sábado, 19 de febrero de 2011

LAS PLANTAS ELECTRICAS: OTRA MÁS DE LA DANZA DE LA CORRUPCION

Decíamos en nuestro editorial de la semana pasada, que “La Familia” presidencial Ortega - Murillo había optado por desarrollar y fortalecer el proceso de acumulación de capital iniciado a finales de los años 80´s, aprovechando la oportunidad de oro brindada por el caudillo liberal Dr. Arnoldo Alemán de allanarle el camino para alcanzar la silla presidencial, al bajar al 35 % el porcentaje de los votos necesarios para poder ser electo presidente en el 2006. Decíamos también que “La Familia” Ortega – Murillo había utilizado la vieja fórmula de acumulación primitiva de capital: poder político, monopolios y privatizaciones amañadas.
El poder político les permitió privatizar la cooperación venezolana, la cual le facilita poder disponer de manera discrecional del 50 % de los recursos destinados para el pago de la factura petrolera, los que según el acuerdo son entregados en calidad de donación al país, solo que en este caso no van a las arcas del estado, sino a las arcas de “La Familia” presidencial y sus principales allegados. Dicho en términos más sencillos, de cada 100 dólares, 50 dólares van a Venezuela y los otros 50 dólares van a la bolsa del comandante y su grupo. Dado que la importación de petróleo es de 10 millones de barriles anuales y tienen el monopolio total de la importación del crudo venezolano, a un precio promedio de 80 dólares el barril dicha factura asciende a 800 millones de dólares. La cuenta es la misma, 400 millones para Venezuela y 400 millones para quién? Contestación de grupo…
Se le atribuye a Carlos Hank González la frase de que “Un político pobre es un pobre político”. Hank, político mexicano, pasó de ser un maestro normalista rural a uno de los políticos más acaudalados de México bajo la sombra y amparo del PRI. Prototipo del político-empresario, El Profesor a como se le conocía, construyó un vasto imperio económico basado en la preferencia que le daba el gobierno, al tráfico de influencias y a la información privilegiada a la que podía tener acceso. Los negocios, ahora a cargo de sus descendientes están fundamentalmente en la banca y la construcción y la forma de operar es muy sencilla: prestan a los gobiernos estatales para proyectos de construcción y luego les construyen a los mismos con la plata prestada. Negocio redondo. Mejor imposible.

En Nicaragua, el presidente Ortega no quiere pasar los apuros que tuvo que asumir luego de la derrota electoral del 90. Ha aprendido que en el capitalismo salvaje, donde se mueve a la perfección siempre que se tenga dinero o poder, el que  tiene plata platica. Analizó los errores de la Administración Alemán en la construcción del fallido grupo económico liberal que le permitiera influencia económica y política en el futuro y no piensa repetirlos. Hombre previsor al fin, por cualquier cosa que pase en las elecciones de Noviembre próximo, está construyendo un imperio económico que le permita prevalecer, sin ningún sobresalto, en el panorama nacional después del 2012, luego de una eventual derrota electoral.

Su poder económico tiene como piedra angular la importación del petróleo y la generación energética. A partir de aquí ha iniciado un proceso de expansión hacia otras áreas en las que siempre utiliza los resortes del estado y la información privilegiada de que disponen para comprar, obligar a vender o sencillamente crear nuevas empresas. Pesca, medios de comunicación radiales y televisivos, hoteles, construcción, banca, transporte, exclusividad en la exportación de alimentos a Venezuela, explotación maderera en el Caribe, ganado, mataderos, imprentas, proveeduría preferencial de todo tipo de materiales para el estado y un largo etcétera son algunas de las áreas en donde florecen los negocios de “La Familia”.

La formula ha sido más sencilla aun que la utilizada por la familia Hank González – Rhon y el caso de las plantas de generación energética son una muestra palpable de esta sencillez.   Las plantas Hugo Chávez y Che Guevara, donadas por los venezolanos y las plantas donadas por la República de Taiwán, por obra y gracia de una privatización que nadie conoce, sin procesos de licitación pública y sobre todo sin el más mínimo pudor, fueron traspasadas a una de las empresas del grupo ALBA de “La Familia” presidencial.
La donación, con un costo aproximado de  250 millones de dólares, está siendo pagada por los usuarios nicaragüenses como si fuera una inversión privada del mencionado grupo económico, mediante un convenio de compra de potencia por 15 años entre el Ministerio de Energía y Minas, MEM, y ALBANISA, según el cual, por estas plantas cuya capacidad de generación es actualmente de 250 MW o sean 250,000 kw/h por mes, reciben un pago fijo mensual de US$ 14.0352 por cada kw/h de potencia instalada, generen o no energía, lo que significan US $ 3, 508,800.00 mensuales o lo que es lo mismo US$ 42,105,600.00 al año.
Según el convenio, las plantas serán “pagadas” a ALBANISA en los primeros 7 años, bajo el concepto de “recuperación de la inversión” realizada, lo que dejará la bicoca de US $ 294,739,200.00 libres de polvo y paja a nuestra cristiana, solidaria y socialista “Familia” presidencial y sus allegados más cercanos. Pero los siguientes 8 años del convenio también recibirán el mismo importe, ya en concepto de utilidades, lo que sumarian US $ 336, 844,800.00 mas, que sumados a los anteriores harían un total de US $  631, 584,000 en los 15 años del citado convenio. Se dice que al día de hoy, ALBANISA ha logrado ampliar la capacidad de potencia instalada a 300 MW, por lo que habría que sumar las ganancias de 50,000 kilowatt / hora por mes adicionales bajo la misma operación.
Volviendo la mirada al pasado, cuando el entonces guerrillero Daniel Ortega entraba triunfante a la Nicaragua liberada el 19 de Julio del 79, nadie pensó ni por un segundo que en asunto de dos décadas, el guerrillero pobre de aquellos días se convertiría en el multimillonario ex guerrillero que es ahora. El presidente Ortega aprendió bien la lección de Carlos Hank González y decidió dejar de ser el político pobre que asumía ser, si es que alguna vez lo fue. Hoy se da el lujo de tener depositados en tres bancos nacionales, la nada despreciable suma de 17 Mil Millones de Córdobas, algo así como 700 Millones de Dólares.
Definitivamente que la pobreza quedo atrás. Hoy encabeza una poderosa oligarquía de ex revolucionarios, la oligarquía orteguista. Y nadie discute su derecho a mejorar su condición económica y la de su familia, tampoco se discute su derecho a hacer negocios. Lo que se cuestiona y denuncia es que sea a través del uso y abuso del poder el método utilizado para amasar tan fabulosa fortuna. Lo que se cuestiona y denuncia es que al ser presidente – empresario, nadie sabe dónde termina lo público y donde empieza lo privado. Lo que se cuestiona y denuncia es que todavía pretendan engañar al pueblo llamándose  revolucionarios, cuando son y hacen totalmente lo contrario.