viernes, 25 de julio de 2014

UNA BARBARIE INJUSTIFICADA Y UNA RESPUESTA POLITIZADA

La mentira tiene patas cortas,
y nariz larga. La mentira es una comadreja.
Roberto Fontanarrosa


Barbarie! Es la única palabra que se nos ocurre para calificar el alevoso ametrallamiento de los buses que trasladaban simpatizantes del partido de gobierno que regresaban, al margen de las caravanas, a sus lugares de origen. Un ataque criminal que dejó como saldo mortal cinco ciudadanos inocentes y 23 heridos en dos acciones diferentes, una en el kilómetro 76 de la carretera panamericana norte y el otro en el sector del Wabule, entre los municipios de San Ramón y Matiguás, departamento de Matagalpa. Dos emboscadas que enlutan a cinco familias nicaragüenses y de las que nadie puede sentir alegría o simpatía. Son sencillamente asesinatos a gente inocente, que va totalmente desprotegida, en la oscuridad de la noche, con alevosía, premeditación y ventaja. Es un acto cobarde que pensábamos nunca habría en este país, luego de escuchar y leer las noticias de que este tipo de acciones es común en países como Honduras,  en donde el narcotráfico y las pandillas ejecutan de esta forma a inocentes ciudadanos, para castigar al empresario de transporte que no paga el peaje de protección exigido por las bandas o sencillamente, para castigar al estado en su lucha contra el crimen organizado.

LA POLICÍA: RÁPIDA Y EFICIENTE COMO NUNCA ANTES VISTA.

Este brutal crimen ha servido para comprobar la altísima eficiencia de la Policía Nacional cuando se trata de ataques al bando que ellos fervorosamente defienden. Y no es que estemos aprovechando las circunstancias para atacar a la institución policial, pero es que la población por diferentes medios ha cuestionado que para otras acciones esa eficiencia no existe. En menos de lo que canta un gallo, ya había detenidos sospechosos de participar en una de las emboscadas, al parecer la que más atención le han dado las autoridades, ya que todas las investigaciones se han concentrado en la ocurrida en la carretera Panamericana.

Y aunque las contradicciones entre la policía por una parte y los familiares, vecinos y amigos de los sospechosos por la otra, no encajan en el perfil de criminales organizados que se les quiere dar, es encomiable la labor desarrollada, totalmente opuesta a la mostrada en la brutal agresión que sufrieron los jóvenes que llegaron a apoyar a los viejitos de la tercera edad que protestaban frente a las oficinas del INSS el 22 de Junio del año pasado, agresión que además de la brutal paliza y secuestro en algunos casos, que recibieron los jóvenes en mención, fueron despojados (robados) de 7 vehículos, 4 motos, 9 cámaras digitales, 27 celulares, 4 Tablet, 3 laptops, 8 pares de anteojos, 25 carteras, 11 tarjetas de crédito, 3 relojes, 3 guitarras, 1 estetoscopio, 1 tensiómetro, 6 memorias de cámaras y 1 pasaporte. Tampoco se vio esa eficiencia en el ataque cobarde perpetrado por moto-paramilitares en las afueras del Consejo Supremo Electoral tres días antes de la celebración del 19 de Julio, en contra de mujeres indefensas y periodistas y ante las propias narices de oficiales de la policía, que indolentes y cómplices solo se limitaban a observar.

ALGUNAS INTERROGANTES DE LA GENTE EN LAS CALLES.

Existe una serie de interrogantes que la población se hace ante las informaciones oficiales que poco a poco se hacen públicas. Una de ellas es el hecho de que los atacantes, que ahora son apedreadores, según los familiares y el chofer del bus, iban en los buses que fueron a la celebración del 19 de Julio y todos ellos portaban carnet del partido de gobierno. Orteguistas atacando a orteguistas? Si es cierto lo que dicen familiares, amigos y el chofer del bus, cómo es que estos sujetos, siendo que venían de la celebración, resultaron ser quienes apedrearon el bus? Ubicuidad o meros chivos expiatorios? Ahora bien, desde cuando se utilizan apedreadores para montar una emboscada armada a un vehículo en marcha? Táctica militar novedosa creada por tres campesinos de la comunidad de Las Pilas? La reivindicación que hace de la acción mediante comunicado un grupo armado que se identifica como Fuerzas Armadas de Salvación Nacional – Ejército del Pueblo, FASN – EP, con una sospechosamente sofisticada página web y que desaparece luego del rechazo del “grupo delincuencial” conocido como Coordinadora Guerrillera Nicaragüense, CGN, implica que existen otros actores que no están a luz pública? Y que pasó con la otra emboscada, la de la comunidad del Wabule, estos no son nicaragüenses también? Por qué no hay absolutamente ninguna información de este ataque? Son los mismos autores? Son diferentes grupos? Existió coordinación entre ellos? En ambos casos, cómo sabían los hechores de que eran los únicos buses que no llevaban protección policial y que se habían regresado, pues aparentemente no llegaron a tiempo para la celebración en la plaza, como se ha destacado tanto por las autoridades como por los medios de comunicación? Tenían información interna o fue mera coincidencia? Estas dos acciones, se vinculan a la ocurrida en las cercanías de Totogalpa escasos días atrás? 

LA RESPUESTA POLICIAL: DESPROPORCIONADA Y PARCIALIZADA POLÍTICAMENTE.

Pero lo más importante no son las respuestas a estas y otras preguntas que la gente se hace en las calles, sino la respuesta desproporcionada y políticamente parcializada que está dando la policía en las comunidades de Matagalpa, especialmente en el municipio de Ciudad Darío, donde, según se denuncia, la policía auxiliada por chivatos encapuchados está capturando sin ton ni son a cuanto ciudadano y familias son señalados por estos sujetos y que coincidentemente dichas familias y personas señaladas son opositores al gobierno y no gente afín al orteguismo, que es en todo caso a quien deberían señalar, toda vez que los carnet de los primeros implicados los identifican como militantes del partido de gobierno y no como de algún partido opositor.

Al igual que en Nueva Guinea y Ciudad Darío en el 2012, se está utilizando esta deleznable acción criminal para, de nuevo, intimidar a la oposición de estos lugares, acusando y encarcelando a diestra y siniestra a gente que a lo mejor nada tiene que ver en el asunto, lo cual es sumamente peligroso, pues es la continuidad de la politización de la justicia, la criminalización de la oposición y la partidarización absoluta de la Policía Nacional.

Si a esto se refería el comandante cuando pedía el 19 en la plaza ser Instrumento de Paz, que Dios nos agarre confesados.