sábado, 21 de mayo de 2011

MITO 4: NICARAGUA VIVE LA SEGUNDA ETAPA DE LA REVOLUCION, BAJO UN MODELO CRISTIANO, SOLIDARIO Y SOCIALISTA

Joseph Goebbels, Ministro de Propaganda en la Alemania Nazi y conocido por sus dotes de excelente comunicador, gran cinismo y capacidad de convencimiento, elaboró un Decálogo que al día de hoy, líderes de muchos países, el nuestro no es la excepción, lo utilizan al pie de la letra como método eficaz para trasladar las únicas voces que desean que escuche la población. La función del Ministro Goebbels era subordinar y controlar todos los medios y mecanismos de comunicación, incluido el arte, la literatura y el cine, con el objetivo de ensalzar en el pueblo alemán los sentimientos nacionalistas, de orgullo racial, promover el odio y convencer a las masas de todo aquello que le conviniera al gobierno de Adolfo Hitler.  
Luego del ascenso al poder del Presidente Ortega en enero de 2007, el Decálogo Goebbeliano ha sido el método cotidiano para trasladar el mensaje que conviene e interesa a la cúpula que dirige el país, al extremo que desde sus primeros días, la Primera Dama de la República y Coordinadora del Concejo de Comunicación y Ciudadanía del Gobierno, manifestó a todos sus subordinados la expresa prohibición de relacionarse con los medios de comunicación que no estaban bajo su control absoluto, los medios de la derecha según sus palabras, para evitar la “contaminación” de la información que debía llegar a la ciudadanía.
La idea era establecer una línea de comunicación única, uniforme y vertical, privilegiando el Principio de Orquestación del mentado Decálogo, el cual plantea que  La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentadas una y otra vez desde diferentes perspectivas pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas”. De esto se deriva aquella famosa frase de que: “Una mentira repetida mil veces, acaba por convertirse en verdad”.
Fiel a esta idea, primero nos quisieron vender que en Nicaragua teníamos al líder latinoamericano y mundial, redentor de los pobres de la tierra: Daniel Ortega, el Presidente de los Pobres, El Pueblo Presidente, al mejor estilo de Benito Mussolini, “Il Ducce”, como una premonición de lo que vendría después, lo cual no tardó en llegar, siempre a través de los mega rótulos: Daniel Ortega era la continuidad histórica de Sandino, el enlace vital entre el General de Hombres Libres a la cabeza del Ejercito Defensor de la Soberanía Nacional y el FSLN, desconociendo y desapareciendo por completo a Carlos Fonseca. De repente nos desayunamos con que después de Andrés Castro, Rubén Darío y Sandino, existía un cuarto prócer de no se sabe qué, pero al igual que el omnipotente y “Supremo Gran Líder Coreano”, Kim Il Sun, nos lo encontrábamos dirigiendo y combatiendo en todos los frentes de guerra abiertos durante la lucha contra Somoza.
Era la consolidación, a través del hábil manejo de la mentira repetida miles de veces en las carreteras y entradas de todas las ciudades de Nicaragua, de un liderazgo único, que se desembarazaba de una vez y para siempre, de los viejos rivales de lo que alguna vez se llamó Dirección Nacional y que, pernoctando bajo su sombra, mantenían la esperanza de ser sus relevos lógicos y naturales. Un liderazgo que se requería construir de manera urgente para montar la siguiente mentira, dirigida fundamentalmente a los acólitos de la secta orteguista: A partir del 2007, se vive y construye la Segunda Etapa de la Revolución iniciada en 1979, sin solución de continuidad y que se forja a través del “Nuevo” Modelo de Sociedad, la Nicaragua Cristiana, Solidaria y Socialista.
Un modelo que descansa en tres ejes estratégicos: En primer lugar, en la necesidad urgente de conservar el poder, a costa de lo que sea, por lo menos 15 años, tiempo que se estima suficiente, según su ideóloga, para la construcción irreversible de la “nueva ciudadanía sandinista”, ciudadanía que tendría como punto de partida los 2 millones de nuevos Militantes Carnet Express que se han fijado como meta para forjar la mayoría electoral que garantice la victoria.
En segundo lugar y garantizando una mayoría parlamentaria de al menos 56 diputados en las próximas elecciones nacionales del 6 de Noviembre, elaborar una nueva Constitución Política, en donde “se reformen todos los poderes del Estado, restándole y quitándole completamente las cuotas de poder a los liberales” según los lineamientos del documento Socialismo del Siglo XXI, Hermandad Revolucionaria. En tercer lugar, garantizar que las Fuerzas Armadas apoyen el proyecto “Haciéndolos comprender que de esa manera están asegurando y protegiendo los intereses del pueblo y sus inversiones e intereses entre hermanos sandinista revolucionarios”, de acuerdo al mismo documento citado anteriormente.
Sin embargo, los hechos hablan mejor que mil palabras. Detrás de todo este proyecto falso e hipócrita, se esconden las verdaderas dos motivaciones que han dado lugar a esta hemorragia seudo revolucionaria revestida con un burdo disfraz cristiano, solidario y socialista.  Una de ellas y la más importante, la obsesión por el dinero, cuya fuente primaria proviene de la privatización de la multimillonaria  cooperación venezolana; y la otra, las ansias de poder por el poder mismo y que garantiza la primera. Dinero y Poder, lo que ha movido al mundo desde tiempos inmemoriales, pero sobre todo a gobernantes inescrupulosos que no se admiten pobres y alejados del gobierno. 
No hay tal Segunda Etapa de la Revolución, por que no se ha cambiado el sistema neo liberal heredado de los gobiernos anteriores. Este gobierno es una continuidad, con mejor aplicación y esmero, que los famosos 16 años juntos, certificado con notas sobresalientes por los organismos internacionales, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.
Tampoco hay modelo Cristiano, pues como lo ha denunciado la Conferencia Episcopal, se usa y abusa del término para pervertirlo y engañar a la población creyente más sencilla. No es Solidario, a menos que se pretenda hacernos creer que el enriquecimiento ilícito, la corrupción, las coimas, el tráfico de influencias para hacer dinero rápido y fácil, debemos entenderlo como la colaboración mutua y humanitaria entre los viejos pobres de ayer para convertirse en los nuevos ricos de hoy. Y tampoco es Socialista, ya que entregar las migajas del festín en la forma de laminas de zinc, chanchos, gallinas, vacas, bonos de la misericordia y que deja por fuera de la repartición el grueso de las multi millonarias petro ganancias, ni establece la propiedad colectiva de los medios de producción, ni desaparece la propiedad privada de los bienes de capital, el fundamento del sistema socialista.
En resumen, una mentira empujando a otra y esta a otras más, para ocultar lo que verdaderamente se esconde tras las mascaras del baile: un proyecto totalitario, autocrático y dictatorial, con el dinero como único dios y subido en el lomo de los tontos que todavía creen en santos que orinan.

miércoles, 18 de mayo de 2011

116 AÑOS DESPUES, SANDINO VIVE EN EL MRS!

Hoy miércoles 18 de Mayo se cumplen 116 años del natalicio de Augusto Nicolás Calderón Sandino, quien años más tarde sería conocido como Augusto Cesar Sandino, el General Sandino, El Héroe de las Segovias, ejemplo de dignidad y máximo defensor de la Soberanía Nacional. Nació Sandino en un pueblito de la zona suroccidental de Nicaragua, Niquinohomo, Departamento de Masaya, el 18 de Mayo de 1895. Hijo ilegítimo, como se decía en aquellos tiempos de atraso, de una empleada doméstica, Margarita Calderón y Gregorio Sandino, un cafetalero y comerciante.

Desde muy niño conoció la dureza del trabajo del campo, ya que tuvo que acompañar a su madre a los cortes de café en las haciendas de la zona del pacifico. Era la época en que los cortadores se trasladaban de finca en finca, como jornaleros de temporada. Ahora el café, otro día el algodón, otros las frutas. Lo que fuera, por duro que fuera, con tal de llevar el sustento, con la dignidad de madre soltera que desea lo mejor para su pequeño hijo, dignidad que muy seguramente fue de los primeros buenos ejemplos que aprendió de su progenitora.

Fue al arribar a los 17 años, cuando le tocó vivir un episodio que lo marcaría de por vida, al presenciar el cadáver del General Benjamín Zeledón tirado en una carreta para ser sepultado en Catarina, pueblo vecino de su natal Niquinohomo. El Patriota Zeledón caía en combate un 4 de Octubre, defendiendo los cerros de El Coyotepe y La Barranca y formando parte de la sublevación en contra del presidente Adolfo Díaz, títere impuesto por la intervención norteamericana en nuestro país.

A los 21 años de edad, inició un periplo que lo llevó a trabajar en las bananeras de Costa Rica, Honduras y Guatemala, evocando quizás los duros días de su niñez en las plantaciones cafetaleras y finalmente recala en México, donde  toma contacto con líderes sindicales y dirigentes socialistas de la clase obrera que laboraban en las empresas petroleras del país del norte. Iba a ser este su principal fundamento teórico para lo que vendría poco tiempo después. Y ese tiempo llegó en 1925, cuando Nicaragua se desangraba en luchas intestinas por los grupos políticos que se disputaban, cual carroñeros, el poder. Chamorro derrocaba a Solórzano. Los yanquis derrocaban a Chamorro y ponían en su lugar al conservador Adolfo Díaz. Daba inicio entonces a la guerra constitucionalista entre liberales y conservadores, que desembocaría en la segunda intervención norteamericana en nuestra patria.

Sandino, incorporado a las filas liberales al mando de su vecino de Masatepe, José María Moncada, lucha en contra de los conservadores, hasta que este último claudica presionado por la amenaza de la invasión del ejército americano y decide unilateralmente desarmar a sus tropas, ante la promesa de ser presidente de Nicaragua. Halagos y traición, una combinación que se convertiría en la constante del atrasado tradicionalismo político que se conserva intacto hasta el día de hoy en nuestro país. Sandino no entró en el juego y decide seguir la lucha por cuenta propia y advierte a los vendidos: “Yo no estoy dispuesto a entregar mis armas en caso de que todos lo hagan. Yo me haré morir con los pocos que me acompañan porque es preferible hacernos morir como rebeldes y no vivir como esclavos”. 

Luego de 6 años de heroica y desigual lucha en contra el ejército interventor y sus aliados nacionales, lucha que dio inicio un 12 de Mayo de 1927, Sandino, el General de Hombres Libres, logra el retiro de las tropas norteamericanas un 1 de enero del año 1933. Tardaría un año y un mes después de la derrota del invasor, para que el primero de los Somozas, Anastasio “Tacho” Somoza García, lo asesinara impunemente junto a los Generales Francisco Estrada y Juan Pablo Umanzor. Horas antes había sido asesinado el hermano del Héroe, Sócrates Sandino. A la matanza sobrevivió el Coronel Santos López, a la postre hilo conductor y enlace vital, entre la generación de Sandino y la generación de Carlos Fonseca, fundador y guía del FSLN.

Paralelamente, un 21 de Mayo, el Movimiento Renovador Sandinista, MRS, cumple 16 años de vida en el espectro político nacional. Se fundaba, precisamente tres días después de que el General Sandino cumplía 100 años de su nacimiento. Corría el año 1995, sin embargo, los antecedentes del nacimiento oficial del MRS se remontan a varios años atrás, siendo quizás la derrota electoral de 1990, el hito que marca el destino de un grupo de sandinistas, cuyo pensamiento crítico y visión estratégica, moldearía lo que cinco años más tarde vería luz como un partido, que a través de su relativamente corta vida política, ha dado a la población nicaragüense muestras fehacientes de responsabilidad, capacidad, entereza, madurez y valentía, valores muy escasos en gran parte de la clase política actual.
Un partido que exhibía como carta de presentación un Programa para salir adelante como país. Un partido que hacia suyo el verdadero legado de Sandino de Patria y Libertad, de Dignidad y Soberanía Nacional. Un partido que propugnaba por los valores de equidad y justicia social, solidaridad, transparencia y honestidad política. Un partido sin caudillos. Un partido que se conserva fresco con sus credenciales de Izquierda, Democrático y Sandinista.

A 116 años de su nacimiento, Sandino desde la inmortalidad de su ejemplo, observa atento y vigilante los caminos que han tomado quienes se proclaman sus legítimos herederos. Por una parte, el FSLN, devenido con el tiempo en una secta fundamentalista dominada por el orteguismo y por otra, el MRS, un partido que construye su propia historia señalando hacia el futuro.

Unos abrazando la corrupción y el autoritarismo. Destruyendo los cimientos de la Republica, dinamitando la Institucionalidad y el Estado de Derecho.  Pervirtiendo la política, mediante pactos y componendas. Parasitando en las instituciones públicas, enriqueciéndose a costa del estado. Sin proyecto y sin futuro.

Otros, luchando por dignificar la función de los servidores públicos. Combatiendo las lacras del tradicionalismo político heredado de los asesinos del héroe. Trabajando por construir un mejor país, que brinde oportunidades para todos, con justicia y equidad social. Rescatando la democracia y el derecho de todos a expresarse libremente. Con un proyecto de futuro. Con la mirada y la frente en alto.

A 116 años de su nacimiento, Sandino se resiste a endosar su majestuosa figura a los impostores, que sin un proyecto viable y creíble,  lo obligan a presidir la fanfarria gubernamental, difuminado y desde la sombra de los gigantescos rótulos, en los que es casi un escolta de los verdaderos dueños de la feria, los fundadores de una falsa e hipócrita Nicaragua Cristiana, Solidaria y Socialista. Los que han renegado de Carlos Fonseca, el hijo pródigo del General Sandino.

Por eso, a 116 años de su natalicio y con la inmortalidad de su ejemplo de Patria y Libertad, de Dignidad y Soberanía Nacional, los verdaderos sandinistas 16 años despues, continuamos diciendo y con la voz cada vez más en alto:

Sandino Vive,  La Lucha Sigue!