sábado, 31 de agosto de 2013

UNIDAD PARA VOLVER A SER REPUBLICA

No deis importancia al número,
sino a la unidad de las fuerzas.

Giuseppe Mazzini

Con el anuncio del lanzamiento de la UNIDAD POR LA REPUBLICA el recién pasado 20 de Agosto, la reacción del orteguismo no se hizo esperar y como es su estilo, echó a andar la maquinaria mediática que dispone, para intentar disminuir el impacto que ante los nicaragüenses tiene el intento de ver unida a la oposición, que luego de los continuados fraudes electorales, nacionales y municipales,  la población la percibe atomizada,  desorientada, temerosa, sin objetivos claros y desorganizada territorialmente.

Ciertamente, los últimos años han sido de verdadero reflujo en el accionar de los distintos partidos, organizaciones políticas y de la sociedad civil, sobre todo si tomamos en cuenta que haciendo uso de los mecanismos gubernamentales, los ha tratado de ahogar económica y políticamente, amenazando y presionando a sus fuentes de financiamiento, intimidando y chantajeando a sus líderes y por supuesto, blandiendo el garrote en manos del inefable Roberto Rivas y la banda delincuencial que dirige, misma que ha robado impunemente la esperanza electoral de la inmensa mayoría de los nicaragüenses. Cuatro fraudes consecutivos así lo certifican.

Ortega ha cabalgado durante estos años de gobierno sobre la bonanza de la ayuda petrolera venezolana, que le permitió comprar, mediatizar, corromper y cooptar a determinados sectores de la sociedad, necesarios para mantener a flote su modelo de desarrollo neo somocista. Un modelo que excluye a los sectores más empobrecidos. Un modelo elitista que privilegia al gran capital nacional y extranjero. Un modelo entreguista de la soberanía nacional y de los recursos naturales.

Cayeron bajo el influjo del cuerno de la abundancia que el difunto Chávez facilitó a Ortega, políticos inescrupulosos y timoratos; empresarios embelesados por el enorme pastel a repartirse; sectores religiosos rendidos al ídolo del dinero fácil; sandinistas devenidos en danielistas y murillistas, esperanzados en disfrutar por fin de los ríos de leche y miel prometidos desde tiempos inmemoriales; jóvenes encantados con los estadios virtuales, el bacanal gratuito, las pérdidas continuas de clases y las buenas notas sin tener que estudiar; pero sobre todo, sucumbió a los cantos de sirena una enorme masa paupérrima de ciudadanos carentes de empleo, sin educación formal, sin oportunidades laborales, sin acceso a la seguridad social y con un futuro sombrío e incierto, quienes habían depositado, hasta hace poco, toda su confianza y esperanza en las promesas cristianas, socialistas y solidarias de la pareja presidencial.

Muerto el mecenas, el escenario del proyecto orteguista ha cambiado radicalmente y los resultados tampoco se han hecho esperar. Desencanto de una cantidad importante de militantes, hastiados de tanta corrupción en el partido y en el gobierno, que en número cada vez más creciente se alejan del proyecto por el que hasta hace poco estaban comprometidos en cuerpo y alma. Dudas de los sectores empresariales acerca de la viabilidad real y no virtual, de los mega proyectos que prometían ganancias multimillonarias para todos. Asfixia de los sectores populares más desprotegidos, quienes prácticamente han sido abandonados a su suerte, sin la menor posibilidad de poder hacerle frente a la cada vez más creciente crisis económica familiar. Para ellos los éxitos de la macro economía son palabras sin sentido, lo mismo que las cifras record de Inversión Extranjera Directa y de las exportaciones que alegremente manejan los corifeos del gobierno. Para estos sectores mayoritarios, lo verdaderamente importante es el altísimo costo de la vida, los precios inalcanzables de los productos de la canasta básica, el costo de los servicios públicos, el incremento semanal de los precios del combustible, los bajos salarios, el empleo inexistente, la inseguridad ciudadana. 

Ante este escenario, el nacimiento de la UNIDAD POR LA REPUBLICA constituye el mayor peligro para la continuidad del proyecto, sea este danielista o murillista, ya que sumada a la fractura de las variables que manejaban tranquilamente con la plata venezolana, hay que agregar la posibilidad de tener una oposición que poco a poco se vaya nucleando alrededor de un genuino proyecto de nación y no de un caudillo que pueda ser fácilmente sometido y doblegado desde antes.

El tiempo camina en contra del orteguismo, en la medida que las falsas ilusiones del millón trescientos mil nuevos empleos anunciados con la construcción del Canal se desvanezcan. Que el crecimiento prometido en el 2014 y 2015 del 10 y 15 % haya sido simplemente una cortina de humo usada por el prestidigitador oficial para convencer a un auditorio ansioso por pisar la tierra prometida. Que los cientos de millones de dólares que aguardan bendecidos, prosperados y en victoria para mejorar la vida de los nicaragüenses, son nada más que falsas promesas de los falsos profetas.

Sin embargo, no será un lecho de rosas para la UNIDAD POR LA REPUBLICA, acechan en el camino muchos peligros, internos y externos. Adentro, los egos, el mesianismo, el hegemonismo, el caudillismo, la exclusión, el oportunismo, el discurso fácil y por qué no decirlo, los emisarios del orteguismo disfrazados de opositores, procurando torpedear el barco desde la sala de máquinas. Nada nuevo, se ha visto antes y no hay que asustarse cuando esto ocurra.

Afuera, los enemigos de la unidad que harán cuanto esté a su alcance por descalificar todo lo que se haga y a todos los que lo hagan, los que intentarán venderle al pueblo la idea de que después de Daniel, el diluvio, el caos y la anarquía. Repetirán hasta el cansancio que no hay líderes, que no hay programa, que no hay un modelo de gobierno alternativo propuesto, como si el neo somocismo actual representa algo nuevo a lo vivido antes de 1979. Dirán que los empresarios están felices con el modelo de desarrollo del orteguismo, aunque no exista estado de derecho, democracia e institucionalidad. Y nuevamente se referirán a las encuestas, que repiten hasta la saciedad que el pueblo es feliz aunque no coma o coma salteado, aunque el precio del combustible suba cada semana, aunque no haya empleo, aunque la pobreza camine en el campo y la ciudad como Pedro por su casa, aunque alcoholismo, drogadicción y prostitución se incrementen cada día entre la juventud, lo mismo que la inseguridad ciudadana, reacia a entender que somos el país más seguro del universo y con una policía diáfana, pura y cristalina.

Habrá que estar preparado para esto y más. Amenazas, chantajes, sobornos, intimidación, descalificación, uso y abuso de las instituciones del estado, entre otras armas, son parte del arsenal que desde ya se afinan para resquebrajar la UNIDAD POR LA REPUBLICA. Están conscientes de que la única forma de contenerla es mediante la represión. El modelo neo somocista de Ortega ha entrado en crisis porque se basó en comprar estabilidad con la plata venezolana. La plata se acaba y con ella el mercado de conciencias. No hay enemigos a quien echarle la culpa del anunciado  fracaso del modelo. Ya no se puede culpar al somocismo pues el modelo es el mismo, tampoco al imperialismo, ya que este gobierno actúa como su gendarme, al FMI imposible, pues son los mejores alumnos que ha tenido en muchísimos años y al capitalismo salvaje mucho menos, pues ellos representan su caricatura.

Por eso el apuro de vender ilusiones al por mayor para ganar tiempo. Por eso la Xochilt, Jarquin Anaya, Lenin, las pensiones reducidas, la reunión con los empresarios y el Gran Capital, el maquillaje de Managua y hasta Morgan Freeman. Muchas notas de una misma canción. Una canción que poco a poco, irremediablemente, está llegando a su fin.  Habrá que estar atentos a que no nos cambien el CD antes de tiempo.