Recientemente
el comandante Bayardo Arce, principal asesor económico del comandante Daniel
Ortega, expresó que nuestra economía va
bien, apoyando su afirmación en el hecho de que el Producto Interno Bruto Per
Cápita (PIB per cápita) ha venido creciendo y actualmente ronda los dos mil dólares,
por lo que finalmente hemos salido del selecto
grupo de países miserables. Este “reconocimiento internacional” del Banco
Mundial nos priva de recibir donaciones y préstamos concesionales de este y otros
organismos financieros multilaterales, teniendo que buscar el dinero necesario para
financiar el presupuesto en la banca internacional, a costos mayores y con otros
tipos de exigencias, sobre todo tomando en cuenta nuestra dudosa o disminuida capacidad
de pago.
EL
PIB PER CAPITA
El famoso
PIB per cápita, objeto de nuestra “graduación” financiera, es el resultado de
dividir al PIB de nuestra economía, entre la cantidad de habitantes, con lo
cual obtendríamos, en teoría, la riqueza económica de nuestro país y por
consiguiente la calidad de vida de este. De acuerdo a las cifras obtenidas, el
PIB nacional es de once mil novecientos cuarenta y seis millones de dólares (US
$ 11,946,000,000.00) y la población nicaragüense de seis millones ciento
cincuenta y dos mil habitantes (6,152,000), por lo que el PIB per cápita en
Nicaragua sería de US $ 1,941.80. Esta cifra indicaría la renta anual de todos
los nicaragüenses, incluida la del asesor económico, la de los restantes 209
multimillonarios que existen en el país y que juntos poseen 30 Millardos de Dólares,
las del 20 % de las familias con más altos ingresos que acaparan el 51 % del
ingreso total del país, la del 5 % de las familias más ricas que concentran
cerca del 22 % del ingreso total y la de todos aquellos que al amparo generoso del
gobierno han amasado en estos pocos años unos cuantos millones de dólares. Comandante,
no vamos bien!
LA
POBREZA CRONICA
Desgraciadamente,
el PIB per cápita ignora que existen, de acuerdo a cifras del Banco
Interamericano de Desarrollo, BID, cerca de 2,300,000 habitantes en situación de
Pobreza Crónica y aunque este indicador mide a aquellos que no han tenido la
oportunidad de tener acceso a una educación de calidad que les permita tener un
empleo digno y bien remunerado, otros indicadores miden el nivel de ingesta de
kilo calorías diarias, la cantidad de dinero que disponen diariamente para
sobrevivir, acceso a servicios básicos, salud, educación, tipo y calidad de la vivienda
que habitan, empleo y salario, entre otros. Es lo que se conoce como medición aplicando
índices multidimensionales y que de
acuerdo a estudios de la CEPAL, el 74 % aproximadamente de los nicaragüenses viven
en Pobreza Multidimensional, esto significaría que 4,552,480 de nuestros
ciudadanos están en este estado de pobreza, CUATRO MILLONES QUINIENTOS
CINCUENTA Y DOS MIL CUATROCIENTOS OCHENTA NICARAGUENSES. Muy mal Comandante, muy
mal!
LA
TRAGEDIA DE LA VIVIENDA EN NICARAGUA
Según
informe del mismo BID, nuestro país posee la tasa más alta en Latinoamérica de
viviendas inadecuadas, fabricadas con materiales deficientes y carentes de los más
elementales servicios básicos: el 78 %. Sumado a este lamentable estado, el 45
% de las viviendas son piso de tierra, lo que provoca problemas psicomotores y
de salud, como parásitos, diarrea, afecciones de la piel, enfermedades
respiratorias, entre otros. Hay que incluir también problemas como el
hacinamiento familiar, ya que son varias familias las que conviven en el mismo
techo con todas las consecuencias que esto implica. Sin embargo, el gobierno se
ufana de programas como el Plan Techo, que proporciona 10 láminas de zinc a
aquellas familias que comprometen su voto y lealtad con el régimen, la mayoría de
ellas en zonas urbanas y en condición de no pobres. Desgraciadamente, muchas son
vendidas inmediatamente después de recibirlas y quienes se benefician realmente
del programa son las ferreterías y los compradores que están a la viva para
comprar zinc barato. Esto no puede estar bien Comandante!
LAS
CONSECUENCIAS DEL DESPILFARRO
Toda
esta situación de pobreza, inequidad e injusticia social, no es más que el
resultado de un modelo económico equivocado y fracasado. Estamos pagando las
tristes consecuencias de haber apostado todo a la ayuda venezolana, mas por
criterios políticos e ideológicos que económicos; de haberla privatizado para beneficiar
a unos pocos en detrimento de la inmensa mayoría de la población, a quienes no
les llegaron los beneficios; es el resultado de la miopía política de creer que
Chávez iba a ser eterno y haber ninguneado la cooperación externa de aquellos países
que tradicionalmente nos habían apoyado. Estamos pagando las consecuencias del
despilfarro de US $ 3,303,3 Millones de Dólares que han llegado a nuestro país como
parte del convenio petrolero con Venezuela entre el 2008 y el 2014. Nunca un
gobierno había recibido tanto y en tan poco tiempo y los resultados obtenidos tan
pobres e incluso tan negativos.
A
menos que crean en la ilusión de los 2,000 dólares del PIB per cápita y ahí sí
que estaríamos más que mal Comandante.