sábado, 23 de junio de 2012

ORTEGA ES EL UNICO CULPABLE

Las noticias de los últimos días nos traen una serie de situaciones indeseables para la inmensa mayoría de la población que no vive en el paraíso terrenal que nos presenta en sus alocuciones la Secretaria de Propaganda del Partido y que tampoco son bañadas por los ríos de leche y miel que mojan y empapan generosamente a los que están arrimados al gobierno usufructuando el erario público. Para el pueblo las noticias son malas, a pesar del esfuerzo de la gran cantidad de medios de comunicación propiedad de la familia presidencial por pintarnos otra Nicaragua, por la sencilla razón de que, al final del día, la crisis se ensaña con los mas pobres, los que no tienen la suerte de pertenecer a las estadísticas alegres, que como magos de feria, cada cierto tiempo el gobierno saca del sombrero, para convencer a los mas incautos que el gato que les están dando es en realidad una liebre.

Como si de la alineación de los astros se tratara y que muchos fantasiosos nos aseguraban sería la señal del fin del mundo, así mismo se han venido escalonando y alineando una serie de eventos, que si bien es cierto no será el final del orteguismo, si nos servirá para identificar al único culpable de toda la crisis presente y por venir. Esta semana la Embajadora de los Estados Unidos anunciaba lo que prácticamente era un secreto a voces y que ella misma había advertido a los pocos días de haber presentado sus credenciales diplomáticas, la suspensión del primer Waiver asociado a la transparencia en el uso y manejo de los recursos del estado. A decir verdad, desde al año 2007 dejó de existir dicha transparencia, ya que tanto el país como las finanzas públicas han sido manejadas como si de una finca particular se tratara y la mayoría de las veces con la total complacencia de quienes se hacían llamar de la oposición. ALN, PLC, BUN y otra serie de parásitos políticos contribuyeron con su silencio y complicidad a este desastre institucional, silencio y complicidad que les llenó sus sedientos bolsillos. Sin embargo, durante todos estos años nunca estuvieron en riesgo las dispensas norteamericanas, a como tampoco estuvieron en riesgo luego de los fraudes electorales del 2008 y de las elecciones regionales del 2010.

La mala noticia que llegó de manos de la Embajadora Powers es una pésima  señal para la comunidad internacional, en especial para los inversionistas extranjeros que tratan de ser encantados con la nueva puerta al cielo del orteguismo: el Canal Interoceánico. Cómo confiar en la transparencia de un gobierno al que le ha sido negado el visto bueno de la cooperación bilateral norteamericana, precisamente por su falta de transparencia. Muchos plantean que esta es simplemente una señal de advertencia, para obligar al  régimen de Ortega a hacer los cambios en el Consejo Supremo Electoral que permita restablecer la esperanza electoral, o lo que es lo mismo, la confianza de la ciudadanía en que su voto será respetado en nuevas elecciones. Difícil de esperar esto, ya que quienes tomaron el poder en Enero del 2007 no lo pondrán nunca en riesgo, a menos que, siempre con los dados cargados a su favor, sepan de antemano a través de acuciosos magistrados, las cifras con que se agenciarán la victoria.   
Otros aseguran que habrá un compás de espera para ver las señales que envíe Ortega antes de tomar la decisión de aprobar o no el Waiver de la propiedad y unos cuantos mas aseguran que la Administracion Obama no quemará todos los cartuchos negando ambas dispensas, para poder tener un elemento de negociación. La verdad de las cosas es que la aprobación del segundo Waiver ni siquiera está en las manos del candidato – Presidente Obama, sino más bien en el tono que los Republicanos le impriman a la campaña electoral y de si Nicaragua efectivamente se convierte en un tema electoral en el transcurso de la misma. En la medida en que los estrategas del candidato Romney  adviertan que explotar este tema dejará mal parado a su contrincante, en esa medida será el tono de la respuesta hacia Ortega. No olvidemos que la cadena se rompe por el eslabón mas débil y en el caso de los países del Alba, no cabe ninguna duda que nuestro país es quien ofrece mas vulnerabilidad, a pesar de las bravuconadas en relación al Narcotráfico, Terrorismo e Inmigración Ilegal, los tres temas de mayor sensibilidad para los norteamericanos que maneja el gobierno, supuestamente, como ases bajo la manga en una eventual negociación.

Un segundo evento que refleja el poco respeto que Ortega tiene  para sus aliados de ocasión es la aprobación unilateral de la ley creadora de la Unidad de Análisis Financiero, UAF. Luego de un pretendido consenso con el Gran Capital y una parte de la cúpula del sector empresarial, el gobierno decidió ponerlos a prueba y usando la mayoría espuria de que goza en la Asamblea Nacional, aprobó la famosa ley que es la soga que en mas de una ocasión dijimos que los empresarios “encebaban” para ser ahorcados por ella misma. No está de mas recordar la parte que se refiere a la alianza con este sector enunciada en Enero del 2009 en el documento Socialismo del Siglo XXI, Hermandad Revolucionaria y que textualmente dice: “Impulsar una Alianza táctica con los empresarios concentrando nuestros esfuerzos en el otorgamiento de prebendas y políticas que les generen ciertos espacios mínimos en la que se constituyan un aliado y no en un enemigo del FSLN. Concentrarse en las características de liderazgos personales para ganar su apoyo a nuestro sistema”.

 A través de la historia, los dictadores siempre tienen el mismo comportamiento. Somoza después del terremoto del 72 incursionó en los negocios considerados como cotos privados de los empresarios, aliados incondicionales de su régimen. Producto de la ambición que significaba meterle mano a los inmensos recursos destinados para la reconstrucción de la Managua terremoteada, rompió la armonía pactada por años entre ambos. La historia posterior es bien conocida y la enseñanza es la misma de siempre, el poder absoluto interpreta que todos están sometidos a los caprichos personales de quien lo detenta, sea por la vía del chantaje o la del halago, hasta que la soga se rompe, ya sea por que la gente se da cuenta de su condición de rehenes y se niega a aceptarla o sencillamente por que se dan cuenta de la fortaleza que unidos tienen para cambiar el estado de cosas.
 
El tercer evento que conspira en contra de los pobres de Nicaragua es el incontrolable alza del costo de la vida, producto del poco interés que tiene el gobierno en reducir la pobreza que azota a la mayoría del pueblo, a pesar de la insistencia en mostrarnos cifras amañadas que indican lo contrario. Ante el crecimiento de los desempleados y subempleados y la disminución del salario real de quienes tienen la dicha de tener un empleo, el orteguismo receta alzas en la mayoría de los productos de la canasta básica, cuyo costo sobrepasa los doce mil córdobas según cifras extraoficiales del mismo gobierno. Pero no contento con esto, nos receta una nueva alza en la tarifa eléctrica, inexplicable para todos los que de una forma u otra conocen la baja del precio del barril de petróleo, que ronda ya los 80 dólares. Si antes la solución que vendían era la transformación de la matriz energética, ahora resulta que tal cambio será inefectivo por los subsidios, nombre técnico que le han dado a los préstamos que la familia presidencial le hace al gobierno que la misma familia preside, prestamos que salen de la plata que la familia usufructúa gracias a la privatización que hizo a su favor de la cooperación venezolana y de la apropiación ilegal de las plantas de generación eléctrica, que dicho sea de paso, la misma familia es la mayor generadora de energía en el país.

En conclusión, la negación del primer Waiver, los signos inequívocos del inicio de la ruptura con el sector empresarial y el castigo gratuito a los pobres, entre los que se encuentra la misma base orteguista, son el presagio de mayores problemas para Nicaragua y cuyas consecuencias solo tienen un único responsable: Daniel Ortega.