sábado, 13 de octubre de 2012

7 LECCIONES POR APRENDER DE LOS COMICIOS VENEZOLANOS


Ganó Chávez las elecciones celebradas el pasado domingo en la Patria del Libertador Simón Bolívar, obteniendo un nuevo mandato, el cuarto consecutivo, que concluirá hasta el año 2019. Proclamado vencedor con el 55.26 % de los votos de los venezolanos, se impuso a su principal contrincante, el Gobernador del Estado de Miranda, Henrique Capriles Radonsky, quien obtuvo el 44.13 % de los votos.
8,136,637 venezolanos dieron su respaldo a la continuidad del proyecto político que abandera Hugo Chávez, frente a los casi seis millones y medio que creyeron en el mensaje de Capriles, una diferencia de poco más de un millón seiscientos mil votos, que constituye un elemento de reflexión obligada, sobre todo si tomamos en cuenta las condiciones políticas y sociales que se vive en la Venezuela de hoy. Mucho se ha hablado de las causas de la derrota de Capriles, o la victoria de Chávez, depende de la óptica del observador, y será tema de discusión no solo para los venezolanos, sino para todos aquellos que quieran aprender de las lecciones que deja para el resto de Latinoamérica, pero más aun, a aquellos países que gravitan en torno al proyecto del Socialismo del Siglo XXI, una chanfaina ideológica que unos la han adoptado por conveniencia, otros por necesidad, otros por oportunismo y otros porque realmente creen en dicho proyecto.  

Se dice que fueron los famosos NI – NI quienes realmente le dieron la victoria al dictador venezolano, ya que una parte se abstuvo de votar y otra parte se decidió a última hora por Chávez. Otros plantean que la cantidad de plata que corrió en los últimos días de la contienda electoral fue inmensa, entregando bonos, certificados de viviendas, dinero en efectivo y un sinnúmero de bienes materiales, que doblegaron la voluntad de la gente común y no tan común, aun por encima de las difíciles condiciones económicas y sociales en que se debate la mayoría de los venezolanos. Muy pocos hablan de los mecanismos de presión en las calles para evitar que la gente se desplazara a sus centros de votaciones y todavía menos de fraude electoral o intentos de fraude, durante los comicios.
Será tarea de los analistas y políticos venezolanos descubrir que pasó en realidad para que se dieran los resultados que concluyeron con la victoria del chavismo, a pesar del desgaste obligado que dejan tres mandatos continuos y arrastrando las lacras de todos conocidas: corrupción gubernamental, inseguridad ciudadana, desabastecimiento y altos precios de los alimentos, inequidad social, ineficacia de la burocracia estatal, entre las más destacadas. Sin embargo, el proceso electoral venezolano nos deja a los nicaragüenses una serie de lecciones por aprender, que en la medida que las estudiemos, asimilemos y pongamos en práctica, nos evitará seguir transitando por el mismo sendero que conduce inevitablemente a la derrota y que tozuda e insistentemente, la clase política hace hasta lo imposible por continuar en el. Estas lecciones de las que hablamos son, entre otras, las siguientes:
1.- UNIDAD DE LA OPOSICION. La Mesa de la Unidad Democrática aglutinó a 20 organizaciones de todo el espectro político venezolano, respetuosos entre sí, en tanto miembros de una Alianza Electoral, en la que el factor económico no fue lo mas importante, lo que significa que nadie está por encima del resto por razones de quien pone más plata. Un ejemplo a aprender para aquellos que les encanta convencer a los socios chequera en mano y construir hegemonía a partir del billetazo.
2.- TENDIDO TERRITORIAL Y UNA ESTRATEGIA PARA GANAR. Lo que se vio en las elecciones venezolanas por parte de la oposición a Chávez, fue el aporte de todos los partidos y organizaciones que conformaban la Mesa de la Unidad Democrática, para construir un verdadero tendido territorial electoral en todos los estados del país que propicio la visita del candidato Capriles a casi todo el territorio venezolano y por consiguiente llevar su mensaje de campaña. Este tendido se vio fortalecido con el diseño de una estrategia electoral inteligente, flexible y dinámica, que se corrigió cuando fue necesario hacerlo y se mejoró en la medida que las condiciones lo demandaban. Un ejemplo a aprender para aquellos que hacen de la sapiencia convencional “La Estrategia”, que insisten en hacer siempre lo mismo, para recoger los mismos resultados de siempre.   

3.- LIDERAZGO CREIBLE, VIGOROSO, ENTUSIASTA, MOTIVADO Y VALIENTE. Vimos en Capriles un Líder, joven, con una fortaleza superior a su contrincante, a pesar de no contar con los recursos de este, y quizás esa fue su mejor fortaleza, ya que le obligó a recorrer palmo a palmo el país. Su discurso, entusiasta y motivador, llegó a la gente, al extremo de que sumó un millón ochocientos mil votos más para la oposición, que en las elecciones anteriores. Se vio a un candidato valiente, que nunca dejó entrever temor al contrincante y que jamás se mostró, como decimos en buen nicaragüense, gallo-gallina. Un ejemplo a aprender para todos aquellos que desde ya están  pensando en que son la alternativa de la oposición para el 2016 y se muestran excesivamente “cautelosos” en condenar las violaciones de Ortega al Estado de Derecho y a la Institucionalidad en Nicaragua.   
4.- PROPUESTAS A LA NACION CREIBLES, REALIZABLES, NOVEDOSAS. El mensaje de Capriles fue sencillo y su propuesta era más sencilla aun. Con tanto desastre enfrente, en lo social, en lo económico, en lo moral, no había que inventar el agua caliente, sino simplemente prometer gobernar bien y para todos los venezolanos. Nadie se enfrascó en pretender igualar o continuar la regaladera  que Chávez, al igual que Ortega, ha convertido en Política de Estado, regaladera que ha pervertido, aquí y allá, la política, a la clase política y a los votantes más pobres.  

5.- ATENCION PRIORIZADA AL SEGMENTO DE INDEPENDIENTES. Los llamados independientes, que en Venezuela se conocieron como los “NI  - NI”, fueron los que al final, por abstención o por su apoyo a Chávez, definieron las elecciones. Este segmento es sumamente racional, informado, tiene acceso a los medios de comunicación de todo tipo y es casi imposible que se les dé “Atol con el Dedo” muy fácilmente. Ellos analizan la personalidad del candidato, sus antecedentes, la propuesta, el discurso y el programa. Se les tiene que convencer, no impresionarlos. Son pragmáticos y no se dejan llevar por la estridencia del discurso, como no militan en ningún partido no tienen predilección por nadie en particular y su decisión final depende de la credibilidad del mensaje y del mensajero.
6.- PARTICIPACION DE LOS JOVENES Y LAS MUJERES. Estos dos fueron los segmentos poblacionales sobre los que descansó el trabajo de campaña. Jóvenes reclutando a jóvenes, mujeres reclutando a mujeres. Hablando el mismo idioma, padeciendo los mismos problemas, compartiendo las mismas esperanzas. Propuestas para ambos alejadas del tradicionalismo perverso, que solamente ve en la gente votos y no personas con aspiraciones, inquietudes, necesidades. Sectores con algo que proponer y compartir. Sujetos en un proceso electoral y en una propuesta a la Nación y no meros objetos para alcanzar el poder. Lección por aprender para nuestra clase política, ya que en el 2016, si es que llegamos tan largo, el 65 % de los votantes serán menores de 40 años. Todo un reto.  

7.- LA GENTE SALIO A VOTAR. A pesar de que la percepción de la población venezolana es que la mayoría del CNE, el equivalente al CSE nicaragüense, es chavista, la población cree en el sistema electoral de Venezuela. Debido a esa confianza y a la credibilidad en el sistema, la gente salió a votar el domingo 7 de Octubre. De un total de 15 millones previstos, votaron 14 millones, casi el 81 % del total, lo que implica que aparte de tener candidatos potables, propuestas aceptables y tendido electoral que fiscalice el proceso, existe un organismo electoral que le da confianza a la población.
Para ejemplificarlo con más contundencia, citamos a Mundo Jarquin, que en su columna semanal El Pulso de la Semana, escribe lo siguiente: “En Venezuela se hicieron 16 auditorías técnicas del sistema electoral, incluyendo el padrón, el cómputo y la trasmisión de datos, en presencia de técnicos y especialistas electorales de la oposición, y que esas auditorías, una vez hechas las modificaciones discutidas, fueron firmadas por los representantes de la oposición.”
Lección por aprender para todos, sobre todo para aquellos que, afanosamente, van cargados de ilusión a la repartición del próximo 4 de noviembre. Si el sistema no es confiable, lo único que está asegurado es el fraude.