sábado, 19 de julio de 2014

35/19: EFEMÉRIDES DE UNA REVOLUCIÓN. EVOLUCIÓN O INVOLUCIÓN?


Hoy 19 de Julio, se conmemora un aniversario más, el 35, de la caída de la dictadura del Gral. Anastasio Somoza Debayle, último eslabón de la dinastía de los Somoza, una cadena que inicio con el asesinato del Gral. Augusto Cesar Sandino el 21 de Febrero de 1934 y que dio pie a que dos años más tarde, en 1936 y auspiciado por los Estados Unidos, Anastasio Somoza García se hiciera elegir Presidente de la República, hasta su muerte un 21 de Septiembre de 1956 a manos del poeta Rigoberto López Pérez, quien ponía fin, mediante su sacrificio personal, a la vida de un personaje que llenó de luto, sangre y lágrimas al país entero. Sin embargo, a la noche oscura vivida durante los 22 largos años que estuvo en el poder Somoza García, se sumaron 23 años más de feroz dictadura, esta vez mediante su sucesor, Anastasio Somoza Debayle, quien continuó la nefasta labor heredada de su padre hasta 1979, un 19 de Julio, cuando el pueblo nicaragüense, liderado por el FSLN, se levantaba victorioso sobre la figura de un hombre que representaba un sistema perverso de dominación, sobre un personaje que creyó que la fuerza de las armas, la represión y el chivateo institucionalizado eran suficientes para mantener sometida a la nación, que asumió en lo profundo de su soberbia y borrachera de poder que los gritos a plaza llena demostrando lealtad, fidelidad y exigiéndole eternidad con el “Somoza For Ever” y el “No te vas, Te quedas” eran reales y que se asumió como el caudillo indispensable, el elegido por la Divina Providencia para gobernar los destinos de Nicaragua.

Durante los 45 años que transcurrieron entre el asesinato de Sandino y la caída de Somoza Debayle, tuvo que pasar un torrente de sangre y muerte a lo largo y ancho de todo el territorio nacional para alcanzar el derrocamiento de la dictadura familiar dinástica, cuyos principales hitos históricos datan desde 1954 con los Sucesos de Abril; en 1958 con los movimientos guerrilleros del Coronel del Ejército Defensor de la Soberanía Nacional, Ramón Raudales; en 1959 con los movimientos armados de Olama y Mollejones, El Chaparral y de Manuel Díaz y Sotelo; en 1960 con el movimiento guerrillero de Julio Alonso Leclaire y la toma de los cuarteles de Diriamba y Jinotepe el 11 de Noviembre de este año; en 1963 con el accionar de las guerrillas de Bocay, Raití y Rio Coco; en 1967 con la guerrilla de Pancasan; en 1974 con el Asalto a la Casa de Chema Castillo por parte del Comando Juan José Quezada; en 1977 con el inicio de la Ofensiva Ininterrumpida; el 22 de Agosto de 1978 con el Asalto al Palacio Nacional en la “Operación Chanchera” y en Mayo de 1979 con la Ofensiva Final. Se calcula en 50 mil muertos el costo de este ciclo de violencia, el costo de 45 años de dictadura somocista, el costo que tuvo que pagar Nicaragua y sus mejores hijos, para derrocar el proyecto dictatorial, dinástico y mesiánico de la familia Somoza.

El día de hoy, 35 años después de esa gesta épica, heroica y sangrienta, es necesario volver la vista atrás para evaluar si los sueños de todos los que se sacrificaron en el camino por una Nicaragua Libre se han cumplido. Porque una efemérides como la que se conmemora este día, no se limita a hacer un acto partidario a plaza llena para hablar de glorias ajenas, de nostalgias pasadas, de recuerdos que se difuminan en el tiempo y se agitan cada año. El 19 de Julio debe servirnos para sacar nuestras propias cuentas y hacer igualmente nuestras propias conclusiones. Es esto por lo que luchó el pueblo nicaragüense? A esto se referían los mártires gloriosos de todos los movimientos y luchas armadas que quedaron en la ruta a la liberación? Somos más libres hoy? Nuestra Soberanía Nacional, nuestra Patria y nuestra Libertad, Santo y Seña del Gral. Sandino, están a salvo de los nuevos filibusteros, que como buitres hambrientos acechan para caer sobre los despojos de la nación? Los vicios del pasado, contra los que lucharon y murieron miles y miles de hombres y mujeres, fueron enterrados para siempre, o simplemente se transformaron en una nueva versión? La Moral Revolucionaria, seguida al pie de la letra y hasta el sacrificio por los Héroes y Mártires del pasado, es lo que guía el presente? El modelo de dominación somocista, basado en el populismo, el prebendarismo, el caudillismo, la lisonja, la compra de conciencias y voluntades, la corrupción del sistema político, el fraude electoral, el amarre de cúpulas, el saqueo de los bienes del estado, el enriquecimiento ilícito, la depredación de los recursos naturales, fue enterrado para siempre o simplemente mutó hacia formas más perversas y corruptas? Continuamos siendo lo revolucionarios que decíamos ser en el pasado, o sencillamente nos convertimos en una gleba de oportunistas, vividores, acomodados y sinvergüenzas? En fin, Evolucionamos o Involucionamos?


Ciertamente, que a 35 años de distancia, tenemos mucho que preguntarnos y cuestionarnos acerca de lo que somos hoy en día y lo que éramos hace tantos años. Nadie duda que el sacrificio de todos los nicaragüenses, grande, mediano o pequeño, valió la pena para salir de 45 años de dictadura. No creo en los que ahora pretenden justificar el somocismo de antes para atacar el somocismo de hoy. Ninguna dictadura es buena, ni de derecha, ni de izquierda; ambas niegan la libertad de expresión, de movilización y el derecho a la protesta; ambas oprimen, reprimen y sojuzgan a los pueblos; ambas hablan del pueblo y viven a costa del pueblo; ambas utilizan al gobierno, al estado, a las fuerzas armadas, policiales y de seguridad para mantenerse indefinidamente usando y abusando del poder; ambas son dañinas, perversas y corruptas. Ambas son la negación de la libertad.