viernes, 24 de abril de 2015

MONOPOLIOS FAMILIARES Y LOS CRONICOS EN NICARAGUA


Recientemente se publicó un estudio del Banco Mundial, BM, donde se destacaba la situación del 37 % de la población nicaragüense, equivalente a cerca de 2,200,000 habitantes que se encuentran en situación de Pobreza Crónica, definida esta como el estado en que las personas nunca han tenido la oportunidad real de tener una educación de calidad y poder acceder a un empleo, no solo digno, sino que bien remunerado.

Esta categoría se diferencia de otras que miden la pobreza, ya sea por el volumen de calorías que consumen las personas por día o bien por la cantidad de dinero disponible para subsistir diariamente. El mismo Banco Mundial define también estados de Pobreza Absoluta, Pobreza Extrema y Pobreza Relativa, estableciendo criterios monetarios que han variado a través del tiempo, en un intento de ser condescendientes con las políticas fracasadas, no solo de los gobiernos, sino de las mismas Instituciones Financieras Multilaterales.

Como quiera que se mire, el fracaso de la lucha contra la pobreza en nuestro país es fácilmente verificable, sea que la midamos por criterios educativos, por la ingesta de calorías o por simples criterios monetarios. Nicaragua es un país en donde la pobreza solo se ha reducido en las cifras y estadísticas oficiales. Un gran porcentaje de los nicaragüenses, mayor del 37 % que plantea el Banco Mundial, consume menos alimentos y en consecuencia menos calorías, para lo cual solamente hay que remitirse a las cifras oficiales del costo de la canasta básica y a la capacidad adquisitiva del Salario Real en nuestro país. Pero también podemos medir la cantidad de empleos formales e informales y el nivel salarial de los empleados en el gobierno y en el sector privado, para ver cuantos ciudadanos están lejos de la cobertura del salario promedio nacional y por consiguiente se ubican en el grupo infame de los “olvidados” o “crónicos”.

En contraste con esta información y estos números perversos, nos damos cuenta que el Holding Empresarial Familiar propiedad de la familia y la estructura de poder en nuestro país, se prepara a expandir sus negocios, Diversificación se llamaría en Estrategia Empresarial, ahora penetrando en la industria de la distribución de medicamentos, mediante ALBA – MED, una empresa importadora de medicinas genéricas producidas en la India, amparados en la generosidad y condescendencia de todo el aparato estatal que se presta y apresta a facilitar dicha incursión empresarial.

Esto puede conllevar a la adquisición, negociada o forzada, de la mayoría de las Empresas Medicas Previsionales privadas existentes en todo el país, consolidándolas en unas pocas a manos de allegados al gobierno y convirtiéndolas, junto al Sistema de Salud Pública, en un enorme mercado cautivo, donde serán los mismos que dirigen los monopolios y cuasi - monopolios de la importación de petróleo, generación y distribución energética, distribución de combustible y Fuel Oil, entre otros, los que gozarán de sus inmensos beneficios económicos.


Monopolios que no han servido para disminuir la pobreza en Nicaragua, llámese crónica, absoluta, extrema o relativa, sino que han contribuido a ampliar la brecha entre ricos y pobres en nuestro país, para aumentar la cantidad de multimillonarios nicaragüenses, un contraste obsceno en el que el 0.000033 % de la población dispone de 30 Millardos de Dólares – 30 mil millones de dólares - muchos de los cuales han visto crecer sus arcas a partir del 2007. Monopolios que no han servido para disminuir los precios del combustible, el transporte y la energía, pero si han creado una casta de nuevos ricos que engordan sus bolsillos desde las estructuras gubernamentales, partidarias y militares del estado nicaragüense. 

Es de esperar entonces, que lejos de abaratar el costo de los medicamentos en nuestro país, estos voraces comerciantes de todo lo que huela a negocio rentable, encarezcan y dificulten aún más el acceso a una salud gratuita y de calidad de la población más pobre y vulnerable, de los olvidados, de los crónicos de Nicaragua.