Con
gran estupor la población nicaragüense ha visto como la Fiscalía y el Poder
Judicial se han coludido para decidir que el crimen perpetrado en contra de la
familia Reyes Ramírez el pasado 11 de Julio, en lo que ya la opinión pública
llama La Masacre de Las Jaguitas,
haya sido tipificado como Homicidio Imprudente, dicha tipificación pone el
crimen al mismo nivel que un accidente de tránsito donde haya habido uno o
varios muertos, lo que dice mucho de la justicia y la labor de la fiscalía en
nuestro país.
Inicialmente
se habló de 24 participantes en la masacre, luego de 20, posteriormente 14 y
finalmente han sido enjuiciados 9 miembros de la unidad de la policía que tuvo
a su cargo el operativo. Haciendo un pequeño recuento de lo mucho que se ha
hablado en torno a esto, rescatamos varios elementos que inexplicablemente han
sido pasados de lado por quienes están en la obligación de hacer justicia en
nuestro desventurado país.
QUIEN
IDEÓ Y ORGANIZÓ EL OPERATIVO?
No
se necesita ser especialista en temas militares para saber que el famoso
operativo no pudo organizarse solo, tuvieron que existir otros a un nivel superior
al del capitán que aparece como “cabeza de turco”, quienes son los que lo idearon,
lo planificaron y lo organizaron. Tuvo que haber una información de
inteligencia que detectó la trama, sea reunión de capos, traslado de drogas e
inclusive, que es lo que se especula, un encuentro entre dos sujetos, uno de
ellos narcotraficante. Además, alguien al más alto nivel de la institución tuvo
que aprobar el operativo, ya que estas cosas no se ejecutan porque a un jefe menor
le pasaron una información, sacó tropas especializadas de una unidad policial y
lo montó. Si esto ocurrió así, algo muy malo anda en la institución policial, que
los de arriba no saben lo que hacen los de en medio y los de abajo. Rota la jerarquía
y la línea de mando. Impensable.
LA
EMBOSCADA
Este
operativo era sencillamente una emboscada para aniquilar a los objetivos que había
señalado la fuente de inteligencia. La argumentación de que era un vehículo
blanco además de vaga es totalmente inaceptable y esa fuente (de inteligencia)
es la primera que debió haber sido investigada. Y si la famosa fuente no era más
que un activo del narcotráfico que quería hacer quedar mal a la policía, ni más
ni menos como el operativo de hace poco más de un año, en el cual un grupo,
para muchos aún no identificado, emboscó, asesinó y dejó mal parada a la institución
policial, ya que el proceso judicial fue casi una comedia mal montada y todavía
se desconocen los autores intelectuales, que de acuerdo a la Primer
Comisionada, hasta pudieron haber sido los Zetas? Cuando se llevan francotiradores a un operativo de este tipo, lo menos que se está pensando es que
alguien salga vivo. 24, 20 o finalmente 14, son una fuerza
desproporcionada para interceptar un traslado de drogas. A quién esperaban? La Fiscalía habla de menos de 50 disparos para
una fuerza equipada con al menos 19 fusiles AK – 47 más el Dragonov del francotirador (de acuerdo a lo expresado por la Primer Comisionada a los familiares de las victimas de que eran 20).
Menos de tres disparos por cada uno? Por favor!
ENCUBRIMIENTO
O LIGEREZA DE LA FISCALIA?
Todo
parece indicar que al final, la masacre a los miembros de la familia Reyes Ramírez
quedará en la impunidad y la oscuridad, como otros eventos que han ocurrido con
esta institución policial desde el 2007. Alguien sabe si capturaron a los de “Ocupa
- INSS”, o a los de la mochila bomba, o a los verdaderos autores materiales e
intelectuales de la emboscada del 19 de julio del año pasado, o a tantos y
tantos oficiales y policías de línea que se han visto envueltos en abusos a la población,
a mujeres, a jóvenes y hasta diputados de la Asamblea Nacional? Hay varias
preguntas que la fiscalía debería responder para evitar la presunción de la población
de que aquí se está encubriendo un asesinato. Quien pasó la información de
inteligencia? Quien planteó el operativo al mando superior? Quienes lo conocieron?
Quien autorizó el operativo? Quien estaba al frente del mismo en el terreno?
Quien coordinaba toda la acción? Solo 9 dispararon? Cómo se sabe que fueron
ellos? Hicieron peritaje balístico? Inspeccionaron las armas de fuego de cada
uno de los que participaron en el operativo? Hicieron prueba de parafina para
saber si hubo alguno que no disparó? Se hizo la reconstrucción de los hechos en
el terreno, a como lo hicieron el 19 de Julio del 2014? Si habían tres grupos
emboscados, quienes estaban al frente de cada grupo? Fueron interrogados? El
Jefe de la Dirección de Operaciones Especiales de la Policía sabía del
operativo? Estuvo presente? Quien le autorizó a facilitar las tropas? Muchas
preguntas sin respuestas para llegar a un veredicto un poco más fuerte que un fatal
accidente de tránsito.
EL
GRAN PROBLEMA: POLICÍA VRS. CIUDADANÍA
Desgraciadamente,
esta y otras acciones que hemos visto impasibles a partir del 2007, solo llevan
a la pérdida de la institucionalidad de la policía, ya que está más preocupada
por servir a la familia en el poder que al pueblo nicaragüense. En muy pocos días
ha experimentado una situación que presagia un mal final. Primero fue la
aporreada a quienes protestaban frente al CSE diputados incluidos, protesta por
demás legitima y amparada en la Constitución Política de nuestro país. Luego
vino la masacre de Las Jaguitas y después el operativo en el Barrio La Arrocera
de León. En estos tres eventos se ha operado un proceso gradual de pérdida de
la confianza y credibilidad de la policía, de pérdida del respeto y finalmente
de pérdida del miedo. Las tres etapas graves, muy graves, para una institución que
debería estar al servicio de la ciudadanía. Que ocurriría si en todos los
siguientes operativos o acciones policiales, sea frente al CSE, en el
patrullaje rutinario, o en operativos justificados de lucha contra el expendio
menor de drogas en los barrios, o en la captura de delincuentes comunes, sean
recibidos como lo fueron en La Arrocera? Sin ningún respeto a la autoridad que
representan, sin ningún miedo al uniforme y con toda la desconfianza y el
rechazo producto de sus últimas acciones. Y si esto pasara en todo el país? Estaríamos
a las puertas de algo extremadamente muy grave y que podría arrastrarnos
a todos, no solo a los de abajo y en medio, sino que también a los de arriba,
que son los que más tienen que perder. Todavía estamos a tiempo.
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