIMIENTO DE LAS FUERZAS ARMADAS.
Uno
de los grandes éxitos del comandante en este año que está por finalizar. La
Policía había sucumbido años atrás, más vulnerables económicamente y con
demasiadas “tentaciones” a la mano, desde el 90 se inició un proceso de
descomposición de sus mandos y desinstitucionalización, llevada a cabo por los
tres gobiernos de la post revolución como parte del desmontaje de las Fuerzas
Armadas heredadas. En Enero del 2007, el encanto del discurso del comandante que
evocaba el pasado sandinista fue aceptado por la Policía de muy buena gana, además,
era la mejor forma de expiar los pecados cometidos durante los años de “neo
liberalismo”. El caso del Ejército era diferente, el IPSM garantizaba la
independencia económica de la que careció la Policía y sus mandos mantenían el
respeto al proceso de profesionalización que tan bien había sido asimilado por
toda la sociedad. Sin embargo, tanta agua va al cántaro que al final se rompe y
el acoso y derribo de la institución castrense se completó en los últimos meses
de este fatídico 2013. Primero la Ley del Canal, con sus nuevas e inimaginables
riquezas como anzuelo para lo que vendría después: las Reformas
Constitucionales y por consiguiente los cambios al Código de Organización
Militar. El comandante estaba urgido de completar la pieza faltante al modelo
que pacientemente ha venido construyendo a partir de 1990, un ejército sometido
a sus intereses familiares. Los últimos eventos en el seno de la institución
obligan a pensar que todavía no se ha escrito el final de la historia y que la
sangre derramada en los campos de batalla no fue en vano.
CONSOLIDACION
DEL PROCESO INICIAL DE ACUMULACION DE RIQUEZA.
Quizás
el mayor logro del comandante y su entorno familiar en el 2013. A tono con la
vieja máxima del político - empresario mexicano Carlos Hank González, “El
Profesor”, de que “un político pobre es
un pobre político”, Ortega ha culminado, justo a tiempo con el cese de la
ayuda venezolana, un proceso de acumulación inicial de riquezas que le permite
estar en todos los negocios que desee. A partir de los monopolios de la
importación y almacenamiento del petróleo venezolano, la generación y
distribución de energía, el monopolio de la importación y distribución del
Bunker para las generadoras, la distribución de combustible, una enorme masa de
dinero que le posibilita, por increíble que parezca, financiar al estado
nicaragüense, pero por sobre todas las cosas, el monopolio del poder, el
comandante ha legitimado con sus pares empresariales el capital que tanto soñó,
convirtiéndose por amplio margen en uno de los hombres más ricos de este país.
Poder para hacer más plata y plata para conservar el poder, este año inicio el
salto hacia empresas mayores, un proyecto canalero que le sirve en bandeja un
enclave colonial del tamaño de un país, a la medida de sus ambiciones y sus
complejos.