Hoy miércoles 18 de Mayo se cumplen 116 años del natalicio de Augusto Nicolás Calderón Sandino, quien años más tarde sería conocido como Augusto Cesar Sandino, el General Sandino, El Héroe de las Segovias, ejemplo de dignidad y máximo defensor de la Soberanía Nacional. Nació Sandino en un pueblito de la zona suroccidental de Nicaragua, Niquinohomo, Departamento de Masaya, el 18 de Mayo de 1895. Hijo ilegítimo, como se decía en aquellos tiempos de atraso, de una empleada doméstica, Margarita Calderón y Gregorio Sandino, un cafetalero y comerciante.
Desde muy niño conoció la dureza del trabajo del campo, ya que tuvo que acompañar a su madre a los cortes de café en las haciendas de la zona del pacifico. Era la época en que los cortadores se trasladaban de finca en finca, como jornaleros de temporada. Ahora el café, otro día el algodón, otros las frutas. Lo que fuera, por duro que fuera, con tal de llevar el sustento, con la dignidad de madre soltera que desea lo mejor para su pequeño hijo, dignidad que muy seguramente fue de los primeros buenos ejemplos que aprendió de su progenitora.
Fue al arribar a los 17 años, cuando le tocó vivir un episodio que lo marcaría de por vida, al presenciar el cadáver del General Benjamín Zeledón tirado en una carreta para ser sepultado en Catarina, pueblo vecino de su natal Niquinohomo. El Patriota Zeledón caía en combate un 4 de Octubre, defendiendo los cerros de El Coyotepe y La Barranca y formando parte de la sublevación en contra del presidente Adolfo Díaz, títere impuesto por la intervención norteamericana en nuestro país.
A los 21 años de edad, inició un periplo que lo llevó a trabajar en las bananeras de Costa Rica, Honduras y Guatemala, evocando quizás los duros días de su niñez en las plantaciones cafetaleras y finalmente recala en México, donde toma contacto con líderes sindicales y dirigentes socialistas de la clase obrera que laboraban en las empresas petroleras del país del norte. Iba a ser este su principal fundamento teórico para lo que vendría poco tiempo después. Y ese tiempo llegó en 1925, cuando Nicaragua se desangraba en luchas intestinas por los grupos políticos que se disputaban, cual carroñeros, el poder. Chamorro derrocaba a Solórzano. Los yanquis derrocaban a Chamorro y ponían en su lugar al conservador Adolfo Díaz. Daba inicio entonces a la guerra constitucionalista entre liberales y conservadores, que desembocaría en la segunda intervención norteamericana en nuestra patria.
Sandino, incorporado a las filas liberales al mando de su vecino de Masatepe, José María Moncada, lucha en contra de los conservadores, hasta que este último claudica presionado por la amenaza de la invasión del ejército americano y decide unilateralmente desarmar a sus tropas, ante la promesa de ser presidente de Nicaragua. Halagos y traición, una combinación que se convertiría en la constante del atrasado tradicionalismo político que se conserva intacto hasta el día de hoy en nuestro país. Sandino no entró en el juego y decide seguir la lucha por cuenta propia y advierte a los vendidos: “Yo no estoy dispuesto a entregar mis armas en caso de que todos lo hagan. Yo me haré morir con los pocos que me acompañan porque es preferible hacernos morir como rebeldes y no vivir como esclavos”.
Luego de 6 años de heroica y desigual lucha en contra el ejército interventor y sus aliados nacionales, lucha que dio inicio un 12 de Mayo de 1927, Sandino, el General de Hombres Libres, logra el retiro de las tropas norteamericanas un 1 de enero del año 1933. Tardaría un año y un mes después de la derrota del invasor, para que el primero de los Somozas, Anastasio “Tacho” Somoza García, lo asesinara impunemente junto a los Generales Francisco Estrada y Juan Pablo Umanzor. Horas antes había sido asesinado el hermano del Héroe, Sócrates Sandino. A la matanza sobrevivió el Coronel Santos López, a la postre hilo conductor y enlace vital, entre la generación de Sandino y la generación de Carlos Fonseca, fundador y guía del FSLN.
Paralelamente, un 21 de Mayo, el Movimiento Renovador Sandinista, MRS, cumple 16 años de vida en el espectro político nacional. Se fundaba, precisamente tres días después de que el General Sandino cumplía 100 años de su nacimiento. Corría el año 1995, sin embargo, los antecedentes del nacimiento oficial del MRS se remontan a varios años atrás, siendo quizás la derrota electoral de 1990, el hito que marca el destino de un grupo de sandinistas, cuyo pensamiento crítico y visión estratégica, moldearía lo que cinco años más tarde vería luz como un partido, que a través de su relativamente corta vida política, ha dado a la población nicaragüense muestras fehacientes de responsabilidad, capacidad, entereza, madurez y valentía, valores muy escasos en gran parte de la clase política actual.
Un partido que exhibía como carta de presentación un Programa para salir adelante como país. Un partido que hacia suyo el verdadero legado de Sandino de Patria y Libertad, de Dignidad y Soberanía Nacional. Un partido que propugnaba por los valores de equidad y justicia social, solidaridad, transparencia y honestidad política. Un partido sin caudillos. Un partido que se conserva fresco con sus credenciales de Izquierda, Democrático y Sandinista.
A 116 años de su nacimiento, Sandino desde la inmortalidad de su ejemplo, observa atento y vigilante los caminos que han tomado quienes se proclaman sus legítimos herederos. Por una parte, el FSLN, devenido con el tiempo en una secta fundamentalista dominada por el orteguismo y por otra, el MRS, un partido que construye su propia historia señalando hacia el futuro.
Unos abrazando la corrupción y el autoritarismo. Destruyendo los cimientos de la Republica, dinamitando la Institucionalidad y el Estado de Derecho. Pervirtiendo la política, mediante pactos y componendas. Parasitando en las instituciones públicas, enriqueciéndose a costa del estado. Sin proyecto y sin futuro.
Otros, luchando por dignificar la función de los servidores públicos. Combatiendo las lacras del tradicionalismo político heredado de los asesinos del héroe. Trabajando por construir un mejor país, que brinde oportunidades para todos, con justicia y equidad social. Rescatando la democracia y el derecho de todos a expresarse libremente. Con un proyecto de futuro. Con la mirada y la frente en alto.
A 116 años de su nacimiento, Sandino se resiste a endosar su majestuosa figura a los impostores, que sin un proyecto viable y creíble, lo obligan a presidir la fanfarria gubernamental, difuminado y desde la sombra de los gigantescos rótulos, en los que es casi un escolta de los verdaderos dueños de la feria, los fundadores de una falsa e hipócrita Nicaragua Cristiana, Solidaria y Socialista. Los que han renegado de Carlos Fonseca, el hijo pródigo del General Sandino.
Por eso, a 116 años de su natalicio y con la inmortalidad de su ejemplo de Patria y Libertad, de Dignidad y Soberanía Nacional, los verdaderos sandinistas 16 años despues, continuamos diciendo y con la voz cada vez más en alto:
Sandino Vive, La Lucha Sigue!
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