sábado, 2 de julio de 2011

UN PROGRAMA DE GOBIERNO CONTRA LOS ANCIANOS, LOS JOVENES Y LAS MUJERES

Las constantes encuestas de opinión que se hacen en estos meses previos a las elecciones permiten conocer con meridiana claridad los principales problemas de los nicaragüenses, amén de informarnos de las simpatías electorales de los encuestados. Reiteradamente se plantea que dichos problemas residen en la falta de empleo, la pobreza, el costo de la vida, la inseguridad ciudadana, la corrupción gubernamental y la falta de democracia en el país entre los más importantes. Es sorprendente que estas dos últimas se ubiquen en los últimos lugares, cuando ambas son precisamente la fuente de todos los males que padecemos en nuestro empobrecido país. Es de esperarse que en los programas de gobierno que presenten los candidatos que participarán en la próxima contienda electoral se ataque la problemática antes mencionada, con propuestas consistentes, viables y creíbles para atraer el voto de los ciudadanos.
Las promesas de campaña para algunos, son solamente la venta de ilusiones a los incautos para alcanzar la meta dorada: El Poder. Poder para continuar pervirtiendo las instituciones y la institucionalidad del país. Poder para seguir demoliendo el Estado de Derecho que posibilita mantener a nuestra nación bajo la Ley de la Selva. Poder para proseguir con la acumulación enfermiza de riqueza a costa de la pobreza de la inmensa mayoría de la población. Poder para seguir repartiéndose el país como botín entre mafiosos. Poder por el poder mismo, como expresión viva y cruda de los complejos, temores o ínfulas de gente que vive alejada de la realidad en la que todos los demás mortales vivimos. No importa lo que se ofrezca, ni si se puede cumplir, ni siquiera si las condiciones actuales del país permiten hacer tanto con tan poco, lo que importa es llegar “arriba” o “mantenerse arriba” para continuar con el relajo o empezar uno nuevo.
El partido de gobierno, con un candidato ilegal, inconstitucional e ilegitimo pretende “mantenerse arriba”, ya que después de haber probado las mieles del poder después de 16 años de sequia, no está dispuesto a abandonarlo. Mieles que endulzan los cerca de Dos Mil Quinientos Millones de Dólares que ha dejado la ilegal privatización de la cooperación venezolana y que han convertido a la familia gobernante en una de las más poderosas, ya no solo del país, sino de Centroamérica. Luego de casi cinco años de haber sometido a Nicaragua al peor desastre institucional que la historia registra, le piden al pueblo que les dé el voto nuevamente, para seguir haciendo exactamente lo mismo o quizás todavía peor. Sin embargo, lo triste del asunto es que quieren convencer a la gente sencilla, al asalariado de a pie, al pueblo pobre, al campesino, a los retirados y desmovilizados, a los ancianos, a los jóvenes y a las amas de casa, de que la solución a los problemas son cinco años más de orteguismo.
En los cuatro años y medio de gobierno del Presidente Ortega, tres han sido los sectores que más han sufrido los embates de la llamada Segunda Etapa de la Revolución en su versión Cristiana, Solidaria y Socialista: los ancianos, los jóvenes y las mujeres. Los primeros han sido vejados y humillados por reclamar lo que por justicia les corresponde, una pensión reducida y digna de acuerdo a la cantidad de años cotizados, que aunque no sumen las 750 semanas de ley, sus precarias condiciones de vida, edad y estado de salud, ya no les permiten seguir cotizando mas. En cambio, los jerarcas del INSS, que deberían estar al servicio de quienes ponen el dinero en la institución con la sangre y el sudor de sus años de trabajo, se hacen los sordos y prefieren destinar el dinero a dudosos préstamos e inversiones urbanísticas, antes que beneficiar a los jubilados, verdaderos dueños del Seguro Social. En este caso, Justicia para los Ancianos: Cero!
En el caso de los jóvenes, el gobierno les ha hipotecado el futuro desde que llegó al poder, poniendo no solo en riesgo sus pretensiones de una vida profesional construida a base de estudio, sino que también ha puesto en peligro el futuro del país al fomentar la mediocridad en la enseñanza. Desde muy temprano se está politizando a los jóvenes de secundaria, sacándolos de sus aulas para marchar, semana tras semana, en compañía de los trabajadores del estado y bajo los símbolos partidarios del orteguismo. Se ha pretendido, en la práctica, crear un nuevo pensum académico de Revolución - Socialismo del Siglo XXI - Amor a Daniel - Lucha Callejera contra la Oligarquía no Orteguista  y Mas Amor a Daniel.
El fracaso está a la vista, como a la vista de todos estuvieron los resultados de los exámenes de admisión recién pasados de las Universidades públicas. Se está desplazando la meritocracia en la enseñanza por el activismo partidario y esto atenta contra el futuro de la nación y contra los jóvenes mismos que tendrán que aspirar a los empleos menos remunerados que ofrezca el mercado laboral o en el peor de los casos, les espera el triste destino de buscar fuera del país lo que se les negará en el propio, un trabajo digno.  Para variar, se les está recetando la pesada losa de empezar a cotizar 1500 semanas al Seguro Social a partir del próximo año, equivalentes a 30 años de trabajo, si para desgracia de todos, Ortega continúa en el poder. En este otro caso, Futuro para los Jóvenes: Cero!
Y las mujeres, supuestamente el blanco de atención priorizado del orteguismo en esta campaña electoral, han llevado la peor parte. Todos sabemos que son las mujeres, amas de casa la inmensa mayoría, quienes tienen que ingeniárselas para hacer que calce el presupuesto familiar en el hogar. Sin embargo, para ellas, el gobierno que pretende reelegirse ilegalmente, solamente les ha recetado golpe tras golpe a sus precarias economías. La canasta básica, según los datos oficiales del Instituto Nacional de Información de Desarrollo, INIDE, se encontraba en el mes de Abril de este año en C$ 9,454.26 y el promedio nacional del Salario Real para el mes de Febrero de este mismo año en C$ 1,467.70. Esto significa que para comprar una canasta básica de 53 productos las amas de casa necesitan 6.44 Salarios Reales.
No es necesario haber estudiado Economía o Administración de Empresas para entender que las mujeres de este país, trabajadoras, amas de casa y a veces sostén único, tienen que realizar verdaderos milagros para poder cubrir las necesidades más apremiantes de la familia. En la mayoría de los casos, algunas de estas no pueden ser atendidas y se posponen para cuando haya mejores tiempos. En este caso: Solidaridad para las Mujeres: Cero!
Tres sectores que están siendo enamorados por el orteguismo con la promesa, revestida con un lenguaje seudo religioso, de que las cosas en un continuado gobierno orteguista serán mejores. Ofrecen Buen Vivir, Bien Común y Multiplicación de los Panes, milagros que el pueblo pobre lo ha visto únicamente en la cúpula gobernante y sus allegados y no necesariamente por la vía correcta. El nicaragüense común y silvestre lleva cuatro años y medio de comer salteado y de vivir coyol quebrado coyol comido, como popularmente se dice y no está dispuesto a aguantar la misma receta cinco años más, porque como dice el viejo refrán: Hechos son Amores y no Buenas Razones.