sábado, 24 de diciembre de 2011

FELIZ NAVIDAD A TODOS!



Hoy, 24 de Diciembre, el pueblo nicaragüense estará celebrando la fiesta católica más querida por todos, el nacimiento del niño Jesús en un pueblo llamado Belén de Judea, hace 2011 años. Es su nacimiento, el que define a la humanidad, de acuerdo a los historiadores, en Antes y Después de Cristo. Es una celebración que alrededor del mundo llena de júbilo y alegría a millones y millones de cristianos, que  ven precisamente en Jesús al Dios hecho hombre. Es Lucas, el evangelista quien describe la aparición de un Ángel del Señor a los pastores de Belén anunciando el nacimiento de Jesús: “Hoy en la ciudad de David, ha nacido para ustedes un Salvador, que es el Mesías y el Señor…”

Cuenta la historia que en la época del nacimiento de Jesús, gobernaba el Rey Herodes, quien al oír en boca de los tres Magos que llegaban de Oriente a buscar al Rey de Reyes para adorarle, decidió dar muerte al recién nacido y con él a todos los niños menores de dos años de Belén y sus alrededores. Ante esto y avisados por un Ángel del Señor, Jesús, José y María huyeron hacia Egipto, hasta la muerte de Herodes, cumpliéndose la profecía de que un Ángel revelaría a José el momento de partir hacia Nazaret, en la región de Galilea. De ahí su identificación como Jesús El Nazareno. Para los católicos del mundo entero, Jesús es el hijo de Dios hecho hombre, quien precisamente por esta ambigüedad, Dios y Hombre, representa a la iglesia católica, humana y divina. Es Dios mismo quien ofrece a su hijo para la redención de los pecados del mundo, un sacrificio que llegará 33 años después de su nacimiento.

Este 24 de Diciembre, día en que celebraremos la Natividad en unión de nuestras familias o con el recuerdo de las mismas, es un momento propicio para aprovechar y meditar todo cuanto acontece alrededor de nuestras vidas, para analizar cuanto hemos vivido y vivimos actualmente, pero sobre todo, para pensar acerca de nuestro futuro. Se dice que desde la creación, Dios dotó al hombre de la virtud de poder elegir su destino, le dio la capacidad de decidir y discernir entre el bien y el mal, le dio el libre albedrio, extrañamente tras haberle dado el conocimiento, lo que no se le fue dado al resto de la creación. Lamentablemente, el hombre ha preferido el camino fácil y en ese camino ha arrastrado al mundo hacia su propia autodestrucción. Contaminación ambiental, despale inmisericorde, guerras fratricidas, muchas de ellas en nombre de Dios, hambre y otras plagas, son producto de la obsesión del ser humano por inagotable sed de enriquecimiento y conquista. Es el hombre mismo quien atenta contra sí mismo y contra la creación. No importa a quien o a cuántos se afecte, sobre todo si habrán ganancias de por medio.
Nuestro país no ha sido la excepción. Habiendo sido dotado generosamente de tierras fértiles, grandes riquezas naturales, amplios recursos para poder vivir en muchas mejores condiciones que otros países, nos arrastramos en medio de una pobreza vergonzante. Ostentamos el nada envidiable record de ser el segundo país mas pobre de América. Un altísimo porcentaje de nuestra población vive en condiciones de pobreza y pobreza extrema, es decir, miles sobreviven con menos de dos y un dólar al día. Ante esta situación cabe preguntarnos, por qué vivimos así? Dónde están todos los recursos que harían posible poder tener una vida digna para todos?  Que han hecho los que nos han gobernado y nos gobiernan para revertir esta triste y lamentable situación? Por qué unos viven como Herodes y la mayoría vive como la familia de Jesus?

A diario oímos y leemos los casos de corrupción, de antes y de ahora, de miles de millones de dólares que han enriquecido obscenamente a unos pocos, a costa de la miseria de la gran mayoría del pueblo. Millones de dólares que han salido de las arcas del estado para satisfacer la voracidad de funcionarios que se han acostumbrado a la vida fácil y a costa, no precisamente del sudor de su frente. Con estupor vemos el grosero enriquecimiento de quienes, por los principios que dicen sustentar, deberían ser los guardianes de la dignidad del pueblo, los que deberían velar por los valores de honestidad y respeto de la función pública, los garantes de que nunca jamás podría haber un retorno al pasado de ignominia y no quienes sean los que exhiban, con el mayor desparpajo, una ambición desmedida de poder y una montaña de riquezas mal habidas.

Corrupción, sed ilimitada de poder, enriquecimiento ilícito y otras lacras sociales, no fue lo que quiso enseñar a la humanidad quien hoy cumple un año más de nacido. El niño Jesús, con su nacimiento quiso entregar un legado de paz a los hombres de buena voluntad. Un verdadero mensaje de unidad entre quienes habitamos el hogar común de todos: la tierra. Siempre estamos a tiempo de rescatar la esencia misma del nacimiento del Dios hecho hombre. Podemos elegir entre seguir las enseñanzas del Divino Niño o el camino de Herodes. Este día es el marco perfecto para tomar nuestra decisión.

En el ánimo de que tomemos la mejor decisión en el devenir de nuestras vidas, les deseamos a todos una Feliz Navidad. Que la paz y la concordia brillen en todos los hogares nicaragüenses.

domingo, 18 de diciembre de 2011

LEGITIMIDAD Y ENTORNO

Finalizando el periodo legislativo actual y entrando ya en la recta final del 2011, nos preparamos para lo que será el tercer periodo presidencial de Daniel Ortega, en abierta violación, y por partida doble, a la Constitución Política (segundo periodo consecutivo y tercero en general, Arto. 147), lo que significa, en muy pocas palabras, que el Presidente Ortega asumirá su mandato enfrentando una crisis de legitimidad que no podrá ser resuelta, ni mucho menos, por el hecho de que los diputados electos en la Casilla 13 asuman sus curules, pero además, confrontado a un entorno que luce altamente desfavorable a sus intereses.

Efectivamente, el próximo 10 de Enero, un día después de que sean acreditados los diputados de la próxima Asamblea Nacional, legítimos y fraudulentos por igual, el Presidente Ortega tomará posesión de su altamente cuestionada investidura con el escaso reconocimiento internacional (menos de una docena de países lo han reconocido como presidente electo) y con el rechazo de amplios sectores de la población nicaragüense, que con meridiana claridad han puesto en duda los resultados electorales del 6 de Noviembre.

Organizaciones de la Sociedad Civil; organizaciones juveniles; Conferencia Episcopal; sectores empresariales; los partidos políticos que participaron en la contienda electoral, exceptuando el APRE, que en la voz de su muy solícito Presidente reconoció como válido los fraudulentos resultados electorales; amplios sectores de los llamados independientes; instituciones de reconocido prestigio en temas de observación electoral como IPADE y Ética y Transparencia, entre otros, rechazan por inauditables las cifras antojadizas que el Consejo Supremo Electoral decidió que eran las que le daban el triunfo a Ortega y sus diputados. Eso crea a lo interno del país una crisis de legitimidad, independientemente de que los sectores afines al gobierno y el partido de gobierno mismo persistan en no verlo. Gobernará entonces Ortega su próximo periodo, con el fardo a cuestas de la ilegalidad, la inconstitucionalidad y la ilegitimidad.

Con estas credenciales, sumadas al hecho de tener la mayoría absoluta en el Asamblea Nacional, por virtud del fraude, el reto es mayúsculo. Él y solamente él será el responsable de todo cuanto pase en Nicaragua. Carestía del costo de la vida y desmejoramiento de la calidad de vida de los nicaragüenses, incremento de la tarifa de los servicios públicos, incremento de la inseguridad ciudadana, aumento de los niveles de desempleo y por consiguiente mas éxodo de ciudadanos en busca de trabajo en otros países, desintegración familiar, tomas de tierras y los consiguientes problemas de propiedad, deslegitimación de la Policía Nacional, cooptación del Ejercito Nacional, institucionalización del paramilitarismo, ahogamiento de los pocos medios de comunicación independientes, mayor acoso a la Iglesia Católica, cercenamiento de las libertades individuales de los opositores, férreo control a las organizaciones de la sociedad civil, afectación económica a los jubilados, entre muchas otras, serán las tentaciones a las que Ortega tendrá que sucumbir o evitar, para profundizar o no, su ilegitimidad ante la población.

Si en los años 80´s se derrumbó el Estado de Derecho y la Institucionalidad que construyó el somocismo durante su larga estadía, siendo la Revolución “fuente de derecho”, durante los años 90´s al 2006 se trató de restablecer y construir el andamiaje de legalidad e institucionalidad que no existió en el periodo anterior, sin embargo, lo poco que se había logrado durante los 16 años de gobiernos de la post guerra fue demolido en los cinco correspondientes al segundo periodo de gobierno del Presidente Ortega, ante la mirada complaciente de parte de la clase política, que con un cinismo inaudito mejor decidió ser cómplice de semejante barbaridad. Ahora, la decisión que tendrá en sus manos el mismo Ortega es muy simple: o profundiza la ilegalidad y volvemos nuevamente a la tesis de que la II Etapa de la Revolución (o tercera, ya ni se sabe) será otra vez “fuente de derecho”, o, desde la ilegitimidad de su elección, en virtud del fraude electoral del 6 de Noviembre, restablece el imperio de la ley, reconstruye (destruido por él mismo) el Estado de Derecho y afianza de verdad la Institucionalidad en nuestra nación. Por sus antecedentes y lo visto en las elecciones, es de dudar que se decida por lo segundo.

La crisis de legitimidad a lo interno, que pretende subsanarla torpemente con la excusa de que los diputados hayan aceptado lo que legítimamente conquistaron mediante el voto de la población, está siendo rebasada por la crisis de ilegitimidad a lo externo. Quizás este será el mayor problema que tendrá que enfrentar, toda vez que las eventuales condiciones de represión interna dificulten en el futuro inmediato la movilización de la población.

Existen varios elementos del entorno internacional con los que tendrá que lidiar y en condiciones desventajosas. 

1) Una posible victoria republicana en las elecciones del 2012 en los Estados Unidos significará, muy probablemente, el acoso permanente a su gobierno. Si durante la época de Reagan la estrategia fue de Guerra de Baja Intensidad, posiblemente esta vez será de ahogamiento económico de alta intensidad. 

2) La crisis europea, en especial la de los países de la zona euro, contribuye a dar el marco perfecto para la excusa de reducir la ayuda a nuestro país. Cuando Europa busca en la China continental el apoyo financiero para mitigar su propia crisis, difícilmente estará en condiciones de seguir apoyando al gobierno. Claramente lo han dicho, será reducida sustancialmente la ayuda y reorientada para que llegue directamente a la población mas necesitada. 

3) La agresividad del gobierno de Costa Rica responde al respaldo que sienten tener de parte de los Estados Unidos. La carretera en la ribera del Rio San Juan no es más que los primeros síntomas de una escalada mayor, que indefectiblemente traerá presiones de carácter militar, bajo la excusa del combate al narcotráfico. Es de suponer que esta sirva para la instalación de bases militares con la intención de crear el muro de contención en su frontera norte. 

4) El endurecimiento de la política hondureña presionada por los militares de ese país, quienes no olvidan el respaldo militante de Ortega a Mel Zelaya y la irresponsable facilitación de nuestro territorio para el reclutamiento y preparación militar de seguidores del depuesto presidente hondureño. 

5) Finalmente y el trago mas amargo para el Presidente Ortega será el desenlace del factor Chávez, de quien depende política y económicamente para poder sustentar su política clientelar y populista. La suerte de Hugo Chávez, ya sea por no ser reelecto o bien por el agravamiento de su salud, dictará en el 2013 los pasos a seguir por parte del Presidente Ortega, toda vez que en un acto de realismo político durante el 2012 actúe con mucho sigilo tratando de rescatar la legitimidad perdida. De la suerte de Chávez también dependen los países del ALBA y muy probablemente la recién nacida CELAC, en quienes Ortega ha depositado todas sus esperanzas.

Como se puede apreciar, no todo será miel sobre hojuelas para quien, a través del abuso de las instituciones del estado nicaragüense, cooptadas a mas no poder, se ha recetado un fantástico 62% de los votos en una elección, de acuerdo al lenguaje diplomático, plagada de irregularidades, poco transparentes, inauditables y muy poco creíbles. Dicho en buen cristiano: Fraudulentas. 

Queda por ver qué haremos los nicaragüenses para ser los verdaderos protagonistas del rescate de la democracia en nuestro país y no dejar que sea el factor internacional quien dicte nuestra suerte. Siempre que ha pasado esto, los platos rotos al final los ha pagado el pueblo.