sábado, 3 de septiembre de 2011

EL ESPIRITU DEL PRONUNCIAMIENTO DEL 30 DE AGOSTO

El recién pasado 30 de Agosto, Ex Oficiales del EPS y del Ministerio del Interior, Ex Comandantes de la Resistencia (Contras), así como veteranos combatientes de ambos bandos, que en los años 80´s estuvieron confrontados en una sangrienta y desgastante guerra civil, suscribieron un pronunciamiento en el que se advierte el peligro inminente que se cierne sobre nuestro país, si las pretensiones del fraude orteguista iniciado tiempo atrás, llega a infeliz término el próximo 6 de Noviembre.   
El documento hace referencia en primera instancia, a los dos Artículos Constitucionales, 2 y 5, que establecen entre otras cosas, que la soberanía nacional reside en el pueblo, ejercido a través de sus representantes libremente elegidos por el voto popular y la restricción de aquellas organizaciones que pretendan restablecer todo tipo de dictaduras o sistema antidemocrático.
El orteguismo, haciendo una interpretación antojadiza del primero de ellos, quiere imponer a todos los nicaragüenses una candidatura ilegal por inconstitucional, violatoria del Artículo 147 de la Constitución Política, mismo que le pone un doble candado a sus ilegítimas aspiraciones. Consideran que por el cansancio de la gente a continuar los ciclos de violencia de nuestra historia recién pasada, es posible transgredir la Carta Magna de nuestro país, de tal modo que el pueblo acepte, como el menor de los males, dicha candidatura ilícita. Pareciera que el mensaje que se quiere transmitir, muy propio de Ortega, es tan sencillo como brutal, o se acepta que “El Comandante” corra como candidato, independientemente de su ilegalidad, o se abre un nuevo ciclo de violencia. Una vez más Nicaragua entre la espada y la pared, por la obcecación de un caudillo a perpetuarse en el poder.  
Es necesario decirlo con claridad, no puede haber una elección libre, cuando uno de los candidatos, en este caso Daniel Ortega, violenta todo el andamiaje legal, que se supone, sustenta a la nación. No puede haber una elección libre, cuando uno de los candidatos, en este caso Daniel Ortega, dispone a su antojo de todas las instituciones del país para que tuerzan las leyes, declaren inconstitucional la Constitución y le permitan, a troche y moche, correr en las elecciones del 6 de Noviembre. Por consiguiente, declarar nulos todos los votos obtenidos por un candidato ilegal, ilícito e inconstitucional, en una Nicaragua en donde se respete el orden jurídico e institucional a partir de Enero del 2012, es un escenario a contemplar y perfectamente viable.
Pero además de esto, todos los hechos y actuaciones durante estos cuatro años y medio de gobierno orteguista, han conducido a la instalación de un gobierno dictatorial en nuestro país, en abierta violación al mencionado Artículo 5 Constitucional. Ortega ha prescindido del ordenamiento jurídico y de la legislación vigente para ejercer la autoridad en Nicaragua. Ha concentrado el poder en torno a su figura, aunque a manera de broma, se ríe de todos los nicaragüenses al afirmar que el 50 % del poder lo ejerce su esposa, en una distribución familiar y muy equitativa, como para respetar un enfoque de género muy sui generis.
Accedió al poder por la vía democrática, a través de las elecciones del 2006, sin embargo, el gobierno que dirige es de Facto, donde no existe, ni por asomo, la división de poderes, ya que todos ellos son un intrascendente apéndice, prestos a repetir cuanta consigna sea necesario corear o a desempeñar el papel que les toque en una obra mal escrita, independientemente de si este rebasa la propia dignidad como personas o como instituciones.
Pretende impedir que la verdadera oposición llegue al poder por medios institucionales y constitucionales, al disponer a su antojo de un árbitro que en vez de conducir el proceso de manera limpia y transparente, pone cuanta zancadilla es posible inventar, para desmotivar, desalentar y desmovilizar a los miles y miles de ciudadanos que quieren Justicia, Democracia y Paz. El sistema somocista se desarrolló cumpliendo estrictamente todos estos señalamientos, pretendió dar a los nicaragüenses una “estabilidad económica” a costa de limitar, confiscar o suprimir los derechos más elementales de la población, e invariablemente, devino en una dictadura dinástica que se extendió durante 45 años y costó cerca de 50 mil muertos la sangría del pueblo nicaragüense para salir de ella.
Es por esto que el documento “Todos a Defender Nuestra Democracia”, llama a desconocer una candidatura Nula de Nulidad Absoluta y en consecuencia Legalmente Insubsanable. Los peligros que se ciernen sobre la Nación así lo exigen. Pero además de ello, estamos frente a una candidatura que pretende una reelección que va en contra de la democracia, en contra de la historia y en contra de la razón. Una vuelta al somocismo con todos los peligros que esto entraña. Una vuelta al pasado con todas las consecuencias que desde ya podemos imaginar. El documento señala que: “Se repite el hecho reeleccionista ilegal y continuista, mediante el cual, un caudillo egoísta, autoritario, corrupto y hegemonista trata de mantenerse a toda costa y sobre toda prohibición”.
Los nicaragüenses tenemos la oportunidad de evitar que la amenaza de consolidación de una dictadura en ciernes se haga realidad. La Constitución nos da esa oportunidad haciendo uso de nuestro derecho a votar. El proceso electoral, a pesar de estar sometido a cuanto manoseo ha sido posible, por parte de quienes deberían estar llamados a mantenerlo pulcro, diáfano y transparente, no está cuestionado. Es nuestro Derecho Constitucional para cumplir con lo mandatado en el Artículo 2 citado al inicio. Es el principio de que el poder político lo ejerce el pueblo por medio de las autoridades que elige libremente por medio del sufragio universal, igual, directo y secreto. “Los nicaragüenses debemos votar para que se recobre el valor de nuestra Constitución y el estado de derecho sea restablecido, para que logremos salir del desastre ético y moral”, plantean los suscriptores del Pronunciamiento.
El voto no está cuestionado, ni el derecho de los nicaragüenses a votar tampoco. Lo que está cuestionado es la candidatura de uno de los que participan en el proceso electoral. Es uno de ellos el que está al margen de la Constitución y de las leyes. Es el mismo que, invariablemente a través del tiempo, se opone a que Nicaragua sea libre, democrática, independiente y soberana. Es el mismo que desde hace 32 años mantiene como rehén a los nicaragüenses bajo la amenaza de la violencia. Es el mismo que ha renegado del legado de Sandino y Fonseca, traicionando los ideales, valores y principios del verdadero sandinismo. Es el mismo que quiere consolidar una dictadura bajo el amparo de un falso cristianismo, de un socialismo a la medida de sus ambiciones y de una solidaridad que reparte solamente las migajas del festín. Es el mismo que hace gala de una cuantiosa fortuna obtenida de manera obscena, ilícita e inmoral. Es el mismo al que el próximo 6 de Noviembre, en las urnas, en secreto y acompañados solamente con nuestra conciencia y un lápiz le diremos: Democracia Si, Dictadura No!.



miércoles, 31 de agosto de 2011

TODOS A DEFENDER NUESTRA DEMOCRACIA

Parte del Grupo de Ex Militares, Ex Comandantes y Ex Combatientes firmantes del documento. "Todos a Defender Nuestra Democracia". 

Nosotros, Ex Oficiales del EPS, Comandantes de la Resistencia y ex combatientes de ambas organizaciones, hermanados en este noble esfuerzo patriótico de rescate de la Dignidad Nacional, como heroicos luchadores por la LIBERTAD y tercos defensores de la DEMOCRACIA nos dirigimos a todos los nicaragüenses:
Se nos ha impuesto en el proceso electoral una candidatura presidencial ILEGAL, INSCONSTITUCIONAL, ILEGITIMA E INMORAL en abierta violación del orden mandatado por NUESTRA CARTA MAGNA, negando el sagrado derecho a la libre  toma de decisiones del PUEBLO SOBERANO y obviando la restricción de excluir a “aquellos que pretenden el restablecimiento de todo tipo de dictadura o de cualquier sistema anti democrático”, según la declaración de principios fundamentales constitucionales, artículos 2 y 5. Esta imposición, representa además,  la consolidación de un proyecto injerencista extranjero, el llamado Socialismo del Siglo XXI, que viola “la independencia, la soberanía y la autodeterminación nacional” Art 1 Constitucional.  Así se expresó la VOLUNTAD DEL CONSTITUCIONALISTA DE 1987, mantenidas en subsiguientes reformas, conforme con consultas populares y las exigencias de los acuerdos de PAZ.
Los poderes de FACTO CONTROLADOS POR ORTEGA,  conspiraron y se confabularon para urdir la trama y los artificios legales para justificar y autorizar al actual Presidente de la República en optar a la reelección continua, prohibida taxativamente por el Artículo 147. La Constitución Política no ha sido reformada por la Asamblea Nacional, ni se ha autorizado dicha modificación por Referéndum. ESAS SON LAS UNICAS VIAS LEGALES para haber autorizado las pretensiones de ORTEGA. Por lo antes expuesto, llamamos a desconocer la Candidatura del ETERNO candidato del FRENTISMO, pues es NULA de NULIDAD ABSOLUTA y por lo tanto LEGALMENTE INSUBSANABLE. Llamamos también a los seguidores de esa opción política a estar conscientes que votar por la reelección ilegal  de Ortega es votar en contra de la democracia, en contra de la historia y en contra de la razón. Se nos ha hecho creer que la elección será también un referéndum que legitimaría la nulidad de esa candidatura, lo cual solo induce a pensar que es una pretensión más para tratar de justificar el FRAUDE ya puesto en marcha. 
Una vez más, en su afán por consolidar otra dictadura y perpetuarse en el poder, Daniel Ortega pisotea el imperio de la ley, la institucionalidad, el estado de derecho, la independencia de los poderes, el carácter a partidario y no beligerante de las fuerzas armadas, la razón y los sacrificios de los ciudadanos de nuestra sufrida NACION. Se repite el hecho reeleccionista ilegal y continuista, mediante el cual, un caudillo egoísta, autoritario, corrupto y hegemonista trata de mantenerse a toda costa y sobre toda prohibición. Ortega desea continuar usufructuando y ser garante del proyecto de Hugo Chávez en Nicaragua,  aprovechándose corruptamente y para su propio beneficio, de la cooperación del pueblo y la nación Venezolana. Se abre en nuestra sufrida PATRIA  un nuevo ciclo de exclusión que nos expone al riesgo de una feroz tiranía y al flagelo de la violencia ya vividos con anterioridad.
La ruptura del orden constitucional dio inicio con un colaborador necesario, Arnoldo Alemán. Como socio minoritario, en condición de rehén por corrupto, dio paso al PACTO y a las  reformas de 1999-2000 que permitieron las condiciones ilegitimas para el regreso del DICTADOR, imponiéndose una minoría sobre la voluntad de  la mayoritaria democrática.  Los partidos políticos, líderes de oposición y gobiernos de turno no han estado a la altura para contrarrestar la acción del Orteguismo en su afán y ansias de poder. Ha hecho uso del terrorismo de estado, el chantaje, la extorsión, la coacción, la fuerza, la violencia, la adhesión política indebida, compra de conciencia, manipulación, robo descarado de elecciones, uso de fuerzas paramilitares, sicarios políticos, juicios políticos, anulación de la seguridad jurídica, violación a los Derechos Humanos, entre otros, para alcanzar sus fines. Ha usado cuanto medio ha sido necesario, propio del actuar de un dictador moderno, para institucionalizar un sistema de represión silenciosa.
El Orteguismo ha sido muy hábil en sus campañas para dividir, tanto así que su socio minoritario, Arnoldo Alemán, sigue aprovechándolo para sacar réditos políticos y obtener favores desesperados para continuar alimentando el Pacto, a condición de ser restablecido como segunda fuerza. La capacidad de mediatizar y adormecer a la juventud es tal, que ha emprendido una feroz propaganda ofensiva de utilización del sistema educativo. Manipula los sentimientos religiosos del pueblo, contrario a sus costumbres y creencias. Utiliza la imagen de quien una vez fue el líder espiritual de los nicaragüenses para debilitar la autoridad de la jerarquía católica. La capacidad de compra y poder económico financiero de la ayuda venezolana ha rendido a sus pies al Gran Capital y a la mayoría de las cúpulas empresariales, quienes por ahora menosprecian los peligros de la falta de institucionalidad. Los nicaragüenses exigimos Libertad, Justicia Social, Desarrollo Integral y Crecimiento Económico para salir de la pobreza. El bienestar de una jaula de oro, si fuera ese el caso, es incompatible con los genuinos intereses populares.
El Proceso Electoral es un derecho constitucional sagrado de la soberanía popular  para expresar la toma de decisiones mediante sus representantes. El periodo está establecido por la ley, es imperioso que se garanticen  los medios necesarios para asegurar transparencia, identificación ciudadana, garantías al padrón electoral, registro de rutas, juntas, centros de votación y demás aspectos de fiscalización. Es menester que la Observación Electoral se garantice conforme lo manda la LEY y que su reglamentación no sea restrictiva. El Orteguismo ha inducido a algunos votantes demócratas para no participar en esta justa y fiesta cívica ciudadana. Al dictador le interesa desalentar y provocar la abstención electoral. Abstenerse es Votar por la Reelección Ilegal, es hacer el juego a Ortega y a su socio, Arnoldo Alemán. Hay un proceso viciado por la candidatura ilegal y por el Poder Electoral de Facto. Pero el proceso, como actuación del Derecho Soberano no está objetado. Es la Forma CIVICA en que las pretensiones del Dictador y sus Colaboradores serán derrotadas.
La participación masiva del electorado y su activa respuesta en favor de la Democracia es la GARANTIA ABSOLUTA DE QUE SOMOS LA MAYORIA INDIGNADA CONTRA DANIEL ORTEGA. Los amantes de la libertad, en Silencio con nuestra conciencia y en el recinto de la urna, solo necesitamos cedula y lápiz para ejercer nuestro derecho y asegurarnos un futuro de JUSTICIA, DEMOCRACIA Y PAZ.
Los Nicaragüenses debemos votar para que se recobre el valor de nuestra Constitución y las leyes; para que la institucionalidad y el estado de derecho sea restablecido; para que logremos salir del desastre ético y moral; para que exista una verdadera política económica de desarrollo y promoción para disminuir la pobreza; mejorar los críticos índices de educación en nuestra juventud; mejorar la salud, vivienda, alimentación, habitación,  vestuario, etc., entre otros indicadores de bienestar. Todos estos programas y otros que nos saquen del atraso y de la pobreza, no deben ser parcializados con intereses políticos o partidarios y mucho menos ser justificación y engaño para encubrir corrupción, robo del erario público y abuso de los recursos del Estado.
DEBEMOS ORGANIZARNOS PARA DEFENDER EL VOTO Y EXIGIR QUE SE RESPETE LA VOLUNTAD POPULAR. El riesgo que se cometa nuevamente un fraude electoral o acuerdos de cúpulas que BURLEN el voto del electorado es una realidad, pues Ortega trata de ganar la presidencia sin ser mayoría, legitimar su candidatura ilegal y tomar control de la Asamblea Nacional para consolidarse en el poder, perpetuándose con una reforma profunda en complicidad con su socio Arnoldo Alemán, quien ya ha expuesto convocar a una Asamblea Constituyente.
EL RIESGO DE LA IRA POPULAR ESTA EN MANOS DEL GOBERNANTE. SAN FERNANDO Y SIUNA SON CLAROS EJEMPLOS DE LAS VOCES DE INDIGNACION QUE VISLUMBRAN OTRO CICLO AGONICO DE VIOLENCIA. LA VOCACION DEL PUEBLO NICARAGUENSE ES DE PAZ, PERO NO NOS DEJAREMOS INTIMIDAR, NI DEJAREMOS QUE EL PUEBLO SEA TRAICIONADO. NUESTRA ACCION ES LEGITIMA Y  NOS TOCA ADVERTIR LAS CONSECUENCIAS QUE IMPLICARIA EL COMETER OTRO DESCARADO FRAUDE. VEAMONOS EN EL ESPEJO DE LIBIA Y DE LOS PAISES DE LA PRIMAVERA ARABE.
CONVOCAMOS A LA CREACION DE UN GRAN MOVIMIENTO PATRIOTICO NACIONAL PARA DEFENDER LA DEMOCRACIA. INVITAMOS A TODAS LAS ORGANIZACIONES A PRESENTAR UNA SOLA FUERZA CONTRA EL FRAUDE.
ORTEGA Y SOMOZA SON LA MISMA COSA.
NO A LA REELECCION ILEGAL.VOTAR POR ORTEGA ES VOTAR CONTRA LA DEMOCRACIA.
DEMOCRACIA SI, DICTADURA NO. TODOS POR LA DEFENSA DE LA DEMOCRACIA.