Enero del 2009 marca el inicio de la Hoja de Ruta del
orteguismo para echar a andar el proceso de cooptación de las instituciones del
Estado nicaragüense, instrumentalizarlas en interés de reconfigurar al mismo
estado y poder establecer nuevas reglas del juego que permitan el usufructo de
los recursos nacionales en beneficio de la cúpula partidaria y familiar. Tal a
como lo demuestra el actuar de estos años, no se han desviado un ápice de lo planteado
en el documento Socialismo del Siglo XXI: Hermandad Revolucionaria y se
encaminan hacia el objetivo de permanecer al menos 15 años en el poder.
Realmente no han escondido sus propósitos, han sido lo más explícito posible,
prueba de ello es lo planteado en su relación con la cúpula empresarial y el
Gran Capital, para alcanzar exitosamente las transformaciones en el área económica:
“Impulsar una Alianza táctica con los
empresarios, concentrando nuestros esfuerzos en el otorgamiento de prebendas y
políticas que les generen ciertos espacios mínimos en la que se constituyan un
aliado y no en un enemigo del FSLN. Concentrarse en las características de
liderazgos personales para ganar su apoyo a nuestro sistema”. Esto último
pareciera tener nombres y apellidos.
LA COOPERACION VENEZOLANA: LA FUENTE DEL PODER
El usufructo de la cooperación venezolana ha sido la fuente
de poder de la familia Ortega Murillo, la cual comenzó desde el propio año de
la llegada al poder del comandante. Difícilmente las cosas serían a como son
hoy en día, si en Venezuela no hubiera estado al frente del poder y de los
inmensos recursos petroleros del país Hugo Chávez Frías, a la postre el mentor económico
de una serie de líderes latinoamericanos que vieron en el finado presidente
venezolano la solución a todos sus problemas y un verdadero cuerno de la
abundancia. Respaldado en todo momento por Fidel, también se erigió en el líder
político de la corriente que se denominó Socialismo del Siglo XXI y cuyas
ambiciones no eran más que llegar a convertirse en el sucesor del octogenario líder
cubano. Para Nicaragua y en especial para la familia en el poder, la relación con
la Venezuela Chavista ha significado un flujo de recursos cercanos a los 4.25
Millardos de dólares (Cuatro Mil Doscientos Cincuenta Millones de Dólares), lo
que ha permitido formar y consolidar un poderoso Holding Empresarial que está
presente en casi todas las áreas de la economía nacional y que se sustenta en
el monopolio de la importación del petróleo venezolano.
LA ALIANZA CON LA CUPULA EMPRESARIAL
Ambos, la cúpula en el poder y la cúpula empresarial, estaban
necesitadas una de la otra, la primera para legitimarse política y económicamente
luego de los fraudes electorales sucesivos y de tanto capital repentino, y la
otra, para poder participar en el festín venezolano y poder llegar al siguiente
gobierno con el mínimo de “bajas” posibles. El solo recuerdo del Ortega de los
años 80’s les produce tremendos escalofríos. Así las cosas, desde el mismo 2007
el comandante les planteó los famosos 11 Ejes Estratégicos y fue delineando la
futura alianza que perdura hasta el día de hoy. En el transcurso del tiempo,
los 11 Ejes dieron lugar a algo mucho más práctico y terrenal, compartir las
mieles del panal venezolano permitiéndoles exportar, eso sí, a través de
ALBALINISA, una cuota cada vez más grande de determinados productos; participar
con buena posición en la multimillonaria industria energética; mantener y
ampliar las exoneraciones fiscales (Mil Millones de Dólares anuales); y amarrar
constitucionalmente dicha alianza, solo que bajo el sugestivo nombre de “Consenso
Tripartita”, en las que una de las tres patas de la silla esta solo de adorno,
la de los sindicatos blancos. Lo de la constitucionalidad de la alianza es más
propaganda y para la exportación que otra cosa, pues las sugerencias que le
convienen al grupo empresarial gubernamental y que no tengan que hacerlos ellos
mismos, son aceptadas, las de tipo político, no solamente son soslayadas, sino
ridiculizadas, como fue el caso de las propuestas del COSEP a la Ley de
Seguridad Soberana (Ley SS). El mensaje de Ortega es el mismo de Somoza: Ustedes dedíquense
a los negocios y déjenme a mí la política.
LOS GRANDES GANADORES DE LA ALIANZA
En toda relación hay ganadores y perdedores. Ha ganado la cúpula
empresarial al convertirse en los únicos interlocutores del gobierno y sustituir
prácticamente a los partidos políticos en la negociación de leyes y en la definición
de políticas públicas. Han ganado los grandes empresarios que dejaron de
presionar por la firma de un TLC con Venezuela y se acogieron a la misericordia
del régimen, quien con amplios conocimientos de las debilidades de estos, les asignó
sustanciales cuotas de productos a ser comercializados en ese desabastecido país.
También han salido muy favorecidos los que participan en la Industria Energética,
en concreto las empresas generadoras térmicas, que con el pago por potencia
y energía, prácticamente han subvencionado los costos de instalación de
las plantas con la tarifa eléctrica que pagamos todos. Luego hay ganadores que
se benefician de los Mil Millones de Dólares en exoneraciones, sin dejar de
mencionar los grupos del sector financiero, uno de los más favorecidos por
aquello de que, relativamente, pagan menos impuestos que los asalariados y
pequeños empresarios. Es precisamente de estos grupos de ganadores - favorecidos
y de los provenientes de la cúpula empresarial – gubernamental, que se ha
nutrido el repentino crecimiento de multimillonarios en Nicaragua, cuyo número llegó
ya a los 210, aunque a muchos les cause escozor y le den poca credibilidad a la
información elaborada por Wealth X de Singapur bajo el
patrocinio de la financiera suiza UBS, el banco suizo más grande del país
helvético, producto de la fusión de la Unión de Bancos Suizos y la Corporación
Banca Suiza.
LOS PERDEDORES DE SIEMPRE
Los grandes perdedores de la Sacrosanta Alianza entre las cúpulas
políticas y empresariales son los mismos de siempre: el pueblo empobrecido de
Nicaragua. La cúpula gobernante se ha dedicado por entero a hacer plata, sin
importar las formas y los métodos y los otros a tratar de “sobrevivir”,
aprovechando su condición de “aliados necesarios” del régimen. El gobierno ha
pretendido paliar las necesidades de los más pobres con programas clientelistas,
que más bien han aumentado su dependencia a los mismos. Ha sido tanta la
mezquindad, que la pequeña parte que antes distribuían de la cooperación venezolana,
hoy la han enviado al presupuesto nacional, quedando bien con sombrero ajeno. A
excepción de los números alegres del gobierno, todo el que ha venido a
documentar y medir la pobreza en nuestro país habla totalmente lo contrario a
lo que dicen las autoridades nacionales. El Banco Interamericano de Desarrollo,
BID, refiere a que 2, 300,000 habitantes están en condición de pobreza crónica.
La Comisión Económica para América Latina, CEPAL, menciona que el 74 % de los nicaragüenses
son Pobres Multidimensionales, lo que equivale a cerca de 4, 600,000 ciudadanos
en esa triste condición, agravada por el hecho de que el 94 % de los pobladores
de las zonas rurales son pobres multidimensionales y el 59 % de las zonas
urbanas. Crónicos, Olvidados, Marginados, como se les quiera llamar, estos no están
cobijados por las mantas de la abundancia que cubren a los que están en el
gobierno o a orillas del misrno. Estos no compran, no gastan, no consumen, solo
forman parte de las estadísticas negativas. Creerán ambas cúpulas que el país podrá
salir adelante con esta pesada carga? Percibirán el enorme peligro social que
se esconde detrás de estas cifras?
UNA CRISIS ANUNCIADA
La crisis venezolana ha planteado serias dudas a la cúpula empresarial
sobre la continuidad exitosa del modelo que impulsa la otra cúpula, la gobernante.
El Socialismo del Siglo XXI parece seguir los pasos de su fundador, ya que la
incapacidad de Nicolás Maduro para sostenerlo es más que evidente. El derrumbe
de los precios del petróleo ha ido de la mano con la caída en picada de la
popularidad del sucesor de Chávez a lo interno de Venezuela y del no muy disimulado
distanciamiento de aquellos gobernantes que acompañaban incondicionalmente al “Eterno”.
Los presagios de una eventual derrota del chavismo el próximo 6 de diciembre en
las elecciones legislativas, hace inviable seguir aferrándose a esta tabla de salvación.
Lo saben las cúpulas empresariales y lo sabe el gobierno, de ahí que con la Ley
de Seguridad Soberana (Ley SS) pretendan enviar un claro mensaje a sus aliados
de hoy, que no se permite huir mañana cuando las cosas se pongan feas. Por eso las
pretensiones “cepillas” de querer quedar bien con el gobierno norteamericano y
convertirse en las “Border Patrol” de la frontera sur, solo que bastante al sur
del Río Bravo. A falta del “Plan B”, por la cada vez menos creíble construcción
del Canal en nuestro país, solo queda copiar lo que hicieron los cubanos, buscar
un arreglo favorable con los Estados Unidos, que le permita a Ortega seguir
gobernando, fraude incluido, sin que haya ningún sobresalto en el norte. Puestas
así las cosas, que hará la contraparte gubernamental, la cúpula empresarial? Si
lo ve oportuno y viable, tratarán de sacar el máximo de ventajas y quedar mejor
posicionados de cara a un nuevo gobierno de Ortega. Si ven la posibilidad de
que el barco se hunda, serán los primeros en saltar, como con Somoza. Por su
parte, el gobierno tendrá que darles más confianza para continuar la alianza
sin temores y con la seguridad de que todo seguirá, no solo igual, sino mejor
que antes. Sera la Vicepresidencia ese elemento de confianza? Como siempre, solo
el tiempo lo dirá.