domingo, 16 de febrero de 2014

EL ESPEJO VENEZOLANO


Imposible no referirse a la dramática situación en la que actualmente se debate el pueblo venezolano, arrastrado a una aventura política desde hace poco más de quince años y que la tiene al borde del precipicio, si es que no en caída libre hasta el fondo del mismo. La violencia desatada en contra de los jóvenes y opositores en general por parte de las fuerzas policiales y paramilitares luego de la marcha convocada por los jóvenes el día 12 de Febrero, es un motivo de alarma para todos los pueblos latinoamericanos en particular, sin embargo, la hipocresía de muchos gobernantes que usufructúan el petróleo venezolano es tal, que no solo callan ante los dramáticos momentos que vive el pueblo venezolano, sino que llegan hasta el descaro de solidarizarse con una dictadura que oprime y asesina impunemente a un pueblo indefenso.

LOS ORIGENES DE LA CRISIS ACTUAL.

Para entender la crisis actual, hay que remontarse hasta 1998, cuando surge el chavismo luego de los 40 años de sucesivos gobiernos de Acción Democrática, la URD y del COPEI, en lo que se denominó el Pacto de “Punto Fijo” y que a la postre significó para la Venezuela que salía de la dictadura de Pérez Jiménez, la creación de una brutal desigualdad social, producto de la corrupción gubernamental y el derroche de la renta petrolera. Con este antecedente y un discurso fácil y populista, llegó Hugo Chávez al poder en las elecciones del 98 y durante los cerca de 15 años que estuvo en el poder, utilizando los mecanismos democráticos que le daba la Constitución, con la que asumió la presidencia de la república, se dio a la tarea de demoler el Estado de Derecho, la Institucionalidad y la Democracia. Subordinó a su persona todos los estamentos del poder en Venezuela, creando una dictadura personal, solamente comparada con la que en su momento ejerció Juan Vicente Gómez y Marcos Pérez Jiménez. Gracias a su creación  ideológica, El Socialismo del Siglo XXI, se convirtió en el dueño absoluto de Venezuela, con poderes omnímodos, gobernando por decreto, gracias a la mayoría creada en la Asamblea Nacional, dirigiendo la economía a su gusto y antojo y disponiendo irresponsablemente de los recursos petroleros a fin de crear un liderazgo político regional, el cual se basaba simplemente en su carisma, sus ideas y su chequera.

EL FACTOR CUBANO.

La creación y fortalecimiento del liderazgo regional de Chávez tenía que pasar forzosamente por Cuba, debido a la anormal consideración de que en Latinoamérica, todo aquel que se precie de revolucionario, tiene que tener el visto bueno de Fidel. Con la crisis económica cubana, que los mantenía de periodo especial en periodo especial, consecuencia de la caída del bloque soviético, la llegada de Chávez fue la balsa de salvación que necesitaban los hermanos Castro para mantenerse en la línea de flotación y ni cortos ni perezosos acogieron en su seno al huérfano Teniente Coronel, al que ungieron como el prototipo del nuevo revolucionario. 100 mil barriles de petróleo diarios fueron el costo del ungimiento, los que están incluidos dentro del generoso obsequio que hizo en su momento Chávez y lo mantiene Maduro, de cerca de 13 mil millones de dólares anuales de subsidio a los cubanos. A cambio, Cuba mantiene cerca de 30 mil médicos y maestros, todos con entrenamiento militar, un fuerte contingente de militares cubanos, quienes están a cargo de los servicios de seguridad, inteligencia, protección presidencial, puertos, aeropuertos, la organización de las milicias bolivarianas y los grupos de choque.  

LA ECONOMIA. EL TALON DE AQUILES DEL GOBIERNO.

Luego del derroche populista de más de 900 mil millones de dólares, en los que se calcula la renta petrolera durante el chavismo, la economía venezolana literalmente no tiene dinero ni siquiera para comprar papel higiénico. En medio del desabastecimiento generalizado a la población, el país se hunde lentamente en medio de una inflación superior al 50 %, un raquítico crecimiento económico del 1 %, con el 10 % de desempleo, apagones diarios y las interminables colas para conseguir leche, aceite, pollo o pan. Tal a como lo confesara públicamente Rafael Ramírez, Presidente de la Estatal Petrolera PDVSA, durante el mandato de Chávez jamás hubo planificación para el manejo de las divisas. Las políticas de confiscaciones decretadas por el chavismo y el madurismo, han colapsado la estructura productiva venezolana, todas las empresas confiscadas fueron despedazadas y a la fecha son muy pocas las que producen. Una de las más grandes sangrías a la economía venezolana lo representa el precio subsidiado de los combustibles, ya que llenar el tanque de un vehículo es más barato que comprar una gaseosa en lata. Otros graves problemas económicos son las  deudas multimillonarias con Rusia y China, esta última a pagarse con petróleo, el subsidio petrolero a Cuba y el estancamiento de la inversión en la infraestructura petrolera. El colmo es que a las líneas aéreas extranjeras se le adeudan 2,600 millones de dólares, motivo por el cual muchas han disminuido los vuelos hacia el país del sur. Por increíble e inverosímil que parezca, un país que produce más de 3 millones de barriles de petróleo diario, que recibe 42 mil millones de dólares anuales por la venta del mismo, está en igual o peor situación que cualquier país pobre de cualquier latitud.

LA CORRUPCION GUBERNAMENTAL.

Durante los 40 años del Punto Fijismo, se calculó en 30 % el desvío que la corrupción gubernamental de ADECOS y COPEYANOS hacían del presupuesto nacional; en la era chavista, se calcula que la corrupción se duplicó, llevándose el 60 % del presupuesto nacional. Estas cifras son sostenidas nada más y nada menos que por el ex rector de la Universidad Central de Venezuela y ex director de la Superintendencia Nacional Tributaria (SENIAT). De acuerdo a esta información, de los 900 mil millones de dólares que ingresaron producto del petróleo, 500 mil millones se perdieron producto de la corrupción gubernamental.

EL LIDERAZGO DE MADURO.

Ungido por Chávez poco antes de su muerte, Maduro heredó la presidencia en Venezuela en medio de la pugna entre los clanes políticos, familiares y militares, quienes se disputaban mayores cuotas de poder. Considerado por sus mismos compañeros como un incapaz, Nicolás Maduro se sostiene gracias al apoyo cubano, a que las Fuerzas Armadas aun lo sostienen y a que ha dejado en libertad de que todos los bandos en pugna metan la mano en el tesoro público. Errático y con serias dudas acerca de su capacidad para gobernar, se acerca rápidamente al borde del abismo. Sin el carisma, ni el atractivo que Chávez ejercía ante las masas, poco a poco ha visto mermado el apoyo popular. Solamente a través de medidas desesperadas, como ordenar el saqueo del comercio de electrodomésticos, ha podido tomar un breve respiro en una lucha que se le pone cuesta arriba. Los más cercanos conocedores del chavismo y el Socialismo del Siglo XXI, entre ellos el alemán Heinz Dieterich, coinciden en que el radicalismo que muestra en los actos públicos, es la muestra más palpable de su gran debilidad y que la salida militar será la solución que darán las Fuerzas Armadas en caso de que la crisis ponga en peligro el sistema actual.  

FUERZAS ARMADAS, PARAMILITARES Y BANDAS ARMADAS.

Integrada por alrededor de 350,000 combatientes activos, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana está compuesta por el Ejército, la Armada, la Aviación Militar y la Guardia Nacional. Paralelo a esta estructura, se encuentra la Milicia Nacional Bolivariana, con cerca de 150,000 efectivos armados, la que responde al Presidente de la Republica. Creada por Hugo Chávez, más como un disuasivo ante la posibilidad de un golpe militar, son fuerzas paramilitares que actúan al margen de los mandos militares y policiales. Son los encargados de hacer el trabajo sucio para preservar la imagen tanto de la policía como del ejército. Gozan de total impunidad y es vox populi que han sido entrenados por los especialistas cubanos que se encuentran en misión en Venezuela y por las FARC. Adicional a estas fuerzas, existen las bandas de malandros, llamados eufemísticamente “Los Colectivos”, que también fueron organizadas y armadas estando en vida Chávez, para reforzar el control sobre la población civil. Estos últimos prácticamente se salieron de las manos de las autoridades y han creado sus propios reductos de poder, donde hasta la policía requiere del permiso de ellos para poder penetrar. Uno de estos reductos, quizás el más famoso, es la barriada 23 de Enero, sede de los Montoneros, uno de los más feroces grupos de choque del gobierno y quienes fueron los encargados de llevar la violencia a las protestas estudiantiles de esta semana. Todos estos grupos son los responsables de los más de 25 mil asesinatos ocurridos en los 15 años de gobierno chavista.

LA OPOSICION. CORTOPLACISMO VRS. EL MEDIANO PLAZO.

En el escenario actual y luego de las recién pasadas elecciones municipales, dentro de la Mesa de la Unidad Democrática, MUD, han aparecido dos corrientes, una de ellas liderada por Leopoldo López y María Corina Machado. Esta corriente, bajo la consigna de “La Salida”, apuesta por sacar del poder a Maduro a base de presión en las calles, como una respuesta inmediata a la crisis económica y la restricción de las libertades públicas. La otra corriente, liderada por Henrique Capriles, aboga por una salida pacífica, esperando que la situación económica y la incertidumbre social impacte en los seguidores de Maduro y sean una fuerza decisiva para el 2016, fecha en que se tendría que hacer el Referéndum Revocatorio. Capriles considera que buscar una salida rápida a la situación actual solo acelerara la posibilidad de un golpe militar, lo que supondría un retraso mayor a la búsqueda de la democracia. El radicalismo expresado por López y Machado tiene eco en un sector de la población, cansada del desabastecimiento, la violencia callejera, la impunidad y la corrupción, sin embargo, puede ser el detonante de males peores.


El gobierno de Nicolás Maduro enfrenta la crisis más difícil en el poco tiempo que tiene de gobernar, una crisis económica, social y política que podría volver ingobernable a Venezuela, aumentando con ello la posibilidad de un golpe militar. A la par que crece la corrupción en el seno del gobierno, el partido y las fuerzas armadas, también aumenta el desabastecimiento, pero sobre todo la confiscación de las libertades más elementales a la población. Condenados a vivir encerrados y temerosos a causa de la violencia callejera que imponen los maleantes, el país es una olla a punto de estallar y cuando eso ocurra, el estallido también sonará en nuestro país.