Con las recientes medidas tomadas por el Consejo Supremo Electoral en contra de la Militante del MRS, Ana Margarita Vijil Gurdián, quien corría en las presentes elecciones nacionales como segunda candidata a suplente por la lista de la Alianza PLI en Managua, suplente precisamente de nuestro Presidente Nacional Enrique Sáenz, se confirma lo que desde hace muchos años viene siendo una constante por parte del orteguismo: la obsesión por destruir a cualquier costo al Movimiento Renovador Sandinista, no importando quien asuma el papel de sicario institucional, ya sea un partido político, una institución del Estado, un Juez o la policía misma.
Retrocediendo un poco en el tiempo, podríamos quizás descubrir algunas de las causas de tan malsana insidia, ya que esta historia de odio no es gratuita y es preciso entonces remontarse al año 1995, año en que culminó un proceso de revisión de la estrategia del sandinismo, estrategia que se necesitaba para adaptarse como partido derrotado en un escenario de post guerra, a las nuevas realidades que se presentaban e imponían en el país, luego de la derrota electoral de 1989 a manos de la UNO y su candidata Doña Violeta Barrios de Chamorro. Realidades que necesariamente había que analizar estratégicamente, sobre todo si se tomaba en cuenta la desaparición de los aliados naturales de la Revolución, consecuencia directa, a su vez, de la caída del campo socialista.
Un sector del sandinismo entendió esto con meridiana claridad y consecuentemente se preparó para los nuevos tiempos que soplaban en el país. Nuevos tiempos que para nada tenían que ver con las acusaciones de claudicaciones y amarres que se hacían antojadizamente. Otro sector, cuyo liderazgo lo ejercía el eterno Secretario General del partido Daniel Ortega, igual que hoy, se resistía a evolucionar, a entrar en un proceso de modernización que le facilitara distanciarse de lo que ya se advertía que construía con particular vehemencia, la continuidad del somocismo en su forma más simple, el tradicionalismo político.
1995 significó entonces la fractura del FSLN y el nacimiento del MRS con el Dr. Sergio Ramírez a la cabeza, pero sobre todo significó que con 32 diputados se formalizaran las reformas constitucionales que prohibían la reelección presidencial, algo que hasta ese momento no existía en la Constitución Política. Ortega entendió que las reformas, sobre todo el Artículo 147, se habían hecho como un traje a su medida por parte del MRS y esta afrenta es algo que no perdona ni perdonará jamás.
Los 5 años subsiguientes vieron al MRS perder su personería jurídica por primera vez, entrar a la famosa Convergencia y luego recuperar la Personería Política arrebatada caprichosamente. Nuestra entrada a la Convergencia significó para unos un feo lunar en nuestro rostro y para otros la oportunidad de unir a las fuerzas de izquierda y cambiar el estado de cosas desde dentro del FSLN; un paso traumático para el partido, pero con el aliciente de no aceptar los halagos hechos por los orteguistas, acostumbrados a las promesas de “puestos” a los recién llegados, a la vieja usanza somocista.
Luego vino la denuncia y lucha en contra del Pacto entre Ortega y Alemán, en la que demostrábamos con hechos claros la claudicación del primero a los principios revolucionarios que, para guardar las apariencias ante sus bases, todavía se decían sustentar. Era el acomodo con quien representaba un gobierno corrupto y viciado, encabezado por una pandilla de facinerosos que saquearon al erario público a su gusto y antojo. Nada de eso importaba para el orteguismo, porque al mejor estilo de Maquiavelo, lo que importan son los fines y no los medios para alcanzarlos.
Llegaron las elecciones del 2006 y Herty encabezó la Alianza MRS, disputando las calles y el cariño de los miles y miles de sandinistas que, cansados de tanto desprestigio y desmanes, buscaban un nuevo norte político e ideológico. Fue la muerte de Herty lo que prácticamente aseguró la victoria de Daniel Ortega, de ahí la aprehensión de sus familiares y de gran parte de la población nicaragüense, al dictamen oficial de las causas del deceso. Con Mundo Jarquin asumiendo el relevo, obtuvimos más de 200 mil votos, con presencia organizada en todo el territorio, desplazando en muchos lugares al PLC como tercera fuerza política y con cinco diputados en la Asamblea Nacional.
El año 2008 nos sorprendió con la pérdida, por segunda vez, de nuestra Personería Jurídica a manos del Consejo Supremo Electoral y solicitada por el PLC, ahora en el papel de socio minoritario del pacto y sicario político del nuevo mandamás. Pretendieron que no participáramos en las elecciones municipales, sin embargo, la fortaleza de nuestro apoyo a quienes en los municipios podían derrotar a los candidatos del orteguismo, provocó el descomunal fraude de las elecciones municipales, fraude que cubre a Ortega y sus alcaldes fraudulentos hasta el día de hoy, bajo el manto de la ilegalidad y de la ilegitimidad.
Estos últimos tres años y medio nos remite a una serie de eventos, que antes que amilanarlos, nos ha fortalecido en nuestra decisión de lucha en contra del pacto y del autoritarismo orteguista. La huelga de hambre de Dora María Téllez fue la respuesta digna al arrebato a nuestra Personería Jurídica y que le dio la vuelta al mundo como noticia de primera plana, desnudando el mito de que el FSLN es un partido de izquierda y revolucionario. Tuvieron, en León, que mandar a quemar el vehículo del presidente del partido Enrique Sáenz, pensando que a lo mejor con ese acto nos acobardaríamos. Como la presión tuvo el efecto contrario, vinieron los halagos. Dos millones de dólares, cargos en los poderes del estado y la devolución de la personería jurídica, por los votos de Enrique y Víctor Hugo para las Reformas Constitucionales.
Ante la negativa, ensañamiento contra Alberto Boshi, a quien han obligado junto a su familia a vivir un verdadero calvario, que antes que ablandarlo lo ha fortalecido en sus convicciones cristianas y revolucionarias, concitando el apoyo de toda la ciudadanía. Una vez más, el efecto contrario a lo esperado. Agresión a nuestro Presidente de Managua Ing. Javier Álvarez, precisamente en las afueras del Foro de Sao Pablo. La dizque izquierda apaleando a la izquierda en un foro de izquierda. Quien entiende esto?
El último acto de desesperación orteguista ha sido la inhibición de nuestra candidata a diputada Ana Margarita Vigil, dirigente joven, valiente y de gran capacidad política, virtudes que representan un verdadero peligro para las aspiraciones de Ortega en la próxima Asamblea Nacional. Pero también ha sido el mensaje claro de los enemigos de la democracia y del MRS que no habrá tregua. La respuesta continúa siendo la misma, Ni nos Vendemos ni nos Rendimos.
De cada golpe recibido hemos salido mucho más fortalecidos. Ante las traiciones y deserciones, más y mejores hombres y mujeres han continuado llegando. Ante cada agresión, más coraje, mas decisión, mas compromiso.
Ortega y el orteguismo no pudieron antes, tampoco podrán ahora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario