sábado, 28 de junio de 2014

LA CRISIS DEL FRIJOL


Pareciera ser que de un tiempo a la fecha, nuestro país salta de crisis en crisis, ante la mirada impasible y la actitud indolente de quienes dicen gobernar Nicaragua, que antes que gobernar, pareciera ser que la dedicación a los negocios no les permite atender los problemas con la eficacia y premura que se requiere. Pronto se cumplirán dos años de la aparición de la roya en las principales áreas de cultivo del café y a la fecha, no existe en ejecución un plan nacional para atender a los cerca de 40 mil micros y pequeños productores cafetaleros. Recién el año pasado, los productores de papa, cebollas y tomates del norte del país, fueron afectados por importaciones autorizadas por el gobierno, que coincidentemente, son realizadas por grandes comerciantes allegados al mismo gobierno. Los productores avícolas viven en una permanente crisis con el gobierno, debido a las importaciones de pollo de los Estados Unidos y huevos de Honduras, lo que mantiene en vilo a quienes integran este sector. Y ahora, de nuevo, estamos ante la crisis continuada del frijol, solo que esta vez está acompañada de una enorme indolencia de parte del gobierno, por lo que a la población no le queda más que sospechar que hay gato - o frijol - encerrado y la actual escasez no es más que una oportunidad de negocios, creada artificialmente, para seguir enriqueciendo a quienes disfrutan, hasta el hartazgo, los prometidos ríos de leche y miel. 

LOS NÚMEROS DE LOS FRIJOLES NO CUADRAN.

Nicaragua tiene tres épocas de siembra y producción de frijol: la Cosecha de Apante, la más importante, en los meses de Enero a Abril, produciendo el 60 % de la cosecha total del ciclo agrícola; la Cosecha de Primera, que abarca los meses de Mayo a Agosto y produce el 20 % del total del año y la Cosecha de Postrera, en los meses de Septiembre a Diciembre, con el restante 20 % de la producción. Los números estimados de la cosecha del ciclo agrícola 2013 – 2014 son variados, por una parte, el gobierno dice que se produjeron 5 millones de quintales, otros, fuera del gobierno, consideran que fueron 4.5 millones de quintales y muchos productores aseguran que en realidad fueron 3.5 millones de quintales de frijol rojo los que se produjeron. Con un consumo anual de 2.7 millones de quintales de frijoles, en el primer caso, quedarían para la exportación 2.3 millones de quintales; en el segundo caso 1.3 millones de quintales y 800 mil quintales en el tercer caso. De acuerdo a las cifras del Centro de Tramites de las Exportaciones, CETREX, en el 2013 se exportaron 55,208 toneladas métricas de frijoles, superiores a las casi 51 mil toneladas métricas exportadas en el año 2012. De acuerdo a estas cifras, si tomamos en serio lo que dicen las fuentes gubernamentales, debería estar garantizado el 100 % del consumo interno y habría suficiente frijol para la exportación, por lo que la pregunta de rigor sigue siendo: Donde están los frijoles?

LA MANO INVISIBLE DEL MERCADO VRS. LA MANO PACHONA  DEL PODER.


Según el economista Adam Smith, se debe dejar que funcione la famosa Mano Invisible como elemento auto regulador del libre mercado, pero cuando el poder usa la Mano Pachona para enturbiarlo, no hay auto regulación que valga. Una de las intervenciones nefastas en este asunto, por parte de los agentes gubernamentales, fue el cambio de la matriz productiva del frijol, enamorando a los productores para que sembraran frijol negro en áreas que tradicionalmente eran para el cultivo del frijol rojo, con la finalidad de abastecer al mercado venezolano. A los productores se les prometieron precios de 800 córdobas por quintal y muchos de ellos se la creyeron tanto y a tal extremo, que produjeron 1.5 millones de quintales de frijol negro, prácticamente el triple de lo que podían absorber los venezolanos. Ahora no hayan qué hacer con tanto frijol negro y ante la escasez ficticia del rojito, el gobierno manda a la población a transformar los hábitos alimenticios de toda una vida, para que consuman el enorme excedente de esta variedad de frijoles. Lo que aún no se ha dicho es, si la producción de 5 millones de quintales de frijoles incluye los 1.5 millones de quintales del frijol negro o no, ya que si no están incluidos, la operación de especulación que elevó los precios en su momento hasta 26 córdobas la libra, es de un nivel nunca visto en Nicaragua. 

EL FRIJOL SOLIDARIO: NEGOCIO A COSTA DE LOS POBRES.

Según los productores que vendieron sus cosechas de frijol el año pasado, fueron agentes del gobierno quienes llegaron a comprarles a 400, 500 y 600 córdobas por quintal. Aseguran además tener los nombres de dichos compradores e inclusive las direcciones de las bodegas donde se encuentran almacenados miles de quintales de frijoles. Señalan de manera directa a compradores de ENABAS y a los conocidos intermediarios de ALBALINISA, por lo que la búsqueda y localización del frijol, objeto de tan enorme especulación, no debería ser mayor problema para el gobierno. Sin embargo, la respuesta ha sido, aparte de la amenaza del comandante Ortega de aplastar a los acaparadores, vender la libra de “frijol solidario” a 16 córdobas primero y 15 córdobas después. Comprar a 5 y vender a 15 no deja de ser un excelente negocio para quienes se lucran del hambre del pueblo, amén de la dosis de oportunismo político que acompaña la venta “solidaria”.

PANORAMA SOMBRÍO PARA EL CICLO ACTUAL.

La producción de frijol rojo para el presente ciclo agrícola se calcula menor que la del ciclo anterior, cerca de un millón de quintales menos, de acuerdo al presidente de la UNAG, Álvaro Fiallos, quien además prevé una producción de medio millón de quintales de frijol negro, lo que corregiría la enorme distorsión en la matriz productiva provocada por el gobierno el año pasado, sin embargo, la presencia del fenómeno climático “El Niño”, solo hace presagiar escenarios más complicados. El presidente de la Federación Nacional de Cooperativas, FENACOOP, Sinforiano Cáceres, plantea la posibilidad de hambruna en el país, toda vez que se tengan que juntar los tres periodos de siembra, Primera, Postrera y Apante, en uno solo, debido a los efectos climáticos adversos y ante la falta de semillas para la siembra, ya que los productores más pobres las están usando para su alimentación. 

Por su parte, el gobierno ha autorizado la importación de 20 mil toneladas de frijol, con la esperanza de que aguanten hasta la salida de la cosecha de postrera, sin embargo, esto solo servirá para abastecer el consumo nacional de dos meses, por lo que es previsible que continúen las importaciones. La gran tristeza para los nicaragüenses, es que hemos pasado de un día para otro, de exportadores a importadores, de vendedores a compradores, y todo para satisfacer a una cúpula insaciable que va de crisis en crisis, reales y ficticias, aprovechando cada una de ellas para hacer negocios y no para mejorar las condiciones productivas del país.