Me había prometido no
escribir hasta ver los resultados del día 28, fecha límite que se habían impuesto
en la mesa de negociaciones, aunque a decir verdad, se había planteado su
posible extensión en caso de no llegar a acuerdos. Y esta promesa era
fundamentalmente porque soy enemigo del “Fuego Amigo”, tan de moda en las redes
sociales hoy en día. Todos queremos que Ortega se vaya ayer, sin embargo fácil es
decirlo, pero otra es que esto se haga realidad de la noche a la mañana.
Estamos en un proceso de negociación, que a muchos no les gusta por a, b, c,…z razón,
sin embargo es lo que hay. Estamos claros, cada día hay más evidencia, de que
existe otro proceso más arriba, que es donde se estarían tomando las decisiones
fundamentales, entre los Estados Unidos y Ortega, pero es en la mesa de
negociaciones de la ACJD donde, creo, se estaría operativizando lo que se
acuerde en la otra negociación. Y no deberíamos asustarnos de esto, o es que
alguien piensa de que Ortega iba a entrar a este proceso sin las presiones de
afuera, fundamentalmente la de los norteamericanos y los europeos y sin ellos estar
discutiendo su salida? Desde hace meses había
evidencias concretas de que el régimen buscaba una salida negociada a la
crisis, pero con actores internacionales, igual que ocurrió en Sapoa en 1989,
pues luego del cerco de todos los actores importantes externos a su gobierno,
nadie, ninguna organización dentro del país, puede garantizarle impunidad, no extradición
o seguridad a él, su familia y el capital acumulado durante estos años de
saqueo al país. Nadie, únicamente los gringos y los europeos. Por consiguiente,
esperó a que estuvieran maduras las condiciones para iniciar lo que ya está caminando.
Explicado esto, analicemos
un poco hacia atrás para saber de dónde viene este proceso actual de negociación
y así ubicarnos en cuanto a la presencia mayoritaria de un sector. En el mes de
enero de este año, más concretamente el martes 8, se realizó en el INCAE el
Foro Empresarial y Profesional denominado “Perspectivas y Decisiones 2019”, en
la cual participaron 103 empresarios y profesionales, en el mismo se
suscribieron tres acuerdos: 1.- Fortalecer la organización empresarial,
representada por todos los sectores. 2.- Crear condiciones para una negociación
nacional magnánima y con sentido de patria, con pocos actores, pero con
representatividad, confianza y prestigio, y 3.- Trabajar en el establecimiento
de la negociación, agenda, normativas, procedimientos y contar con la ayuda de
expertos. Ahí nació, de la mano de
los empresarios, el proceso actual de negociación. Por eso es que fue el Gran
Capital, acuerpados por el Nuncio Apostólico y el Cardenal Brenes, quienes se
reunieron con Ortega el 16 de febrero, para ponerle nombre y apellido a esto
que estamos viviendo hoy en día. Recordemos que los Estados Unidos habían enviado
el 22 de Enero a dos emisarios para exigir el final de la crisis mediante
elecciones adelantadas. Y luego de esta visita, llegaron los eurodiputados, a
fortalecer la idea de la salida de Ortega en un proceso de negociación. Ambas
delegaciones plantearon plazos fatales: el 28 de Febrero. Y Ortega hizo el
llamado a las Negociaciones el 22 de Febrero, para que estas iniciaran el 27 de
este mes, un día antes del plazo planteado por gringos y europeos.
Coincidencias de fechas?
Ya instalada la mesa y en un intento de ganar
tiempo, evidentemente por los intereses encontrados de ambas delegaciones, la
Hoja de Ruta tardó casi un mes en fijarse. Y todos protestaron por el tiempo
transcurrido solo para poder llegar a esto, para muchos, tan simple. El
problema es que no nos hemos puesto a pensar que lo que se le está pidiendo a
Ortega es la entrega del poder, que se vaya del país en el peor de los casos o
entre a la cárcel, el, su mujer, sus hijos, sus socios y adláteres, los altos
mandos policiales y del ejército, todos los paramilitares, etc. sin la correlación
de fuerzas del 89, por ejemplo. Y lo que tenemos hoy por hoy en el país es un
virtual Estado de Sitio, paramilitares ejerciendo labores policiales y
reprimiendo al pueblo, la amenaza de más secuestros por parte de estos, con
escasos medios de comunicación independientes, entre otras desgracias. Así las
cosas, de quien estamos dependiendo fundamentalmente para obligar a Ortega a
sentarse a negociar? De la presión internacional. La fuerza en las calles es
limitada, por mucho que queramos sobredimensionarla. Es pequeña, pero no quiere
decir que potencialmente sea un monstruo dormido y Ortega lo sabe, por eso no
da tregua ni respiro a cualquier intento de tomárselas nuevamente.
Ahora bien, con este panorama, que es lo que se ha
hecho? A pesar del pesimismo y el bendito fuego Amigo en las redes, se ha
logrado lo que hace meses era impensable:
Primero: Un acuerdo de liberación de los
secuestrados políticos. Por mucho que Ortega le dé largas al asunto, con todo y
que no nos gusten los 90 dias, por más que los vocingleros del régimen digan
otra cosa, tendrán que soltarlos. No les queda de otra. Tratará de extender al máximo
los plazos, para que su ganado no se le desparrame. No solo tiene que bregar en
contra del cerco y las presiones internacionales, su mayor preocupación es que
su gente no se le vaya, de eso depende su vida, su futuro político en el corto
y mediano plazo. Por eso Moncada, por eso Wilfredo Navarro, por eso Pastora,
tratar de animar a la parroquia orteguista, aunque saben que están engañándolas,
pero tratan de ganar unos cuantos dias, para poder hacer las asambleas donde
expliquen que el comandante sigue siendo sabio, que el comandante sabe lo que está
haciendo, que el comandante está pensando en ellos y no los dejará colgados. Pero
también tratará de alargar los plazos, llegar si es posible al día 90 con los últimos
secuestrados, pues sabe que la oposición enfilará sus cañones no hacia él, sino
hacia la ACJD, lo que le dará margen de ganancia en el siguiente paso, las
elecciones.
Segundo: Un acuerdo a punto de firmarse, de elecciones
adelantadas. Y nuevamente, es lo que le han exigido los norteamericanos y los
europeos como mecanismo de salida. Y tratará de estirar al máximo las fechas,
pero tendrá que aceptarlas. Quizás proponga Noviembre del próximo año, para
poder llegar a Junio, sin embargo, me informan que en las asambleas que a la
carrera están montando en todo el país, el tema de agenda es precisamente que
tienen que prepararse para las elecciones del próximo año, hablando de antes de
Junio. Luego de venderle a sus bases un discurso triunfalista durante tantos
meses, cambiarlo de un día para otro con uno de derrota es el problema, hay
mucho desconcierto, desconfianza y temor entre ellos. Luego de las
comparecencias de la doña todos los dias, hablando de un país que no existe, de
una normalidad que únicamente la ven ellos, de victorias económicas, de
triunfos políticos, de haber aplastado a los diabólicos golpistas, etc., cambiar
ahora el discurso y aceptar entre líneas que tendrán que dejar el poder, no
debe ser fácil para ellos, pero ese es su problema, no el nuestro, ni el de la
ACJD.
Por eso, el día de ayer, jueves 28 de Marzo, la
ACJD estableció Líneas Rojas, que en buen cristiano significan los límites de
lo que no se está dispuesto a aceptar y precisamente, son dos: la no salida de todos
los secuestrados políticos y la no firma de las elecciones adelantadas. Solo esperamos
que estas se cumplan y no sea como cuando se dijo que mientras no salieran todos
los secuestrados políticos no se volvería a la mesa de negociaciones y tres
dias después volvieron. Con el mensaje dado el día de ayer, renuevo mi
confianza en la ACJD, no nos queda otra opción, debemos fortalecerla y
acuerparla, Ortega cuenta con que no lo haremos y seguiremos torpedeándola y denigrándola,
que no es lo mismo que criticar y señalar. Veremos el 3 de Abril que pasa.