sábado, 27 de diciembre de 2014

TERRORISMO DE ESTADO

La represión indiscriminada que el régimen orteguista ha desatado en estos días de Navidad y próximos al Año Nuevo, no tienen otro nombre que Terrorismo de Estado, que no es más que la utilización de métodos ilegítimos por parte del gobierno, para inducir el miedo o el terror entre la población civil y poder alcanzar sus objetivos o fomentar comportamientos que no se producirían de otra forma por sí mismos (Wikipedia).

Nuevamente hemos constatado la naturaleza violenta y agresiva de Daniel Ortega y su camarilla, que pretenden imponer un proyecto anti nacional a los nicaragüenses, entregando la soberanía y el decoro nacional a una empresa extranjera, al igual que en su momento lo hicieron Adolfo Díaz, Emiliano Chamorro y José María Moncada.

Nuevamente se pone en escena la Doctrina de Seguridad Nacional, llevada a cabo por los órganos represivos de la Dictadura de la familia Ortega - Murillo, el ejército y la policía orteguista, al considerar como enemigos del estado a todos los que se niegan a ser confiscados, desalojados y desarraigados de sus legítimas propiedades. Lo dijimos en su momento, cuando se culminaba la desaparición del ejercito constitucional mediante las reformas al Código de Organización Militar, las nuevas misiones y la doctrina con la que dotaban al cuerpo castrense, no hacían más que convertirlo en un remedo de guardia pretoriana al servicio de una dictadura familiar, que además pretende ser dinástica.

Nuevas misiones, consistentes en resguardar y proteger las empresas y negocios de la familia gobernante, el más importante de todos: El proyecto canalero. Nueva doctrina, la de Seguridad Nacional, que convierte a todos los ciudadanos que disientan del régimen en sospechosos de ser sus enemigos y por lo tanto, sujetos de investigación, espionaje y represión. Es lo que hemos visto en Rivas, en El Tule y Nueva Guinea y lo que veremos en los próximos días, porque está en el ADN de Ortega, es el lenguaje que él entiende, es su forma más fácil de gobernar. Durante estos pocos años de gobierno, nunca le han importado las necesidades del pueblo, las ha usado en su beneficio para instalar y consolidar un proyecto autoritario, dictatorial y dinástico.

El asunto del canal es un medio para el fin que ellos han vislumbrado, al menos 50 años en el poder, pasando de él a su esposa y de esta al hijo que ellos han considerado sea el elegido, el heredero, el “chigüín”. No importa lo que tengan que hacer ni a quien tengan que reprimir, primero están sus intereses, segundo y tercero sus intereses y si sobra, igual, sus intereses. Se sienten predestinados a gobernar, lo dijeron en su momento, y si para esto es necesario mentir y manipular, lo harán con el mayor gusto. Ayer eran marianos y “nacimienteros” hasta más no poder, hoy vuelven a ser lo que son: Terroristas de Estado. Está en su ADN. Está en su Naturaleza. No cambiarán nunca.


Octavio Ortega Arana, Ronald Henríquez, Freddy Antonio Orozco, Danilo Lorio, Jairo Lazo y Manuel Antonio Vega hoy son las victimas del Terrorismo de Estado de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, con un ejército y una policía puestos a su servicio para el más oscuro de sus intereses, el de la entrega de la Soberanía Nacional a cambio de unos dólares (o yuanes) más. Mañana será el pueblo entero, es una historia conocida y con un final también conocido. 

miércoles, 24 de diciembre de 2014

LAS NAVIDADES DE ORTEGA


Las navidades en todas partes del mundo, donde la gente reconoce estos días como la fecha del nacimiento del Niño Jesús, están cargadas de simbolismos que expresan Paz, Felicidad, Amor y Alegría; son días para poder compartir lo mucho o poco con los amigos y familiares y desearles a propios y extraños Feliz Navidad, expresión que denota un sentimiento profundo de cariño, respeto, solidaridad y deseos de bienaventuranzas. En los lugares donde reina la democracia, que nunca y en ningún lugar es perfecta, los ciudadanos disfrutan a plenitud estas fiestas porque saben que el gobierno respeta la intimidad de estas celebraciones y trata de no entorpecerlas.

Pero existen países, como el nuestro, en los que el gobierno de turno se asume como dueño absoluto de la verdad absoluta, se consideran elegidos por una voluntad divina que solo ellos conocen o entienden, para hacer y deshacer con la vida, hacienda y creencias del pueblo y creen que lo que es bueno para ellos es bueno para el resto del país. Son los farsantes de siempre, los manipuladores de los símbolos religiosos más queridos por los creyentes, los que comen santos y defecan diablos, los que engañan, los ilusionistas y encantadores de serpientes que se aprovechan de los incautos, de los que nada tienen y viven de las esperanzas, de las ilusiones y de las mentiras que les venden con bonitos adornos.

Quieren hacernos creer que son devotos marianos, cuando todos sabemos lo que en realidad son: sincretistas y oscuros esotéricos. Pretenden engañarnos con nacimientos encantadores, cuando no son más que manzanas que esconden la maldad y el pecado y son vendidos como novedades turísticas. Nunca han creído en lo que cree la mayoría de la población, siempre se han burlado de las creencias religiosas del pueblo, pero saben que el camaleón tiene que mimetizarse para confundir, para engañar y ellos son expertos en el arte del mimetismo. Siempre han sido lo que ahora son, jamás han cambiado, pero han engañado a muchos que por comodidad, o por ignorancia, o por ambición se han dejado gustosamente engañar.

En diciembre de 1981, el mismo Daniel Ortega de antes y de hoy, regaló a la población indígena del Caribe Norte, lo que la historia recoge como la Navidad Roja, el traslado de 42 comunidades indígenas que habitaban en las riveras del Rio Coco hacia la profundidad del territorio. Ha sido la operación de desarraigo más grande de la historia de nuestro país y que costó el divorcio total de miles de pobladores indígenas con la Revolución de los años 80’s. Dicho divorcio también fue abonado con sangre, con muertos y heridos. La “Operación Olivero” llevada a cabo por la Contra en diciembre de 1987 en el triángulo minero y que destruyó infraestructura eléctrica, instalaciones militares y policiales, bases de radares, vehículos militares entre otros, no pudo haber sido posible sin la cooperación necesaria de una población lacerada en su dignidad. Pero los reveses de ayer no cuentan como lecciones aprendidas para los mismos que creen que están por encima del bien y el mal, por encima del pueblo y por encima de la historia.

Este diciembre, que será recordado como las Navidades de la Ignominia, el mismo Ortega de aquellos años, ha consumado la entrega de la Soberanía Nacional en una acto mediocre y repleto de engaños a una empresa, que según confesión del moderno Adolfo Díaz, es del pueblo de China Continental, vale decir, del Gobierno de China Continental, lo que implica que en una acción de ambición sin límites y de entreguismo absoluto, la Dignidad Nacional y el Honor Patrio ha sido vendido a los chinos como alguien vende una propiedad personal, como alguien vende algo de lo que se es dueño indiscutible. Y no contento con semejante abuso, pretende que nadie en Nicaragua diga absolutamente nada, ni siquiera los miles de pobladores que en Rivas, San Carlos y el Caribe Sur serán desplazados y desarraigados de sus comunidades, en una reedición de la Navidad Roja de diciembre de 1981 y por lo que la víspera anuncia, será utilizando la misma metodología.

La Navidad de Ortega ha comenzado. Muerte, heridos y cárcel. Ya se habla de muertos y heridos en El Tule producto de la salvaje represión de las fuerzas policiales y del ejército, nuevamente puestos al servicio de un dictador y por supuesto compartiendo su misma suerte. Encarcelaron por más de seis horas a Ana Margarita Vijil, Presidenta Nacional del MRS y varios líderes de las comunidades que están protestando por el abuso gubernamental. Agredieron cobardemente a nuestro diputado Víctor Hugo Tinoco, sin siquiera respetar su condición de inmunidad parlamentaria. Han encarcelado a más de cien ciudadanos rivenses y sancarleños, entre estos a Octavio Ortega, Coordinador Nacional de quienes hoy defienden la Soberanía Nacional en Rivas, San Carlos y Nueva Guinea. Pretenden amedrentar al pueblo con represión, olvidando las lecciones del pasado. Nada les ha salido como esperaban, pues creyeron que el pueblo se iba a comer ese atol con el dedo sin arrugar la cara. Las comunidades próximas a ser confiscadas y desarraigadas están en pie de lucha, las consignas de Nueva Guinea, La Unión, La Fonseca, Puerto Príncipe, El Tule, Obrajuelo, Tolesmayda, Buenos Aires y Ometepe son claras: Somos productores, no vendedores de tierra! Si Sandino viviera, El Chino muriera!

Ortega y su familia deberían estar claros que las manos que ayer se levantaron para ovacionarlos, mañana se convierten en puños para repudiarlo. Nada es eterno y las mentiras caen por si solas. Comunidades sandinistas en Rivas están volcadas en las calles repudiando su entreguismo. Le pasó a Somoza, miles en plaza pública levantando sus manos y gritando No te Vas, Te Quedas! Meses después, muy pocos, esos mismos o al menos una parte de ellos, levantaban sus puños gritando Fuera Somoza! Viva Sandino!