EDITORIAL:
EL SANDINISMO HISTORICO BAJO AMENAZA DE MUERTE
Casi
al finalizar la semana, el miembro del Sandinismo Histórico, Marlon “El Chino
Enoc” Sáenz, se quejaba, de nuevo, por la visita de un conocido sicario al
servicio del narcotráfico centroamericano, en lo que se interpreta, no como una
visita de cortesía de viejos camaradas, sino lo que se conoce en el argot del
submundo de la inteligencia sandinista, como de “profilactación”, lo que era una
práctica muy común durante los años 80’s que llevaban a cabo los miembros de la
Dirección General de la Seguridad del Estado, DGSE, y que iba desde una llamadita
telefónica, haciéndote saber quién y de dónde te llamaban, dónde y con quien
vivías y trabajabas, cuántos hijos tenías y dónde estudiaban, o, si tenían que
ser más “persuasivos”, una visita a tu hogar, un poco más tensa, con amenazas
veladas, recordándote el peligro que corrías junto a tu familia, y en el peor
de los casos, la entrevista en la Casa 50,
la que quedaba en la llamada Colonia Militar detrás del Intercontinental, donde
operaba la Dirección de Operaciones de la “Dégese”. Ahí la “Profilaxis” era más
directa y salías a portarte bien en el mejor de los casos, o pasar un periodo
de “retiro” en una de las muchas cárceles que existían en la época, y en el
peor de los casos, pues al descanso eterno, con la excusa de haber muerto en
accidente, por un asalto o “suicidado”.
El ya
famoso “Chino Enoc” conoce por experiencia propia estas técnicas, en algún
momento de su vida, durante era oficial del MINT, las aplicó con civiles, en su
inmensa mayoría contrarios a la Revolución o sencillamente sospechosos de
serlo, y sabe a ciencia cierta que estas amenazas hay que tomarlas muy en
serio. Lo novedoso de esta vez, es el personaje seleccionado para cumplir tan
deleznable misión, un sicario al servicio de los carteles del narcotráfico
centroamericano, ciudadano nicaragüense – hondureño, con un prontuario interesante
en el Crimen Organizado, en una confirmación de los lazos entre los carteles hondureños
y el de “El Carmen”. A confesión de parte, relevo de pruebas. Es más que
probable que el encargado de buscar al siniestro personaje haya sido Francisco
“Chico” López, quien cumple la “sagrada” misión de hacer producir, en Honduras,
las empresas creadas del robo de la Cooperación Petrolera Venezolana,
sancionadas por los Estados Unidos, y lavar el dinero de los negocios turbios
de sus patrones del Cartel de “El Carmen”, muchísimos, por cierto.
Inútilmente,
el “Sandinismo Histórico”, o también conocido como la “Vieja Guardia del
Sandinismo”, piden diálogo directo con Daniel Ortega, a quien reverencian todos
y obedecen fielmente sus órdenes, sean estas las de asesinar a cientos de
jóvenes, como lo hicieron durante la Operación Limpieza, llenar plazas,
intimidar opositores, o apoyar todas las medidas represivas en contra de la
población nicaragüense. Aun no terminan de entender que ya el “Gallo
Ennavajado” es un triste “Pollo Amurriñado”, cada vez más viejo y enfermo, y
que su único contacto con el mundo que lo rodea es la Rosario, quien autoriza
con quién habla o de quién puede recibir llamadas telefónicas, y entre estas no
está ninguna de los viejos guardias del sandinismo, el odio es mutuo, pero ella
tiene lo que sus adversarios no tienen, PODER, no solo el poder político, sino
el que da el dinero, tanto del presupuesto de la república, como de los
negocios, abundantes por cierto, y que dan para la compra de conciencias, pago
de sicarios y orejas, muchos de los cuales estarán muy cerca de los que hoy se
quejan del abandono al que los tiene sometidos el comandante.
NI HISTÓRICOS,
NI SANDINISTAS; SON PARAMILITARES ORTEGUISTAS
Por:
Stylianos Ramos
Ha
resultado hasta risible asistir a los debates mediáticos de algunas figuras de
bajo relieve que se han dado en llamar “el sandinismo histórico”, ¿y quiénes son?
Ninguno llegó a ser siquiera un cuadro político de importancia dentro del FSLN,
los hay quienes fueron fusileros en la insurrección final, colaboradores,
correos, milicianos, otros “19 de julio”, ex cachorros del servicio militar y
casi todos surgieron de los órganos del antiguo Ministerio del Interior, MINT, algunos,
incluso hasta se enorgullecen por haber sido escoltas de Daniel Ortega en una de
sus apariciones públicas.
Ellos
constituyen un pequeño grupo de lo más fanático que arrastra Daniel Ortega y
como fanáticos que son, no se dieron cuenta del curso político que tuvieron los
acontecimientos que siguieron a la derrota electoral de 1990, seguramente que
“pensaban” apegados siempre a la “línea” que les bajaban sus jefes inmediatos,
al punto que ni siquiera se dieron cuenta en qué momento el FSLN dejó de
existir como partido, porque nunca pudo dar el salto para convertirse en
partido político moderno, y se disolvió en medio de una gran confusión, de la
que incluso muchos cuadros políticos tampoco se enteraron y en la que también
están atrapados otros.
Daniel
Ortega, ante la falta de carisma y oratoria, tuvo la habilidad de tejer una
telaraña en la que atrapó a muchos nostálgicos e incautos, a quienes le vendió
la idea de que en 1990 el FSLN había perdido el gobierno, pero no el poder, con
lo cual dejó flotando en el aire la idea de “volver al poder” para “piñatear de
verdad”, lo cual le permitió construir un partido personal en base a prebendas,
cuya contraprestación debía ser la lealtad hacia su persona, el famoso Culto
a la Personalidad. Los que mejor entendieron esto y se percataron que con
Ortega no existía ninguna posibilidad de que el sandinismo pudiera tener futuro
en una Nicaragua moderna y democrática, tomaron otros caminos y algunos formaron
otras opciones políticas.
Otros,
se fueron enterando poco a poco, hasta que el estallido social del 19 de abril
del 2018 llevó a Ortega mostrar públicamente su verdadera naturaleza asesina y
criminal, lo que permitió que muchos, de repente, abrieran los ojos, sufriendo
choques de conciencia, vergüenza y asombro, pero mientras eso ocurría en unos,
Ortega se vio rodeado por los sumisos de siempre, quienes vieron la oportunidad
de alcanzar alguna prebenda más sólida, a diferencia de las migajas a la que
los tenían acostumbrados, por no saber hacer más que lo único que sabían muy bien, disparar bajo
las órdenes de otros, sin importar razones, ni más ni menos lo que hacen los
sicarios vendidos al mejor postor.
Surgieron
así grupos de paramilitares orteguistas, quienes perpetraron en conjunto con la
policía y el ejército, las mayores matanzas de civiles en tiempos de paz en la
historia de Nicaragua, asesinando sin ningún tipo de remordimientos a más de
500 ciudadanos, por cuyos servicio se sienten mal pagados, porque sólo a muy
pocos los premiaron con puestos públicos, lotes urbanos, casas, o alguna que
otra prebenda, de manera que han tenido la ingeniosa manera de organizarse y
politizar sus reclamos, alertando a la dictadura, quien sabiendo el riesgo que
conlleva su fanatismo, los ha comenzado a tratar como opositores, o sea, como
enemigos.
Algunos
que no consiguieron “enganche” en el Estado siguen desarrollando una labor de
paramilitar ocasional, gozan de toda impunidad para robar, asaltar, y cometer
todo tipo de tropelías contra productores y campesinos identificados como de
oposición o indiferentes. Esta labor la hacen tanto como medio de pago y a su
vez como una labor de control social, en abierta colaboración con la policía,
por lo que la población no pone la denuncia, ya que sabe la perfecta
coordinación que existe entre estos delincuentes con las “autoridades”.
Pero
como nada es para siempre y el crítico aislamiento de la dictadura lo obliga a
buscar una solución, crece la posibilidad de que estos paramilitares terminen
siendo los sacrificados, para tratar de engañar a la comunidad internacional. Quizá
sea esta la única manera de que finalmente abran los ojos y entiendan lo
equivocado que han estado, aunque sus necesidades económicas son tan básicas y
apremiantes, que la dictadura no debería tener ningún problema para salir de
estos grupos armados. No obstante, los paramilitares son un lastre y los
recursos cada vez son más escasos, por lo que no cabe duda de que Ortega los
podría utilizar como su opción salvadora, colocándolos como los responsables de
las matanzas de 2018 y hasta señalándolos de haber actuado por su cuenta, y es
probable que por su fanatismo, sumisión y cobardía, acepten la culpa y los
lleve a reconocerse como tales.
Desde La Redacción.
La
semana pasada conocimos de la expulsión de la Federación Rusa del Concejo de
Derechos Humanos de las Naciones Unidas, motivada por las masacres que sus
tropas invasoras han cometido en contra de la población civil, en las ciudades
ucranianas que cayeron bajo su control en los primeros días de la supuesta
“Operación Militar Especial”. Las imágenes que los medios internacionales han
expuesto al mundo han sido devastadoras y ya se habla seriamente de la comisión
de Crímenes de Lesa Humanidad o Crímenes de Guerra por una horda de asesinos de
varias nacionalidades, rusos, chechenos, bielorrusos, los mercenarios del Grupo
Wagner y hasta sirios, que de esa forma se han desquitado la frustración de no
poder tomar Kiev, la capital de Ucrania, en el plazo que tenían contemplado, no
más de una semana, y desfilar triunfantes en la Plaza de Maidán, con sus
uniformes de gala, capturados por las tropas que defienden el honor y la
soberanía de Ucrania.
Entre
los países que se han mantenido apoyando los crímenes contra ciudadanos civiles
está, indudablemente, la Nicaragua de Daniel Ortega, otro acusado de cometer
Crímenes de Lesa Humanidad, durante la “guerra” que el estado le declaró en
abril a los ciudadanos que cometieron el “pecado” de manifestarse en contra de
los abusos y la corrupción, que, durante años, una familia mafiosa, un partido
plagado de delincuentes y las cupulas militares y policiales, han instaurado
como política estatal. Se dice popularmente, que “entre bomberos no se pisan
las mangueras”, lo cual Ortega y sus compinches, que han sido delegados en
las diferentes embajadas y representaciones del régimen, se encargan de hacer
valer este viejo adagio, cada vez que abren la boca. La invasión a un país
pacifico, los bombardeos cada vez más sistemáticos e inmisericordes, la
política de tierra arrasada, los asesinatos de civiles indefensos y la
destrucción de la infraestructura civil, no son temas que preocupen a los que
desgobiernan el país. Para ellos, Putin tiene todo el derecho del ejecutar su invasión,
a como también ellos estaban en todo el derecho de ejecutar la “Operación
Limpieza” y asesinar a cientos de civiles.
Cortados
con la misma tijera, los dos criminales se defienden en los escenarios
internacionales, no importándoles que el mundo entero este en contra de ellos.
Parece una broma que regímenes despóticos, autoritarios, dictatoriales y
criminales, como Cuba y Venezuela, estén ocupando también una silla en el
Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, una broma de pésimo gusto, que
plantea, no solo la atención hacia estos organismos, sino también hacia la
violación de los derechos humanos que estos gobiernos cometen en contra de sus propios
ciudadanos.
Desde
la Redacción.
Después
de más de 45 días de haber iniciado la invasión a Ucrania, las tropas de
Vladimir Putin no tuvieron el éxito esperado y en los tiempos previstos, y a
costa de numerosas bajas, han tenido que abandonar el sitio a Kiev, la capital,
en una humillante derrota que no han querido aceptar, por lo que su repliegue
ha tenido la característica de dejar arrasadas las ciudades que fueron tomadas
al inicio de la ofensiva, al mejor estilo de Atila El Huno, quien se jactaba
que donde pasaba su caballo no crecía ni la hierba. Putin ha ordenado causar el
mayor daño posible a la infraestructura y a la población civil, al extremo de
secuestrar menores de edad, no se sabe con que perversas intenciones. La
retirada de ciudades como Bucha, Irpin, Hostomel, así como los bombardeos en
Mariopol y Jarkiv han sido documentados como potenciales Crímenes de Guerra o
Crímenes de Lesa Humanidad.
La
aceptación mas elocuente de la derrota estratégica sufrida por los rusos a
manos de las fuerzas de Ucrania es el cambio del jefe de las tropas invasoras,
poniendo a cargo al Teniente General Alexander Dvornikov, cuyo largo prontuario
presenta la poco honrosa fama de ser conocido como “El Carnicero de Siria”, por
su política de tierra arrasada implementada en este país, devastando ciudades
enteras, entre ellas la famosa Alepo, donde ordenó bombardeos con las
prohibidas Bombas de Racimo y armas químicas, entre otras atrocidades, para
obligar a la rendición de los rebeldes sirios. Es el principal responsable del
ataque criminal a la estación de trenes en Kramatorsk, al este de Ucrania,
donde inauguró su nuevo mandato con el asesinato de cerca de 50 civiles.
Con
este nombramiento, Putin considera que el también condecorado como “Héroe de la
Federación Rusa” logrará para el 9 de Mayo, fecha en que se celebra el Dia de
la Victoria de la Unión Soviética contra las fuerzas hitlerianas, la liberación
del Dombass y hacer efectiva la anexión de los territorios de Lugansk y Donetsk,
el cambio obligado de objetivos, ante las continuas derrotas sufridas a manos
de las tropas regulares ucranianas, las fuerzas de la reserva y la ciudadanía
que se ha levantado en armas, con un rápido entrenamiento, pero con la firme
voluntad de expulsar al invasor. Es de esperar que los bombardeos se
incrementen al máximo, terminen de destruir la infraestructura que aun se
conserva en pie, y cometan verdaderas atrocidades en contra de civiles,
mujeres, hombres y niños, la especialidad del afamado “Carnicero de Siria”, al
que muy pronto conoceremos como el “Carnicero del Dombass”.
Desde
La Redacción
La
intervención soviética en Afganistán duró 14 años, fue llamada “Contingente
Limitado de Fuerzas Soviéticas”, e involucró una enorme cantidad de
fuerzas y medios durante el tiempo que se ejecutó la misma, estimándose en 118,
000 las tropas involucradas. Las bajas fueron, de acuerdo con cifras oficiales,
15,051 muertos, 53,753 heridos y 417 desaparecidos. Las bajas que el Ministerio
de Defensa Ucraniano informa que han sido ocasionadas a las tropas rusas que
invadieron Ucrania, bajo el nombre de “Operación Militar Especial”
y que estarían involucrando a un personal militar cercano a los 150 mil
efectivos, son las siguientes:
TROPAS DE INFANTERÍA |
19,300 |
VEHICULOS BLINDADOS DE TRANSPORTE DE TROPAS |
1,911 |
VEHÍCULOS DE TRANSPORTE DE TROPAS |
1,384 |
AVIONES DE COMBATE |
152 |
SISTEMAS DE ARTILLERÍA TERRESTRE |
342 |
VEHÍCULOS DE ABASTECIMIENTO |
76 |
HELICÓPTEROS DE COMBATE |
137 |
SISTEMAS DE ARTILLERIA ANTI AEREA |
55 |
AVIONES DE TRANSPORTE |
56 |
TANQUES |
722 |
LANZACOHETES MULTIPLES AUTOPROPULSADOS |
108 |
DRONES (VEHICULOS AEREOS NO TRIPULADOS) |
112 |
SISTEMAS DE MISILES DE CORTO ALCANCE |
4 |
EQUIPOS ESPECIALES |
25 |
FRAGATAS |
7 |
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