sábado, 6 de octubre de 2012

INICIA LA TORMENTA PERFECTA?


En estos últimos días, casi todos los analistas políticos nacionales coinciden en que los factores del entorno internacional son de más alto riesgo para el régimen de Ortega que aquellos que se desarrollan a nivel nacional. En palabras más simples, esto significa que los acontecimientos que ocurran fuera del país ejercerán mayor presión sobre su inconstitucional gobierno en el futuro inmediato, que aquellos que ocurran al interior del país, lo cual no nos releva de la responsabilidad de ser los actores fundamentales en la solución de nuestros problemas. Precisamente esos factores internacionales de los que mucho se habla, se expresan en dos eventos que se darán en los próximos días, las elecciones de Venezuela el día de mañana y la de los Estados Unidos en el mes de Noviembre próximo, de cuyos resultados mucho dependerá la continuidad del proceso de consolidación de la dictadura familiar y dinástica al que se encamina la familia presidencial.   
Estos dos eventos al que nos referimos han sido comparados a la “Tormenta Perfecta”,  la película del director Wolfgang Petersen exhibida en el 2000 y protagonizada por George Clooney y Mark Wahlberg, en la cual el barco pesquero “Andrea Gail” faena tranquilamente en aguas profundas en busca del escurridizo Pez Espada, mientras en la atmosfera se forman dos monstruosas tormentas que al final hunden al barco bajo una inmensa y escalofriante ola, luego de enfrentar la tormenta sin percibir la magnitud de los poderosos fenómenos climáticos.
Contrario a la estabilidad alcanzada por el gobierno de Ortega durante su primer mandato en su relación con la Administración Obama y el apadrinamiento del dictador venezolano, fundamentalmente económico, durante todos estos años, a pocas horas de la elección de este ultimo y a menos de un mes de las elecciones en los Estados Unidos, una derrota de ambos o una combinación de la victoria de Chávez y la derrota de Obama, sería el inicio de la Tormenta Perfecta para el barco “Ortega Gail”, un barco sumamente frágil en el plano internacional, del que mucho depende para mantener su aparente fortaleza a nivel interno.

Fue al inicio del año 2007 cuando, de la mano del Alcalde Dionisio “Nicho” Marenco,  el entonces Presidente Constitucional descubrió la veta que llevaría a su gobierno a transitar por la senda de la abundancia, al encontrar en Hugo Chávez, un militar golpista y aspirante a revolucionario, su principal mentor y amigo. Al día siguiente de la toma de posesión, muy diligentemente firmaba una serie de convenios, que de mas está decirlo, se firmaban entre dos Presidentes en representación de sus pueblos y gobiernos (lo que significa que eran convenios de Estado a Estado y no a título personal, ni mucho menos privado), los más importantes en el área energética, que le darían la tranquilidad y el respaldo económico que jamás tuvo gobierno alguno y de paso agenciarse, mediante la ilegal, ilegitima e inmoral privatización del convenio, una fortuna que crece año con año, hasta niveles insospechados. Una fortuna que es compartida por la familia, la cúpula partidaria y que también se suma al usufructo de este repentino cuerno de la abundancia, el Gran Capital y parte de la cúpula empresarial nacional.
 
El manejo privado, personal y familiar del convenio petrolero venezolano les ha permitido disponer año con año de manera discrecional no menos de 500 millones de dólares. Fuentes de la oposición en el Congreso Venezolano calculan en más de 5,000 millones de dólares la cantidad de dinero que Ortega ha manejado y que provienen del petróleo que Venezuela entrega a Nicaragua. Sin embargo, no incluyen el usufructo particular de las plantas generadoras que fueron donadas al pueblo nicaragüense y que también fueron privatizadas por parte de la familia presidencial aunque nos la cobran a todos los usuarios. De la noche a la mañana poseen una capacidad instalada de generación energética superior a la demanda nacional. A esto hay que sumar también la privatización que en la práctica han hecho del comercio internacional con Venezuela, ya que la única empresa que puede exportar bienes materiales a ese país es ALBANISA, a través de ALBALINISA. Este comercio se ha expandido tanto, que en el año 2006 significaban 2.1 Millones de Dólares y en el 2011 las exportaciones a este país se ubicaban en 302.6 Millones de Dólares, según cifras oficiales del Banco Central de Nicaragua. No está de más recordar que la cúpula empresarial, que hoy es el principal aliado del régimen de Ortega, se quejaba amargamente de no poder participar en este “pastel” y demandaba enérgicamente un Tratado de Libre Comercio, TLC, con el país sudamericano.
 
Toda esta cantidad de plata manejada al gusto y antojo de la familia presidencial ha traído entre otras cosas, la perversión de la política nacional. En el primer mandato del entonces Presidente Constitucional Daniel Ortega comenzó la demolición del Estado de Derecho, de la Institucionalidad y la violación sistemática a la Constitución Política. Pero además se arreció la vieja práctica somocista de la compra de conciencias, doblegando a punta de billetazos las voluntades políticas de muchos de aquellos que se llamaban de “Oposición”. Los cañonazos elevados a Política de Estado para implantar el sistema de gobierno que padecemos hoy en día. Cada grupo poniéndole precio a su voto en la Asamblea y poniéndose precio para formar bancaditas o “taburetes” que le hacían el coro al gobierno. Valores y principios revolucionarios rebajados a transacciones de compra y venta de políticos, como si de un mercado persa se tratara. Hechores y consentidores culpables por igual, ambos encargados y encargándose de reducir a polvo la credibilidad de sus propias agrupaciones políticas, lo que fue cobrado por el pueblo en las elecciones del 2011, al reducir a la miseria a estos mercenarios.
 
El día de mañana esta situación puede empezar a cambiar, pues una derrota del dictador venezolano significaría que el flujo interminable de recursos usados para fortalecer y consolidar un gobierno dictatorial, autocrático y abusivo puede detenerse. Ciertamente Chávez no las tiene todas consigo, a pesar de los 300 Mil Millones de dólares que dice ha repartido entre la población pobre del país desde que llegó al poder. La gente resiente que siendo Venezuela un productor nato de petróleo y con las mayores reservas mundiales del crudo, existan continuas interrupciones del servicio eléctrico, un altísimo desempleo, el creciente déficit habitacional, problemas en el suministro de agua potable, deterioro evidente de las carreteras, una incontrolable corrupción gubernamental en la que destaca la de sus familiares y de la cúpula militar, el peor nivel de inseguridad ciudadana de Latinoamérica y uno de los más altos del mundo, que contabiliza 150 mil muertes violentas durante todo su gobierno y para rematar, la capacidad productiva reducida a escombros, cuando tiene que importarse el 80 % de los alimentos que se consumen en el país.

El día de mañana los venezolanos tendrán en sus manos la posibilidad de cambiar su futuro o continuar por la senda que llevan desde hace 13 años y para desgracia de todos los nicaragüenses, de una forma u otra, también tendrán en sus manos el futuro de nuestro país. Que Dios los ilumine!