sábado, 6 de julio de 2013

CAUSAS Y CONSECUENCIAS DEL PLAN “B”

"El poder corrompe
y el poder absoluto, corrompe absolutamente" 
Platon

Con el asunto del Canal, mucho se ha hablado de la entrega incondicional de nuestra soberanía nacional a un personaje hasta hace poco desconocido en el mundo de los negocios globales, por llamarle de alguna manera, a alguien que piensa acometer una empresa de nada más y nada menos que 40 mil millones de dólares, un proyecto que puede extenderse hasta los 10 años en su construcción y de acuerdo a experiencias similares en otras partes del mundo, con una dudosa Viabilidad Financiera.

Se habla de lo peligroso que podría ser para nuestra reserva estratégica de agua potable, el Lago de Nicaragua, la construcción del Canal Interoceánico a través de sus aguas, y no solamente en términos de la exposición a un hipotético derrame petrolero, sino de la cantidad inmensa de material que tendrían que extraer del lecho del lago, más de 800 millones de toneladas de lodo arenoso, según las estimaciones del Profesor Salvador Montenegro Guillen, del CIRA – UNAN, sin incluir las que saldrían de la enorme zanja que abrirían en tierra firme.

En los últimos días, también se está hablando de la sospechosa renuncia a la inmunidad soberana del Banco Central de Nicaragua, quedando prácticamente a merced de la famosa empresa de maletín, concesionaria del proyecto, las reservas internacionales y la estabilidad del Sistema Financiero Nacional. Según el Diputado del MRS Enrique Sáenz, “hasta los dolaritos” de los cuentahabientes depositados en los bancos nacionales estarían en peligro por cualquier demanda que interponga el chinito Jing… o el que está detrás de él,  en caso de incumplimiento del Estado de Nicaragua a los términos del Tratado Ortega – Wang.

Como es sabido y se ha explicado hasta la saciedad, el Estado nicaragüense se auto impuso la onerosa e inexplicable para muchos, cláusula de no poder demandar al chinito Jing… o al que está detrás de él, si son ellos los que incumplen, en todo o en parte, el famoso acuerdo. Si algo podía graficar fielmente aquello de “pleito de tigre suelto contra burro amarrado” es precisamente este acuerdo firmado por Ortega y el chinito. El estado nicaragüense y todos los que vivimos en él, estamos literalmente con las manos arriba y los pantalones abajo, ante la empresa concesionaria del Proyecto. Y muchos se preguntan al analizar semejante acción, si el comandante Ortega tenía una pistola en la sien a la hora de firmar el acuerdo, o si estaba fuera de sus cabales, bajo tratamiento, o fue suplantado por algún impostor en una súper conspiración al mejor estilo de Dan Brown. Nada más alejado de la realidad, como decía Chespirito, estos movimientos estaban fríamente calculados.

LAS CAUSAS.

Todo inicia con la recaída de Hugo Chávez, que a medida que su salud se va deteriorando, empieza a dejar, como se dice popularmente, colgados de la brocha, a muchos que repitiendo los errores del pasado, pusieron todos los huevos en una sola canasta: la ayuda petrolera venezolana. Su muerte permite al pueblo de Venezuela despertar de la borrachera de los millones regalados, el populismo más caro que haya vivido cualquier país de Latinoamérica, y desayunarse con una situación económica insostenible, el aparato productivo colapsado, debido a las irracionales confiscaciones de empresas en manos de la clase empresarial que no comulgaba con Chávez y con una escasez de alimentos como nunca antes se había vivido. Paralelo a esto, una enorme deuda de los países que recibían la ayuda petrolera, cifrada en más de 20 mil millones de dólares, con muy poca voluntad o capacidad de pago de estos mismos países.  

Ante tal situación, la primera medida tomada por los nuevos gobernantes de Venezuela, es empezar a cobrar tamaña deuda y reformar las condiciones de los acuerdos petroleros, mismos que afectan severamente las cuentas internas. La migración de votantes en las últimas elecciones fue una clara muestra de lo que se puede venir, si las condiciones de inseguridad alimentaria se mantienen. Ni China ni Rusia envían plata fresca a las arcas venezolanas, ya que todo el petróleo que se les entrega es para abonar a la deuda que se tiene con ellos, 50 mil millones por un lado y 17 mil millones por el otro. A esto hay que agregar un colosal error de Chávez y que está golpeando fuertemente las reservas internacionales: haber apostado el 70 % de dichas reservas en la compra de oro, y que con la pérdida del 25 % del precio del metal en los mercados internacionales, estas se han visto reducidas en cerca de 5 mil millones de dólares en unos pocos meses. El modelo rentista del petróleo está llegando a su fin y la única posibilidad de supervivencia del régimen de Maduro es rezar a que los precios del petróleo suban muy por encima de los 100 dólares, poder reactivar el aparato productivo nacional, cobrar las deudas de los países con quienes se tienen acuerdos petroleros y recomponer dichos acuerdos en términos que favorezcan más a Venezuela.  

LAS CONSECUENCIAS.

Luego de la visita de Maduro y la reunión de los países que conforman Petrocaribe, aunque lo nieguen o quieran mantenerlo en secreto, los términos han cambiado y Venezuela requiere de estos países el pago de los más de 20 mil millones de dólares adeudados, y lo quiere ahora y lo quiere en suministros alimenticios. Esto significa, en pocas palabras, el fin de la subvención del petróleo a 25 años, el fin del regalo del 50 % de la factura petrolera, el fin de las tasas de interés del 2 %, el fin de las más de 20 refinerías prometidas en Latinoamérica por Chávez y el fin de todos los proyectos faraónicos, en los que solo se pusieron las primeras piedras en muchos países. Por razones obvias, Cuba será el único país que gozará de las mismas condicionalidades de la ayuda petrolera y económica que tenía antes.

El cambio repentino de las reglas de juego, en alguna medida no sorprendieron al régimen de  Ortega, quien ya estaba preparando el Plan “B”, las mega - inversiones chinas, como la salida ante el colapso venezolano. Sin embargo, los flujos que venían antes de la muerte de Chávez ya no seguirán viniendo, independientemente de que aun mantengan el monopolio petrolero en nuestro país. Hay que pagar a Venezuela los 3 mil millones que se le adeudan con comida, de ahí el interés del cambio de la matriz productiva del frijol, con las proyectadas 10 mil manzanas para cultivar frijol negro; la anunciada inversión de una enorme planta lechera en la zona de mayor producción láctea del país y del matadero en la zona ganadera de Chontales. En cuanto al azúcar, el otro socio se encargará de suministrarla.  

EL PORQUÉ DEL ONEROSO ACUERDO CANALERO?

Ante tan compleja situación, no es difícil deducir los temores del comandante ante la posibilidad de perder el poder, ya que el mismo se ha sustentado durante 7 años, en la compra de conciencias, la cooptación, el populismo, el prebendarismo y el clientelismo. Ortega sabe que su alianza con los empresarios está basada en el interés, de él por la legitimación y de los otros por compartir el pastel. Sabe a ciencia cierta que una vez que no haya nada que dar, el amor llegará a su fin. No está tan convencido de que la situación de la oposición se mantenga en las condiciones actuales de atomización. Sabe que Somoza se encargó de unir a los opositores en su momento, e indefectiblemente él hará lo mismo, una muestra de ello fue el asunto del Canal, cuando 21 organizaciones que hasta hace poco caminaban en aceras y hasta en barrios diferentes, se juntaron para repudiar la entrega del país al chinito Jing... y al que está detrás de él.   

Por eso quiere estar varios pasos adelante, ante la eventualidad que el momento de salir del gobierno llegue y nada mejor que mantener una parte del poder y someter a los gobiernos que sigan después de él, mediante un acuerdo lo más oneroso posible al Estado, que le permita prevalecer en el tiempo, asegurando no solo su permanencia y la de su familia, sino también la capacidad de poder influir en los eventos políticos y económicos futuros del país. La idea es mantener una parte importante del poder político y una cuota aun mayor de poder económico, a través de los monopolios estratégicos que han logrado consolidar. El acuerdo le facilita que nadie pueda hacer ni canal seco ni húmedo, ni puertos de aguas profundas, ni nada que se parezca a los restantes sub proyectos que han sido definidos en el mismo. Se asegura que pueda incumplirle al estado, sin que nadie lo pueda acusar por este hecho, pero también se asegura de que si el estado no le cumple, poderlo demandar casi sin derecho a la defensa, teniendo las reservas del Banco Central de Nicaragua como garantía de dichas demandas. Y se ha asegurado un "testafelo" hecho a la medida de sus intereses. 

Al igual que cuando estaba en la oposición gobernando desde abajo y vetaba las leyes que buscaban como incrementar las inversiones en generación de energía, limitándolas a solamente 5 MW, o cuando se oponía a la firma del DR CAFTA, o cuando sometía a sus caprichos a los nuevos gobiernos usando las turbas divinas, hoy solamente ha cambiado de método, este es más sofisticado, aunque no menos burdo, revestido de una cuestionada legalidad, con empresas de maletín incluidas, con lobby internacional de alto nivel. Sin embargo es mucho más perverso que antes. Ya no son turbas ni fuerzas de choque, ahora son abogados extranjeros que tienen en sus manos a todo el país, con derecho a expropiar impunemente, con autorización a comprar lo que quieran y al precio que ellos quieran pagar y con las reservas del Banco Central de Nicaragua como garantía de que sus fechorías estarán aseguradas. Veremos hasta donde llega esto.