No se necesitaba ser un
pitoniso o devanarse los sesos para advertir lo que nos esperaba este fin de
semana, que aún no termina. Incrementar al máximo la represión desde la tarde
del sábado para desmontar todos los focos de resistencia icónicos de esta
jornada de lucha: UPOLI, UNAN y Masaya. Quizás muchos no esperaban la furia criminal
que el gobierno desataría sobre esta última, pero todo presagiaba una noche de
cuchillos largos. Se habla de dos muertos, uno de ellos un niño de apenas 14
años y más de 150 heridos. Un saldo brutal para un solo día.
Los cálculos de la Rosario eran
llegar mañana lunes a las 12 am con las cabezas sangrantes de Monimbo, la UPOLI
y la UNAN y arrojarlas sobre la mesa de negociación. Negociar en posición de
fuerza, de ventaja, nunca de debilidad, sin embargo será muy difícil hacerlo de
hoy a mañana. La imponente marcha de vehículos hacia Masaya, para brindar la
verdadera SOLIDARIDAD con un pueblo heroico, significa una aplastante VICTORIA de
quienes enarbolamos las banderas de Paz, Justicia y Democracia. Entendámoslo
con toda claridad, ellos nunca han negociado en desventaja, siempre al borde
del abismo, siempre al filo de la navaja, siempre empujando violentos y
esperando que el miedo del contrario lo obligue a rendirse. Hoy ya no es así,
mañana tendrán que sentarse sin nada con que intimidar, únicamente con los ríos
de sangre que chorrean de sus manos.
Mi opinión es que Hoy es
clave y Mañana más aún. Masaya debe mantenerse erguida, victoriosa, combativa.
Catarina, Niquinohomo y Masatepe deben resguardar las espaldas de Monimbo. La
UNAN y la UPOLI deben ser protegidas de los embates que pudieran llegar hoy por
la noche. Protegidas con todo el pueblo cercano. La creatividad es esencial. El
país entero debe ver en el “Repliegue Ciudadano” de Managua a Masaya el día de hoy,
el ejemplo de lo que se necesita en nuestro país para alcanzar la Paz. Mucha Solidaridad,
Decisión y Fortaleza del pueblo.
No me queda claro hasta
donde están las negociaciones que a espaldas de todos se vienen dando, pero de
lo que si debemos estar claros, es que tenemos que obligar al régimen a responder
al plazo fatal dado por la Conferencia Episcopal para iniciar el Dialogo
Nacional. Que sean ellos y no nosotros los que se levanten y quiebren la mesa,
que sean ellos los que abandonen las negociaciones que pudieran iniciarse, que
sean ellos quienes queden en evidencia de su incapacidad de gobernar este país y
buscar soluciones a la crisis que ellos mismos crearon. Que sean ellos quienes
queden mal ante sus “aliados”, ante la comunidad internacional, ante la OEA,
ante los Estados Unidos, ante la Unión Europea. Que sean ellos los que se
pongan la soga al cuello. Hoy más que nunca tenemos que hacer acopio de
paciencia, pero no de la resignada, sino de la paciencia “activa”.
Creo, y es mi opinión, que
al plazo fatal hay que ponerle presión, si no, no responderán. Ellos quisieron
aplacar a sangre y fuego Masaya anoche, no pudieron. No han podido con la UPOLI
y se les atraganta la pérdida de la UNAN. Están más que conscientes que van en
desventaja, que la llevan perdida. Creo que mañana el país entero debe decirle al
gobierno que solo ellos atrasan y la mejor forma de hacerlo es a como se lo están
diciendo en Chontales y en Nueva Guinea. Es el único lenguaje que escuchan. A
unos les preocupan las pérdidas económicas, a otros nos preocupan la sangre y
los muertos. Es el pueblo el que pone a partir de ahora los plazos y el plazo
es mañana.