domingo, 28 de julio de 2019

SE LES CAYO LA CARETA!




Finalmente y por boca del mismísimo Jefe del Ejército Julio Avilés, de acuerdo a sus últimas declaraciones, se confirma lo que hemos venido denunciando luego de las Operaciones Limpiezas ejecutadas en varios municipios de Nicaragua durante el mes de Julio del 2018: la complicidad del cuerpo castrense con los Crímenes de Lesa Humanidad ocurridos durante todo el periodo que abarca la crisis que agobia al país a partir de abril del 2018. El propio hecho de negar lo que ha estado visible para una gran parte de la población durante todos estos meses y de sobremesa, amenazar velada o directamente al pueblo con los famosos 100,000 tiros por Compañía, coloca a Avilés al mismo nivel de quienes han asesinado a cientos de ciudadanos por el solo hecho de protestar contra un régimen que ha privilegiado el crimen, el robo al erario público y la depredación de los recursos naturales, a gobernar un país empobrecido por tanto miserable que ha llegado al poder, encabezado por el que defiende tan afanosamente.

Si algo ha quedado muy claro en la conferencia de prensa de marras, es que Avilés miente descaradamente y trata de engañar a la ciudadanía, confundiendo a conveniencia la lealtad constitucional que el Ejercito le debe al Soberano, con la sumisión al caudillo; pretende culpar a otros de su propia ignominia y cobardía, por no haber frenado la matanza hecha a la juventud nicaragüense, de la que más bien se volvió cómplice, arrastrando en la vorágine de sangre y muerte al cuerpo castrense que dirige; nos confirma su incapacidad para guardar las distancias entre los espurios y mezquinos intereses económicos institucionales y los legítimos intereses de la Nación; reafirma su propio fanatismo político al alinearse a un régimen proscrito internacionalmente por los crímenes cometidos, en una regresión histórica gravísima, que convierte prácticamente a la institución castrense en la guardia pretoriana de Daniel Ortega.

Hay muchas teorías que tratan de justificar el suicidio político e institucional del que hizo gala Avilés en su comparecencia, una de ellas es que presienta que el aviso anterior por parte de los Estados Unidos, la aplicación de la Magnitsky Global Act al General Oscar Mojica, se convierta en sanciones con nombre y apellidos a altos oficiales del ejército o a él mismo; otra teoría es que Ortega quiere evitarse sorpresas como las que en su momento le tenían preparada a Maduro en Venezuela y en el último momento, los personajes que estaban negociando su salida del país, se echaron atrás, uno de ellos el General Padrino López, el mejor seguro en clave Ortega, es quemar a Avilés públicamente, como efectivamente lo hizo, haciendo su correspondiente declaración de amor y lealtad a toda prueba; otra teoría es que Ortega quiere seguridad de que el Ejercito no está en encerronas con la Embajada USA, personeros del Gran Capital y otros elementos, con lo del famoso “Aterrizaje Suave” y quiere asegurarse de que al menos por este lado no habrán sorpresas, aunque en estas cosas nunca dejan de haberlas; una cuarta teoría es que Ortega este cobrando al ejército todos los beneficios económicos que en estos doce años les ha dispensado, hasta convertir a esta institución en un poder económico independiente y auto sostenible, dichos beneficios provinieron generosamente de la Cooperación Petrolera Venezolana, del Erario Público, del Capitalismo de Compadres y de otras fuentes más “oscuras” que muchos intuyen; finalmente, una última teoría es que Ortega se prepara para su propia versión de “Guerra Prolongada” (no popular) en contra del “Imperialismo Norteamericano”, con el objetivo de resistir las sanciones estadounidenses, europeas y de la OEA, a la espera de eventos externos que le permitan continuar con vida hasta el 2021 y para ello quiere garantizarse el acompañamiento del ejército en esta aventura suicida.

Como quiera que haya sido la motivación o motivaciones que tuvo Avilés para mentir, amenazar y hacer el ridículo públicamente, es importante refrescarle algunos hechos y realidades que están a la vista de todos los nicaragüenses y que ni él ni nadie, por más amenazas que profiera, pueden negarlo. Veamos:

1.- La Constitución Política nicaragüense dice en su Arto. 95: No pueden existir más cuerpos armados en el territorio nacional que los establecidos en la Constitución, ni grados militares que los establecidos por la ley. Para ejecutar la Operación Limpieza en el mes de Julio del año pasado se organizó un grupo o fuerza Paramilitar, el término PARAMILITAR, de acuerdo a Wikipedia, “se refiere a organizaciones particulares que tienen una estructura, entrenamiento, subcultura y a menudo, una función igual a las de un ejército, pero no forman parte de manera formal a las fuerzas militares de un Estado y generalmente están fuera de la ley. Dentro de sus miembros pueden estar fuerzas policiales, militares, guerrilleros, mercenarios e integrantes de escuadrones de asalto o grupos de seguridad privados y políticos. Estos grupos generalmente tienen un carácter de tropa irregular por lo que combaten sin obedecer las convenciones nacionales e internacionales para el ejercicio de la guerra, lo cual les permite excesos de violencia que serían inadmisibles en las fuerzas del Estado”.

Este grupo paramilitar fue organizado por altos oficiales en retiro del Ejército y del extinto Ministerio del Interior, MINT, entre los que sobresalen los siguientes: Edén Pastora Gómez, Comandante Guerrillero y de Brigada (Jefe Nacional); Raúl Venerio Granera (fallecido), Comandante Guerrillero y de Brigada (Jefe del Estado Mayor Paramilitar); Leopoldo Rivas Alfaro, Comandante Guerrillero y de Brigada (Segundo Jefe del Estado Mayor Parmilitar); Juan José Úbeda, Comandante Guerrillero; José Valdivia Hidalgo, Comandante Guerrillero y de Brigada; Juan Estrada, Contralmirante; Manuel Calderón Chávez, Comandante Guerrillero; Danilo Blanco Núñez, Comandante Guerrillero; Elías Noguera García, Comandante Guerrillero; Ramón Eduardo Cabrales Arauz, Comandante Guerrillero; Glauco Sidar Robelo Choening, General de Brigada; Ramón Arnesto Sosa, General de Brigada, para solo citar al Estado Mayor Nacional. Dicha fuerza, organizada por estos sujetos al margen de la ley, contó con el beneplácito, armamento, entrenamiento, apoyo logístico y de inteligencia del Ejército, antes nacional, ahora de Ortega. Jamás podría haberse organizado un grupo de estas dimensiones sin el apoyo y el consentimiento del ejército, por lo que se violó el Arto. 95 de la CPN antes citado.

2.- Se ha repetido hasta la saciedad de que el armamento utilizado por el grupo Paramilitar proviene de los arsenales del ejército, existe información fidedigna de que la mayoría salió de los almacenes ubicados en Xiloa, aunque haya quienes pretendan negarlo. El Lanza Granadas M-79 es armamento orgánico del Comando de Operaciones Especiales, COE. El Lanza Cohetes RPG – 7 es armamento orgánico de las tropas de infantería del Ejército. El M – 24 SWS, fusil de francotirador, es arma de entrenamiento de los francotiradores del COE dejado por los instructores norteamericanos. La ametralladora PKM y la RPK son armamento orgánico de las tropas de infantería del Ejército. El fusil de francotirador Dragunov es armamento orgánico del COE. Los fusiles M – 16 y fusiles FAL, remanentes de la guerra de los años 80’s, estaban bajo resguardo del Ejercito. De todo este armamento, solamente los fusiles Dragunov las poseen en cantidades muchos menores, que no pasan de 10 o 15, las Tropas Especiales de la Policía, TAPIR, que por sus funciones y misiones no poseen ningún tipo de armamento propio de las tropas de infantería (RPG-7, PKM, RPK, M-79). La pregunta es: Como aparecieron tantas armas en manos de un grupo creado al margen de la ley? O es que Avilés quiere hacernos creer que las Operaciones Limpieza las ejecutaron los antimotines de la Dirección de Operaciones Especiales de la Policía? Sería conveniente que viera varias veces la entrevista dada por Edén Pastora a Izquierda Visión el sábado 8 de diciembre del 2018, precisamente en el minuto 37:20, donde el Jefe Nacional de los Paramilitares confirma todo lo que niega el flamante jefe del ejército. Le dejamos el Link para ahorrarle tiempo:


3.- Como es posible que aparezcan cientos de escopetas Mossberg 500, calibre 12, en manos de “civiles” y Avilés pretenda desentenderse de esto cuando abundan las pruebas gráficas recopiladas durante todo este tiempo. Cientos de escopetas que pertenecían a las empresas de vigilancia El Halcón, El Vigilante y El Goliat, empresas cuyos dueños son Fidel Moreno, Francisco López y Leonel Espinoza y que fueron entregadas “generosamente” para que fueran usadas por los JS, trabajadores de las alcaldías y miembros del partido que engrosaron el grupo paramilitar y no disponían de la suficiente experiencia militar como para proporcionarles un AK – 47. Sera que Avilés nos quiere ver la cara de tontos a todos los nicaragüenses?

4.- Según datos de organismos de Derechos Humanos, se contabilizaron durante los primeros meses de la crisis: 70 muertes por disparo en la cabeza, 10 por disparo en el cuello, 47 por disparo en el tórax, 19 por disparo en el abdomen y 10 por disparo en la espalda. El patrón de estos asesinatos es que fueron provocados por un solo disparo, lo que permite aseverar lo siguiente: a.- Que fueron ocasionados por francotiradores, los que se encontraban a una distancia entre 800 y 1500 metros del lugar de donde se encontraban las víctimas, tomando en cuenta el alcance efectivo de estos fusiles (Dragunov y el M – 24 SWS). b.- Los tiradores muestran una alta precisión en los disparos, lo cual implica una excelente preparación y técnica en el uso de este armamento. c.- Que los tiradores disponían de ubicación privilegiada, del tiempo y la comodidad necesaria para poder hacer blancos efectivos y con tanta precisión. d.- Que los tiradores solo pudieron pertenecer a una o a las dos instituciones que disponen de este tipo de armamento y del personal entrenado como francotiradores: El Comando de Operaciones Especiales, COE, del Ejército Nacional, EN y la Brigada de Tácticas y Armas Policiales de Intervención y Rescate, TAPIR, las Tropas Especiales de la Policía. Responde o no el ejército por estos asesinatos o se los cargan completos a la Policía orteguista? 

5.- Finalmente, el ejército a partir de la llegada de Ortega al poder, desarrolló una política de cero prisioneros en el campo, una política que negaba que hubieran grupos armados con motivaciones políticas en el país y bajo la cual se eliminaron sin contemplaciones más de 100 campesinos, entre alzados en armas, familiares y sospechosos de colaborar con estos, ni siquiera tuvieron reparo en asesinar a niños, tal a como lo hicieron con los hijos de doña Lea Valle en La Cruz de Rio Grande, o la utilización de tácticas terroristas como ocurrió con el caso de la “Mochila Bomba”. Pareciera una mala costumbre de Avilés el negar lo obvio, siempre negó la existencia de dichos grupos, a como niega hoy en día que hubieron paramilitares que asesinaron a jóvenes nicaragüenses, muchos de ellos de la misma ciudad que lo vio nacer. La negativa de los primeros ha estado acompañada de una política de exterminio en el campo que aún se mantiene, negar los segundos pareciera una broma de mal gusto si no estuviera de por medio la comisión de Crímenes de Lesa Humanidad, de los cuales el ejército de ortega se vuelve por voluntad propia, expresada por su Comandante en Jefe, en cómplices.












1 comentario:

Anónimo dijo...

Seria posible obligar una auditoria de las armas del ejercito?. El Gral Aviles dice que no hay paramilitares, el Comisionado Diaz dice que los parapolicias son efectivos profesionales de la policia, William Grisby dice que los paramilatares son sandinistas armados y el armamento pesado solo lo tiene el ejercito, entonces se debe hacer un inventario de lo que habia y ahora hay en las bodegas del ejercito y la policia.