sábado, 3 de noviembre de 2012

LO QUE SE VIENE DESPUES DEL FRAUDE…

Para nadie es un secreto que los resultados de las elecciones del día de mañana ya están decididos desde mucho antes que arrancara este proceso electoral y que por las irregularidades de las que ha estado plagado, nada hace suponer que los resultados sean diferentes a lo ya vivido en el 2006, 2008, 2010 y 2011. Todo parece indicar que lo que se ha denunciado hasta la saciedad por distintas organizaciones de la sociedad civil y agrupaciones políticas, estas elecciones municipales que el orteguismo ganó el día de mañana, no es más que una designación y distribución de alcaldes y concejales, en las que el que partió y repartió, se quedó con la mayor parte.

Efectivamente, estos comicios de mañana, que saben más a circo electoral que a otra cosa, no harán más que profundizar el dominio del orteguismo en el mapa político nacional y establecer la plataforma partidaria sobre la que el murillismo se apuntalará, para llevar adelante la campaña de la próxima candidata del partido de gobierno en el 2016. Una enorme fuerza de activistas distribuida a lo largo y ancho del territorio nacional, en los 153 municipios del país, asalariados del presupuesto nacional y de las alcaldías municipales, que a partir de Enero del 2013 llevarán la buena nueva de la Nicaragua de los sueños, la Nicaragua donde se vive en paz, la Nicaragua de la eterna navidad.
Pero lo importante no es desmenuzar el quinto fraude consecutivo que se cumplirá, irremediablemente, el día de mañana, el que ha sido ampliamente documentado y advertido por todas las organizaciones serias de nuestro país, inclusive hasta por el Jefe de la Misión Electoral del Unión Europea, Sr. Luis Yáñez, dado que ninguna de las recomendaciones hechas en el informe final hecho público al finalizar el proceso del 2011, fueron seriamente implementadas por el Consejo Supremo Electoral. En esta ocasión, queremos analizar lo que vendrá después del fraude, qué es lo que cambiará en Nicaragua y sobre todo, qué es lo que podemos esperar los nicaragüenses, después que el Magistrado Presidente del CSE, Roberto Rivas Reyes, el hombre que levantó a los muertos, los mandó a votar y en el culmen de los milagros hasta los puso de candidatos, anuncie las 130 Nuevas Victorias del orteguismo. Veamos entonces que podría pasar después de las elecciones.

1.- Mayor concentración de Poder por parte de la pareja presidencial, en especial de la Secretaria de Propaganda del partido, quien completaría el circulo de poder casi total, sumando a los que tiene en el Estado y el Gobierno, el de los gobiernos municipales. Esto le significaría concluir el desplazamiento de las fuerzas históricas del sandinismo, autollamados  de la “Vieja Guardia” y que han sido apartados por la nueva savia que pretende imponer la primera dama, la juventud murillista, que disfrazada de juventud sandinista ha sustituido a los viejos cuadros que conformaban los comandos electorales y las fuerzas de choque del orteguismo. Una nueva fuerza, más disciplinada, más sumisa y menos bochinchera que los molestos y criticones ex de todo: ex militares, ex MINT, ex guerrilleros, ex combatientes históricos, ex colaboradores históricos, ex SMP, ex etc., ex etc.
 2.- Mayor hegemonía política del orteguismo, para continuar intentando el viejo sueño facistoide de “Homogenización de la Sociedad nicaragüense”: una sola idea, la de ellos; un solo caudillo, el de ellos y los otros caudillitos sometidos a Él; un solo pensamiento, el de ellos; una sola visión del país, la de ellos; un solo proyecto de desarrollo, el de ellos. Una sociedad en la que ellos y solo ellos manden y todos los demás obedezcamos. Una sociedad en la que se pierda la conciencia, la individualidad, la unidad familiar, la potestad sobre los hijos, el derecho a elegir y hasta la posibilidad de decidir cual religión profesar.

3.- Continuidad de la concepción de desarrollo del país que hemos vivido durante estos años de gobierno orteguista: una concepción piramidal, que en la cúspide se encuentra una cúpula empresarial, partidaria y gubernamental excluyente y sectaria, que se enriquece a costa del manejo de los resortes del poder y de parasitar al lado del poder. Un pequeño sector que utiliza la información privilegiada de la que gozan, para ampliar sus ganancias y entrar con ventaja a negocios más rentables aun, estableciendo nuevos monopolios y fortaleciendo los que ya tienen; con una distribución de la riqueza totalmente injusta, que continuará enriqueciendo a los más ricos y empobreciendo aun mas a aquellos que no tienen la suerte de pertenecer a estos grupos de poder y que son la mayoría de la población, la inmensa base de la pirámide.  
4.- Continuidad de la corrupción partidaria y gubernamental, la que se sustenta en la privatización de la cooperación petrolera venezolana, que ha permitido que un pequeño núcleo familiar y empresarial, goce de los beneficios del monopolio de la importación y almacenamiento del petróleo que usamos todos los nicaragüenses; del monopolio de la importación y distribución del Bunker, combustible que utilizan las plantas de generación eléctrica; del oligopolio de la distribución del combustible, que les permite disponer actualmente del 30 % de la cuota de mercado; del oligopolio de la generación de energía eléctrica, que a costa de privatizar ilegalmente las plantas donadas por Taiwán y Venezuela, hoy tienen una capacidad instalada casi igual a la demanda eléctrica nacional; y finalmente, del manejo discrecional de más de tres mil millones de dólares que ha producido, para una familia y no para todos los nicaragüenses, la ilegal, inmoral e inconstitucional privatización del convenio petrolero con Venezuela.

5.- Continuidad del endeudamiento del estado nicaragüense con los prestamistas de la familia gobernante, quienes desde una entidad que opera bajo la figura jurídica de Cooperativa de Ahorro y Crédito, se dan el lujo de prestarle al INE para que pague las deudas que tienen con los generadores de energía, quienes a su vez le deben a la empresa de la familia que les fía el Bunker que utilizan en las plantas eléctricas. También le prestan al estado para que mantenga el subsidio en la tarifa energética; le prestan al estado para que mantenga el bono a los trabajadores del estado; para que mantengan el bono a los jubilados del INSS; les otorgan prestamos para que continúen los programas clientelares del gobierno, que salen del presupuesto de la Republica y no de la ayuda venezolana; le prestan a las alcaldías para que en parte mantengan la planilla de trabajadores, de funcionarios y activistas del partido, y un largo etcétera de préstamos, que no hace más que confirmar que estamos ante una gigantesca, ilícita, ilegal e inmoral operación de legitimación o blanqueo del capital que usufructúan de la cooperación venezolana.
6.- Finalmente, también nos depara la posibilidad de que en el mes de Diciembre, antes de las vacaciones de Navidad y Fin de Año, un sector de la clase política nacional, de la mano del Gran Capital, busquen finiquitar un nuevo pacto de cúpulas con el Gobierno de Ortega, en busca de una ficticia estabilidad social y política que les facilite continuar con sus boyantes negocios, mantener el sometimiento de la sociedad nicaragüense, seguir implantando el modelo de desarrollo injusto, desigual y excluyente y seguir enriqueciéndose al amparo y arrimados al poder. Un nuevo pacto que repartiría entre los partidos políticos convidados, al igual que serán repartidas alcaldías y concejalías el día de mañana, magistraturas en el Consejo Supremo Electoral, en la Corte Suprema de Justicia y en otras instituciones del estado. Una forma ya validada para mantener a los caudillos y aspirantes a caudillos, con la boca cerrada y ocupados en la administración de sus valientes y aguerridas “nuevas victorias” sobre el orteguismo.

Un nuevo pacto en el que todos ellos estarían felices y contentos, disfrutando de la Alegría de Vivir en Paz a costa de los demás y del erario público, después de haber legitimado el triunfo electoral del oficialismo, la triste escena que a ellos les toca en el sainete montado. Sin embargo y como siempre, es el pueblo el que tendrá la última palabra y quien al final de la obra, pondrá a cada quien en el lugar que se merece, a como lo hizo con José María Moncada, con Emiliano Chamorro, con Fernando Agüero y con Arnoldo Alemán. Tiempo al tiempo.