sábado, 14 de enero de 2012

EL TORTUOSO CAMINO HACIA EL PODER

Tal a como estaba previsto desde cinco años antes, Daniel Ortega Saavedra fue investido nuevamente como Presidente de Nicaragua, en la conclusión lógica del fraude montado durante todo el proceso electoral que concluyó este 10 de Enero con el show de la toma de posesión. Para desgracia de todos los que han luchado por la Justicia, la Democracia y la Paz en Nicaragua en algún momento de sus vidas, el ascenso al poder de Ortega producto de la violación a la Constitución Política, la fecha coincide, por mandato de la misma Constitución, con el aniversario del asesinato del Mártir de las Libertades Públicas, Dr. Pedro Joaquín Chamorro Cardenal, férreo e inclaudicable luchador en contra de la dictadura de los Somoza. Una reelección ilegal, ilegítima e inconstitucional, que lo convierte en un Presidente de Facto, al igual que la mayoría de los magistrados y funcionarios que están al frente de las instituciones del Estado nicaragüense.

Tras la larga sequía de 16 años, luego de la derrota electoral de 1990 a manos de Doña Violeta Barrios de Chamorro, el retorno a la presidencia era para Ortega una cuestión de honor. Derrotado por los votos de los nicaragüenses el 25 de Febrero de ese año, no tuvo más alternativa que doblar su rey y aceptar la legítima victoria de Chamorro. A partir de la entrega del poder, dos meses después, se iniciaba la larga lucha por reconquistarlo. Durante el primer gobierno de la post guerra, la sentencia de Gobernar desde Abajo se convirtió en un mecanismo de presión sistemática para forzar al nuevo gobierno a aceptar el estado de cosas que quedaba luego de todo lo actuado durante el corto período de transición. Paralelamente, a lo interno del FSLN, Ortega iniciaba un trabajo metódico y paciente por hacerse del partido que fundó Carlos Fonseca Amador. En ambos casos tuvo el éxito deseado. El Gobierno de Doña Violeta se rendía ante las asonadas y las amenazas de más caos, teniendo que aceptar la creciente influencia del ex presidente derrotado, en la toma de las decisiones gubernamentales. Por otro lado, comenzaba el proceso de licuar lo que era en ese entonces el FSLN para convertirlo, tímidamente al inicio y abiertamente después, en lo que es ahora: el orteguismo.

Vino la derrota siguiente en las elecciones del 96 a manos de Arnoldo Alemán. Ya la metodología estaba validada. La presión en las calles era el mecanismo fundamental para arrancar cualquier concesión al gobernante de turno. Pero Ortega fue más allá. Conocedor de la cobardía de su interlocutor y el temor a ser desaforado por la acusación de violación de su hijastra, decidió pactar con él. De esa forma saltaba olímpicamente su aparente debilidad y pasaba a cogobernar con Alemán. Continuó en su paciente trabajo de infiltrar todas las instituciones del estado, al extremo de someter a su voluntad al caudillo liberal, toda vez que lograba tener mayoría en la Corte Suprema de Justicia, haciendo uso de su método favorito: la cooptación y compra de voluntades de los magistrados y funcionarios liberales de la época, proclives a ceder fácilmente ante este tipo de “presiones”.
Quedaba el camino preparado para doblegar al ganador de las terceras elecciones nacionales post Revolución, que se convertían a su vez en igual número de derrotas consecutivas de Ortega. Teniendo de rehén a Alemán, la negociación con el Presidente Bolaños fue mas expedita, ya que este ansiaba poner tras las rejas a su anterior benefactor. Fue una relación fluida entre ambos, hasta la llegada del Secretario de Estado Norteamericano, General Collin Powell, quien exigió a Bolaños concluir su alianza con Daniel Ortega. Dócil ante los norteamericanos, no tuvo más alternativa que romper abruptamente con éste, provocando la furia de Ortega y la recomposición de sus relaciones con Alemán, en una reedición del Pacto de los Mengalos. Solamente la acción de la OEA salvó al Presidente Bolaños de ser derrocado por sus dos acérrimos enemigos. En cambio, Ortega consolidaba sus posiciones en todos los poderes e instituciones del estado, como preludio a lo que se vendría posteriormente.

Por fin llegaba Daniel Ortega nuevamente al poder, de la mano de un eficiente Consejo Supremo Electoral, que seis años después no ha entregado los resultados finales de las elecciones de Noviembre del 2006. Durante los cinco años al frente del gobierno, respaldado por la cooperación venezolana y desaparecido el FSLN, que devenía en un fortalecido y sumiso orteguismo, la tarea por asegurar la continuidad se planteaba sumamente fácil: Mantener o profundizar los niveles de pobreza de la población; corromper al máximo posible a los políticos y a los partidos “opositores” a su gobierno; mantener el control de todas las instituciones del estado, haciendo énfasis especial en la Policía y el Ejército; desarrollar una serie de programas asistencialistas los que, con la pobreza imperante en el país, se convertían en la dádiva que todos los pobres anhelan recibir; controlar el entorno mediático para garantizar la uniformidad del mensaje; asegurar el apoyo de amplios sectores de la juventud, sin conocimiento, ni por referencia, de la dura época de los años 80´s; neutralizar al empresariado nacional permitiéndoles participar en el festín y finalmente, garantizar el apoyo del viejo enemigo, el Cardenal Obando y Bravo.

Todo fue cumplido al pie de la letra, sobre todo los dos últimos eslabones, ya que ambos resultaron más solícitos y efectivos de lo esperado. El plan estaba montado para las elecciones del 6 de Noviembre pasado, tomando como base de experiencia el fraude de las municipales del 2008. No se podían dejar los rastros visibles que quedaron anteriormente, con las actas que gritaban a pulmón batiente el robo de los votos. Esta vez la metodología utilizada fue diferente, pero el atraco, mas descarado aun, expuesto inclusive ante los observadores internacionales independientes, que declaran los resultados INAUDITABLES.

En estas condiciones accede Ortega al poder en su segundo mandato consecutivo y tercero en general, en abierta violación al Artículo 147 de la Constitución Política, amén de estar 32 años gobernando desde arriba, desde abajo, desde en medio y desde al lado. Una crisis de legitimidad, nacional e internacional, se perfila como acompañante en estos próximos cinco años de gobierno, crisis que puede marcar la diferencia entre lo que quiera y pueda hacer. Evidentemente, también será responsabilidad de la oposición, lo que al final se le permita hacer, pues contrario a lo que se piensa, su mayor debilidad es la mayoría espuria lograda en base al fraudulento manejo de los resultados electorales, aunque siempre es bueno aclarar que la oposición no es una Alianza o los partidos políticos, la oposición somos todos los nicaragüenses que rechazamos la dictadura política, económica, social y hasta religiosa que se nos quiere imponer; los que estamos en contra del alza desmesurada del costo de la vida; los que nos negamos a ser borregos de desfile; los que estamos en contra del enriquecimiento ilícito de la cúpula gobernante; los que aborrecemos la corrupción de la clase en el poder; los que rechazamos las medidas impopulares en contra de los jubilados; los desempleados; los jóvenes sin futuro ni esperanzas; los que tienen que migrar dejando a su familia en la incertidumbre; las mujeres violentadas por el sistema; inclusive, hasta aquellos que creyeron en el orteguismo y ahora, victimas de la soberbia y la prepotencia, se convierten en los nuevos humillados por el poder.    

2 comentarios:

Maribel Lopez-Samcam dijo...

Muy objetivo tu recuento historico del largo caminar del Presidente de Facto. Lo triste es reconocer que siempre ha salido con la suya. Mucha gente ya se esta acomodando y se esta olvidando del gigantesco fraude. Lo que yo veo en Nicaragua es una degradacion completa de los valores eticos, un pais que va para atras, donde una gran mayoria de la gente usa un vocabulario soez, vulgar, donde es escasa la gente que tiene buena ortografia y redaccion, ni se diga buenos modales, civismo; donde no existe respeto hacia los adultos mayores, donde el material pornografico y degradante para la mujer abunda en los mercados. Eso es un reflejo de la porqueria de gobierno que tiene las riendas de ese pais. No se cuanto tiempo va a tomar para que las cosas cambien, mientras tanto, los que no formamos parte de esa mafia, hacemos bastante con mantenernos integros y firmes contra viento y marea de semejante aparato corrupto y conspirativo. Despues de la tempestad vendra la calma.

Anónimo dijo...

pienso que no es ortega el de toda esta corrupcion sino que el cayo, dentro del remolino de corrupciones que se germinaron por falta de un gobierno honesto, fuerte y transparente; aunque dona violeta como persona ella no tuvo la malicia para gobernar a gente asesina y despechada por haber perdido, ni la capacidad de de tener el control de todo lo dejado y puso su autoridad y confianza en sy yerno, un hombre que cedio todo y hecho mano de lo que pudo y ya desde ahi la corrupcion empezo a germinar,teniendo su apogeo con aleman, mientras tanto los derrotados sandinistas se dieron a la tarea de apropiarse del poder judicial, haciendose abogados por encuentros o con cursos sabatinos, y lograron apoderarse de ese poder mientras todos se corrompian repartiendose propiedades vendiendolas, haciendo extorsiones a los nuevos propietarios y formando el caos por el cual salia ganando las fuerzas siniestras que sembraron la corrupcion, solo necesitaban un jefe a la altura de ellos y el unico que llenaba los requisitos era daniel ortega, que emergio de la misma corrupcion.este frente de corrupcion abarco a distintos individuos de diferentes partidos, religion, raza y sexo, por eso vemos a un gobierno lidereado por ortega, con religiosos,ex-contras liberales, conservadores etc, con una increible sumision, en si es a ortega, pero el fondo es a la corrupcion. se hace necesaria una limpieza general para poder enderazar la sociedad, que esta enferma por causa de todos esos individuos que la tienen enferma de tanta pudriccion