Como si fuera
una trágica comedia griega de muchísimos actos, la agonía a la que está
sometido el Teniente Coronel Hugo Chávez Frías, retomando las palabras del Dr.
Carlos Tunnerman, Ex Presidente de
Venezuela, tiene en vilo a mundo y medio. Unos, legítimamente preocupados
por la suerte del caudillo, la inmensa mayoría gente pobre que habita en los
cordones de miseria que abundan en el país petrolero, a quien le agradecen
haber sido tomados en cuenta como beneficiarios de las Misiones Bolivarianas, proyectos
gubernamentales concebidos para satisfacer alguna necesidad inmediata de esta
inmensa masa paupérrima, que lejos de disminuir, ha crecido considerablemente.
Otros, preocupados por la orfandad política en la que quedarán, ya que el Comandante
era el Alfa y el Omega del proyecto y como sucede con todos los caudillos de
todas partes del mundo, se asumen eternos e inmortales, postergando para el
final el incómodo asunto del relevo político. Otros, no menos legítimamente
preocupados, estarán pensando en las inmensas riquezas acumuladas a la sombra
de la enorme corrupción desatada durante
todos estos años de “revolución socialista” y que pueden perderla si las cosas
cambian en Venezuela. Y finalmente, aquellos que, igual que “buitres y
carroñeros”, están más preocupados por la suerte de la inmensa cooperación
económica que ha llegado de rebote a sus manos, que por si vive o muere el Gran
Benefactor.
Según Wikipedia,
“Carroña es el nombre que recibe la carne
podrida. Sirve de alimento a ciertos animales que se alimentan especialmente de
cadáveres de animales no capturados por ellos mismos, por lo que son llamados
carroñeros”. Esto hace suponer, esta vez retomando las palabras del
comandante Ortega y asumiendo su “preocupación” por la oposición venezolana, a
la que precisamente les ha llamado en tales términos, que hay muchos carroñeros
que están esperando que se oficialice el deceso del Comandante Chávez, para
caerle al cadáver y devorarlo. Pero como ellos mismos han expresado, a ningún
partido de la Mesa de la Unidad Democrática le han enviado millones de barriles
de petróleo cada año para que los paguen la mitad en tres meses y la otra mitad
a 25 años. Tampoco a ninguna de estas agrupaciones políticas que conforman la
mencionada coalición opositora, le han “donado” varias plantas de generación
eléctrica para que se vuelvan de la noche a la mañana, los más grandes empresarios
del sector energético. Por lo tanto, y de acuerdo a la opinión de ellos, los
buitres y carroñeros están en otra parte y no en la MUD.
Como siempre,
arrogándose la delegación de todo el pueblo de Nicaragua, el comandante Ortega,
una vez más, nos vuelve a dejar mal parados a nivel internacional. A estas
alturas, ya debería de saber que existe una mayoría en el país, expresada en
los recientes comicios municipales, que no comulgamos, ni con su gobierno, ni
con sus desplantes, ni mucho menos con sus diatribas barriobajeras. No sabemos
cuáles eran sus pretensiones con semejantes chabacanerías. A lo mejor quedar
bien con los sucesores de Chávez y
dejarles claro que con él cuentan para esta y cualquier otra chambonada
o violación a la Constitución, algo en lo que él puede darles cátedra, pues se
ha vuelto un experto. La platita acumulada bien vale esto y más. O quizás quiso
demostrar, que de todos los que llegaron, el es el más duro, violento y
agresivo, porque así trata a los opositores en su patio. O a lo mejor lo que
pretendía con su desafortunada intervención es agarrar cámara, para ocupar el
espacio que está dejando Chávez como líder del ALBA, algo que de solo pensarlo
mueve a risa. Una chaqueta demasiada ancha para tan poca percha.
Como quiera
que haya sido, su pesadez solo ha hecho granjearse la animadversión y el
repudio de los que, en un futuro no muy lejano, podrían llegar al poder en la
Venezuela post chavista y lo más probable es que le recuerden, junto con las
facturas de las plantas eléctricas y los millones de barriles de petróleo que
han sido enviados por tantos años y que hay que pagar, las vulgaridades
expresadas un 10 de Enero del 2012 y lo que es peor, en su propio país. Ahí
veremos a muchos buitres alzar vuelo dejando una estela nauseabunda de
corrupción, cuando se transforme en deuda pública la deuda privada que, como
vil carroña, usufructuaron ilegal e inmoralmente y tengamos que pagar del
presupuesto de la nación, vale decir de los impuestos que pagamos los
nicaragüenses, todos los abusos cometidos por los ahora autollamados revolucionarios
cristianos, socialistas y solidarios.