lunes, 31 de diciembre de 2018

UN BALANCE NECESARIO


Se termina el 2018 y se hace necesario hacer un balance de todo lo acontecido durante el mismo, todo lo positivo que hemos vivido durante esta dura jornada iniciada en el mes de abril y también hablar de lo negativo que nos ha dejado el año. El análisis del balance nos debe dar las pistas sobre lo que podemos esperar del año que está por comenzar y acerca de lo que se vuelve imperioso y necesario hacer, por cada uno de nosotros, para que este sea el de nuestra definitiva liberación, la liberación de una dictadura criminal, mafiosa y delictiva, señalada como tal por la comunidad internacional. 

No podríamos hacer este balance sin anotar lo que acontecía durante el primer trimestre del año. Se continuaba, aunque ya con algunas dudas, el famoso “Consenso” entre las cúpulas empresariales y el Gran Capital con Ortega, las dudas provenían de la aplicación de la Magnitski Global Act a Robertito José y el cambio de la política del gobierno norteamericano hacia el régimen de Ortega, sin embargo las enormes utilidades en la industria energética, el aumento de las exportaciones de lácteos, carne y otros productos hacia Centroamérica, el crecimiento pronosticado del FMI del 4.7 % y el mantenimiento de las exoneraciones cercanas a los Mil Millones de dólares, aún mantenía la relación viva y con las esperanzas puestas en que en algún momento el comandante cambiaria. Dichas esperanzas se basaban en la suscripción del Memorándum de Entendimiento con la OEA para la “perfección” del sistema electoral en las próximas elecciones. Se hacía poco caso a los continuos señalamientos de la corrupción rampante a todos los niveles en el gobierno y el partido y a las denuncias de los asesinatos cometidos por fuerzas del Ejército y la Policía en La Cruz de Rio Grande contra dos menores de edad. Un presagio de lo que se nos vendría pocos dias después. Eran los meses en que “teníamos” a una de las mejores policías del continente y un Muro de Contención que no dejaba pasar ni moscas a los carteles de la droga, algo que como veríamos después, era una invención muy bien organizada para la exportación. Llevábamos un año del fraude electoral del 2016 y los poderes facticos hablaban poco de eso. Pero…

Pero llegaría el 18 de Abril, una fecha fatídica para el poder porque trastocaría de raíz el orden establecido desde el 10 de enero del 2007. Un cumulo de agravios guardados en la conciencia colectiva de muchos saldría disparado y destruiría lo que afanosamente venían construyendo: una dictadura dinástica, que se preparaba para cederle las riendas del gobierno a Rosario Murillo. Abril sería una dura estocada a estas aspiraciones continuistas, la que se convertiría en mortal, luego de las sanciones norteamericanas. Quizás uno de los factores más positivos de esta jornada, la señora no podrá aspirar ni siquiera a ser concejal de Managua. El mayor de ellos, casi por unanimidad, el despertar de un pueblo que durante años pareció anestesiado a punta de láminas de zinc, chanchos, gallinas y demás programas clientelistas. Atrás quedaban los raquíticos, pero místicos, miércoles de protestas, las marchas bloqueadas a punta de cadenas, garrotes y motorizados de los campesinos anti canal y las reuniones interminables para tratar de construir una alternativa creíble al régimen de Ortega. A partir de Abril, Nicaragua y el mundo verían las mayores marchas ciudadanas pidiendo la salida de los que durante casi cuatro décadas han hecho de nuestro país una hacienda particular. También llegaría el inexorable fin del idilio entre el capital y el poder y la organización a la carrera de una coalición que intenta representar a todo el pueblo opositor. Abril nos regalaría un fuerte y valiente liderazgo religioso, que despejaría las dudas de quienes querían que fuera la Conferencia Episcopal la que asumiera el papel de conducción política. Era la continuidad, en la práctica, de aquel contundente y profético documento del 21 de Mayo del 2014: “En búsqueda de nuevos horizontes para una Nicaragua mejor”, quizás la campanada perfecta que no quisieron oír, ni atender, ni entender. Si lo hubieran hecho, tal vez no estarían en el atolladero en que se encuentran, pero el poder ciega y mucho. Abril nos deja una revitalizada OEA, con el Secretario General que todos deseábamos desde sus tímidos intentos de “perfeccionar” el sistema electoral nicaragüense. Nos deja un régimen con un pie afuera y el otro en el vacío, acosado internacionalmente, aislado y a punto de juzgamiento por una comunidad que ya dejó de tragarse los cuentos del golpe de estado suave. Queda Ortega solo con la razón de las armas, solo con su policía, su ejército, sus paramilitares y su secta partidaria. Sin socios y con algunos pocos aliados, que también, irremediablemente, lo dejaran solo.  

Abril nos deja también exilio, sangre y muerte, nos deja más presos políticos de lo que alguna vez tuvo el somocismo, nos deja crímenes de Lesa Humanidad, nos deja una historia de horror desatada por policías, paramilitares, secretarios políticos, retirados del ejército y del ministerio del interior, políticos fanatizados del orteguismo y cuanto lumpen pudieron reclutar para la orgia espantosa que en el mes de enero cumplirá nueve meses, un doloroso parto de un país destrozado por verdaderos criminales, enlutado y ensangrentado por sus cuatro costados. Jamás, ni en los peores dias de la dictadura de los Somoza, se vio y vivió tanta saña, tantas atrocidades como las cometidas por estos psicópatas asesinos. Las historias de torturas contadas por PJCh en su libro “Estirpe Sangrienta” parecen un cuento de niños a la par de los terribles testimonios que nos ha tocado escuchar de quienes estuvieron presos en el Chipote o en cárceles clandestinas, donde los Chico López, los Gustavo Porras, los Raúl Venerio, los Leopoldo Rivas, los Fidel Moreno y unos cuantos asesinos más, desataron su furia homicida en defensa de un gobierno genocida y enfermo. Lo que no nos cabe duda alguna, es que estos criminales pagarán sus culpas ante tribunales nacionales o internacionales, serán juzgados y terminarán sus tristes dias huyendo o tras los barrotes de las frías cárceles que los esperarán con los brazos abiertos.

lunes, 26 de noviembre de 2018

ALGO SE CUECE EN LA COCINA DE “EL CARMEN”


“Así pues, el que desee la paz, que se prepare para la guerra. Quien quiera conseguir la victoria, que entrene a sus soldados con diligencia. Quien aspire al éxito que luche con estrategia y no lo deje al azar. Nadie se atreve a provocar u ofender a quien ve como superior en el combate.”
De re militari

Contrario a lo que muchos piensan, soy de la opinión que Daniel Ortega está preparando afanosamente las condiciones para llevar adelante su propia negociación. No es un secreto que este personaje a través de la historia se ha caracterizado por negociar al borde del abismo, nunca en posición de desventaja y en la mayoría de los casos, teniendo como rehén al contrario. Me atrevo a asegurar que solamente en una ocasión no se dieron estas circunstancias: me refiero a la negociación de los Acuerdos de Sapoa. Un virtual estado de estancamiento entre las fuerzas beligerantes, Ejército Popular Sandinista y Contras, la decisión de la extinta URSS y los Estados Unidos de no continuar apoyando a dichas fuerzas, la postración económica del país, el cansancio de la población a la guerra que ya empezaba a fracturar el apoyo popular a la Revolución y el agotamiento de la cantera de reclutamiento para el Servicio Militar Patriótico u Obligatorio, como quiera llamársele, fueron las condiciones adversas que obligaron a Ortega a buscar en la mesa de negociación lo que no se pudo obtener en los campos de batalla.

Esta vez, hay una serie de circunstancias adversas, nacionales e internacionales, que hacen inviable la permanencia de Ortega en el poder, independientemente de las bravuconadas que tanto el cómo sus adláteres, profieren todos los dias. Hablaba en otra ocasión de tres pinzas de la cual Ortega no podría escapar: la económica, la presión internacional y la presión nacional. Existe una situación de precariedad de la economía nicaragüense que se puede detectar muy fácilmente y mantiene al régimen de Ortega en una posición muy vulnerable de cara a su futuro inmediato, dicha precariedad se refleja en los siguientes datos: salida de 1,373 millones de dólares del Sistema Financiero desde el mes de abril; afectación de la estabilidad y crecimiento de las Reservas Internacionales; pérdida de confianza de los inversionistas nacionales y extranjeros; indetenible caída del empleo formal, producto del cierre de pequeñas y medianas empresas, que impacta con mayor fuerza en la ya endeble situación financiera del INSS; fuerte disminución del financiamiento de la banca comercial a los ciclos de siembra, motivado por la inseguridad política; retraso en aduanas, como una forma de castigo al sector agro comercial, de maquinaria, equipos, repuestos e insumos agrícolas, y lo más peligroso, un entorno altamente volátil para el sector financiero nacional, que se exacerba en la medida que sus intereses se acercan más a los del régimen y se alejan de los populares.

A nivel internacional, el comandante está más claro que nosotros, que Venezuela no es la URSS de los años 80’s, que Cuba podrá asesorar en temas de Inteligencia y aspectos militares, nunca en temas económicos, dada su probada “expertisse” en hundir economías, y que las medidas que eventualmente serán aprobadas en los Estados Unidos, darán un golpe mortal a sus aspiraciones de continuar al frente del gobierno. Si bien es cierto que la comunidad internacional se muestra lenta en la aplicación de medidas más fuertes, no es menos cierto que el aislamiento al que está sometido no lo ha podido romper y que se verá fortalecido si los resultados de las elecciones en El Salvador, Guatemala y Panamá son contrarios a sus intereses políticos e ideológicos.

A nivel interno, el régimen ha tenido que fortalecer la militarización en todos los municipios del país, como única forma de contener la protesta cívica popular, pasando en la práctica a un estado fascista, pero además, incorporando las huestes paramilitares a la policía orteguista, en un vano intento de evadir penalmente los crímenes cometidos por estos durante los meses de represión. Nuevamente, el Ejército se acomoda en el grupo de Ortega, facilitando instalaciones e instructores para preparar militarmente a los asesinos del pueblo. La represión continúa en aumento de manera selectiva, no se han detenido las capturas ni las muertes, que aunque esporádicas estas últimas, indican un patrón de comportamiento característico de eliminación física de líderes de base que estuvieron en los tranques. Las rotondas de Managua siguen tomadas por los empleados públicos, en una demostración de “apoyo popular” a la pareja presidencial, bajo el viejo modelo de Rosario de que el que no asista es corrido de su trabajo. A los esfuerzos de “normalidad” se incorpora la celebración de la Purísima, con los consabidos altares en la Avenida Bolívar. Esta vez sin disimulos ni falsos remilgos, la pareja  presidencial compite en protagonismo con la mismísima Virgen María, a quien ya despojaron de su manto azul y blanco, de por si criminalizado.

Ante este panorama sumamente desalentador, que le queda a Ortega? Negociar. Pero con su viejo estilo, al filo de la navaja. Con ventaja y alevosía. Con rehenes o con su grupo de amigos. Pretende llevar adelante un proceso negociador bajo la sombra del SICA, el Sistema de Integración Centro Americano, y conducido por su viejo amigo el Ex Presidente Vinicio Cerezo. Parte del sector empresarial, liderado por el Capital Financiero, está dispuesto a sumarse a este esfuerzo, reviviendo la alternativa del Aterrizaje Suave, el famoso “Soft Landing”, para lo cual han explorado a importantes figuras de la Vieja Guardia Sandinista. Pretenden apartar de esta nueva versión del Dialogo a las figuras emblemáticas de la Conferencia Episcopal que han estado en contra de la represión, Monseñor Báez, Mata y Álvarez y hasta estarían dispuestos a montarles una trama conspirativa al mejor estilo de los años 80’s para sacarlos de este escenario. No descartaría que dentro de esta trama tengan previsto sacar a otros actores importantes del Dialogo, como es el caso del Dr. Luis Sanchez Sancho y el Dr. Ernesto Medina. El Ejercito estaría de acuerdo en esta eventual negociación, toda vez que el mantenimiento del “status quo” se garantice, vale decir los intereses económicos y los privilegios de la cúpula militar. Dentro de esta estrategia, falta el elemento externo que desencadene el proceso y no es más que una “invasión” armada desde Costa Rica, provocada por ellos mismos, independientemente de los actores que participen, un Falso Positivo, que coloque a Ortega en condición de víctima de una conspiración fraguada desde el vecino país por los exiliados nicaragüenses. Para ello ha desplazado a una buena cantidad de operadores políticos y de inteligencia, quienes tienen la tarea de organizar militarmente a los incautos que caigan en la trampa, bajo la protección, auspicio e involucramiento directo y activo de la Embajada nicaragüense en Costa Rica.

Esto es lo que se cuece afanosamente en el área de cocina de "El Carmen" y habrá que estar alerta a los acontecimientos del mes de Diciembre que se avecina rápidamente. La Gritería podría deparar muchas sorpresas.

lunes, 5 de noviembre de 2018

LA QUINTA FASE DE LA REPRESIÓN ORTEGUISTA: EL ESTADO FASCISTA


Rápidamente, Ortega y su camarilla gobernante se encaminan a una quinta etapa del proceso represivo que desarrollan en nuestro país, en un vano intento por establecer sus propias condiciones ante el escenario de una eventual negociación de la que no podrá escapar, por mucho que su aparato propagandístico nos quiera vender una supuesta normalización de la situación en Nicaragua.

De la Represión Inicial Generalizada durante los meses de Abril a Junio, pasó a la fatídica “Operación Limpieza” de los tranques en el mes de Julio, rememorando y superando con creces las famosas operaciones limpiezas hechas por Somoza y la Guardia Nacional luego de la insurrección de Septiembre del 78, en donde, igual que en el 2018, se cometieron crímenes execrables en contra de la población civil, muchos de ellos dentro de la categorización de Crímenes de Lesa Humanidad. Luego pasó a ejecutar la Represión Selectiva, sobre todo de los jóvenes, como una medida de castigo y lección para todos aquellos que se “atrevieron” a atentar contra la estabilidad del modelo de país que ellos venían construyendo para la familia en el poder, su camarilla política y militar y demás cómplices. Posteriormente vendría la etapa de la Criminalización de la Protesta Ciudadana, para evitar que la población nicaragüense continúe cívicamente en las calles exigiendo Justicia, Democracia y Paz, contradiciendo la propaganda oficial de “normalización” que afanosamente el régimen trata de vender al exterior. Ahora, la represión orteguista se transforma en lo que podría considerarse la etapa final, la Construcción y Consolidación de un Estado Fascista, en donde la mayoría de sus características están presentes.

Desde su llegada al poder en el año 2007, el binomio gobernante impulsó el Totalitarismo como forma de gobierno. Poco a poco eliminó las voces disidentes a su gobierno, unos por la vía de la cooptación económica, otros mediante el chantaje y la amenaza y otros por el cierre de todos sus espacios políticos. La retórica oficial era que vivíamos en un país de buen gobierno, con un modelo económico y social de absoluto consenso, en el que no era necesario cuestionarlo porque todos estábamos bajo el manto del estado protector. El partido sandinista, devenido en una secta política y religioso - esotérica, el Orteguismo, se convirtió en omnipresente y todopoderoso, acaparando todos los espacios políticos y sociales posibles, eliminando por las vías de hecho los mecanismos de expresión y participación ciudadana ajenos al gobierno. A partir de abril, amparados en la represión armada, intentan culminar la obra y con todo cinismo se esfuerzan en convertir al estado orteguista en la única vía de expresión valida, en el interlocutor único, en el canalizador de todas las aspiraciones del ciudadano de a pie, una versión aumentada y corregida del modelo cubano, reduciendo la libertad individual a la mínima expresión. El ciudadano ha desaparecido, lo han convertido en un cliente político afín al gobierno si se adapta al sistema o en un enemigo al que hay que “exterminar” si se opone a los designios de la pareja gobernante. El totalitarismo y el verticalismo será el modelo a impulsar, como la etapa previa de lo que ya vienen adelantando, la imposición de una mentalidad Militarista que aplaste a la sociedad nicaragüense, la consecuencia más visible de la consolidación del estado fascista.

Los cuadros políticos que funcionaban a nivel departamental y municipal, poco a poco vienen siendo sustituidos por las viejas figuras de la guerrilla sandinista que ensangrentaron sus manos en estos meses de represión. Ortega culpa a los primeros de ser los responsables de la destrucción de la burbuja en que vivían, del “País de las Maravillas”, el país de mentiras que gobernaban a sus anchas. Los señalan de no advertir a tiempo lo que se venía, que hicieron un mal trabajo con las bases, que desgranaron al partido y por increíble que parezca, los acusa de no involucrarse con más firmeza en la represión durante estos meses aciagos.

Por eso, en el nuevo estado no hay cabida para remilgos morales, lo único que vale es la lealtad al Caudillo. Los escogidos son los que están  dispuestos a matar por él, los que están dispuestos a dar la vida por él, los que están hasta la coronilla con los crímenes, los que están en el mismo barco que Ortega y por consiguiente ocupando la misma tabla de salvación. Los nuevos jerarcas intermedios, el segundo escalón de mando del orteguismo en los territorios, antiguos cuadros guerrilleros, achacosos, enfermos, alcohólicos, eternos fantasmas de las nóminas estatales, los que durante once años disfrutaron de las prebendas y bondades de la pareja presidencial, son la nueva correa de transmisión del Estado Fascista que recién se estrena. Son los elegidos del caudillo para intentar prolongar la agonía. Han comprado totalmente la propaganda oficial del “Golpe de Estado a la Segunda Etapa de la Revolución” y son peligrosos por ser los primeros fanáticos que defenderán a sangre y fuego el nuevo fascismo orteguista que ya se vislumbra en nuestro sufrido país.

lunes, 29 de octubre de 2018

DANIEL ORTEGA Y LA IGLESIA CATÓLICA. UN REPASO DE CINISMO Y MALDAD


Históricamente, la relación de Daniel Ortega con la Iglesia Católica ha sido una continuada historia de oportunismo, parasitismo y agresiones, sobre todo de oportunismo, si tomamos en cuenta el sacrificio que no pocos de sus miembros dieron antes, durante y después del proceso revolucionario. En diferentes épocas de su agitada vida política ha intentado someterla a sus intereses personales: en los años 80’s como líder del sandinismo; en los años 90’s hasta el 2006 como caudillo del orteguismo y candidato presidencial en tres ocasiones; a partir del 2007 como presidente del país construyendo el andamiaje de una dictadura familiar dinástica. Sin embargo es importante conocer la historia previa, ya que al parecer el comandante padece de amnesia selectiva.

Desde antes del triunfo de la Revolución, muchos de los cuadros que figuraron en la lucha contra el somocismo fueron influenciados por los grupos pastorales que hacían su labor en los barrios más pobres. Religiosos, sobre todo Jesuitas, se incorporaron a la lucha armada del FSLN, regando con su sangre generosa el camino de la victoria contra el sistema somocista o dando el ejemplo de compromiso militante de predicar con los hechos, aun si estuviera en riesgo la vida misma. Uno de ellos, Gaspar García Laviana, "Martin", sintetiza ese compromiso militante de un cura revolucionario, que refrenda con su vida las ideas que predicaba. Otro, José Antonio Sanjinés, “Goyito”, Jesuita Vasco expulsado del país por Somoza en 1971, se integró a la lucha desde el Frente Sur “Benjamín Zeledón”, cumpliendo su promesa de: “Volveré!”, hecha desde el aeropuerto el día de su salida forzosa del país. Regresó triunfante el 19 de Julio integrando las filas guerrilleras, para posteriormente dedicar parte de su vida a la formación del Ejército Popular Sandinista, dando en todo momento ejemplo de entereza, honradez y humildad.

La tensión entre Ortega y el clero católico data de inicios de los años 80’s, cuando se percibió al liderazgo de la iglesia como potenciales enemigos del proceso revolucionario que recién iniciaba. La modalidad fue el ataque frontal y directo, antes que el dialogo y la negociación, la vieja escuela estalinista del caudillo criollo. Eso conllevó a los casos harto conocidos de Monseñor Salvador Schaeffler, dirigiendo el éxodo de miles de indígenas misquitos hacia Honduras; el del Padre Bismark Carballo, siendo vejado y humillado públicamente por agentes de la Seguridad del Estado; el del Padre Amado Peña, al que involucraron en una trama conspirativa armada por la misma Seguridad del Estado, todos estos casos en el año 1982. En 1984, Monseñor Pablo Antonio Vega, Obispo de la Diócesis de Chontales, fue expulsado del país, siendo transportado a la fuerza hasta territorio hondureño en helicóptero, casi en pijamas y en horas de la madrugada. Monseñor Obando y Bravo, en aquel entonces máximo jerarca de la Iglesia Católica, fue perseguido, espiado, humillado y boicoteado a más no poder.

El periodo posterior a la Revolución encontró a Daniel Ortega enfrascado en asumir el control total del FSLN y en tratar de recomponer su tan deteriorada imagen, la que evocaba guerra, escasez y persecución. Era vital establecer un nuevo estilo para desarrollar todas las alianzas posibles, sobre todo con aquellos sectores que tanto le adversaron. Los 16 años de gobiernos posteriores a la revolución hicieron difícil que disminuyera la desconfianza de la Iglesia hacia  el eterno candidato presidencial. Fueron los años del blanco angelical, los arrepentimientos en plaza pública, las pedideras de perdón a los ultrajados años atrás, los discursos prometiendo la Paz, renegando de la guerra y jurando hasta con los dedos de los pies que nunca más volverían el luto, la sangre y el dolor en nuestra patria. Sin embargo, una vez instalado en el poder en el 2007, los viejos planes, tan afanosamente disimulados, salieron nuevamente a flote. Gracias a la persistencia, a un golpe de suerte y a los pecados ajenos, pusieron en bandeja de plata la cabeza de quien Ortega con tanto afán había buscado por muchos años. COPROSA y las raterías de Roberto Rivas, convirtieron al finado Cardenal en un rehén más, después de que tantas veces, vana e infructuosamente, intentó sentarlo a su lado. Ahora simplemente lo sometería a sus caprichos, esta vez en calidad de cooperador necesario, silencioso y silenciado. Utilizando distintos niveles de presión, los planes se echaron a andar: dividir a la Iglesia Católica, enfrentar al pueblo contra sus guías espirituales, fracturar la cohesión de la Conferencia Episcopal.

El primer nivel fue la Cooptación. Primero optaron por ofrecer ayuda para reparar templos y casas curales. La orden dada a los comisarios políticos era participar en todos los eventos religiosos, infiltrarse en cuanto comité de las iglesias se formara y dar la plata que fuera necesaria para cooptar a los religiosos. Como la Jerarquía no cayó en la trampa pasaron al siguiente nivel: La Difamación.  Despuntaron con el famoso episodio del “Hacker de Lujo”, una filtración hecha por ellos mismos, que acusaba a algunos sacerdotes de ser aficionados al alcohol, dinero y mujeres. Con la vieja enseñanza de Maquiavelo, que de la calumnia hecha algo queda, se dio rienda suelta a la campaña de ultraje y descrédito dirigido en contra del entonces Monseñor Leopoldo Brenes, Monseñor René Sándigo, Monseñor Abelardo Mata y Monseñor Hombach
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Dado que ni la Conferencia Episcopal aflojó en sus justas críticas al gobierno, ni la inmensa mayoría de católicos se alejó de sus pastores, tuvieron que pasar a un nivel mayor de presión: La Intimidación. En el 2010, un año después de su llegada al país, el blanco fue Monseñor Silvio José Báez,  primero mediante el robo de su maletín personal, el que había dejado en el vehículo, toda una práctica con “marca de la casa” reconocida, para recolectar información directa de computadoras y documentos escritos, luego la amenaza de sujetos armados cuando se movilizaba en su vehículo por la carretera norte y posteriormente, en abril del 2011, dos sujetos armados entraron al Seminario Mayor, su lugar habitual de residencia, con obvias intenciones de asaltarlo y vejarlo.

Dado que ninguna de las presiones tuvo éxito, pasaron al máximo nivel: El Asesinato. La primera administración de Ortega finalizó con el deleznable crimen del Padre Marlon Pupiro, cura párroco del municipio de La Concha. El 20 de Agosto del 2011, a escasos dos meses y medio de las elecciones de Noviembre de ese año, se perpetraba el asesinato del Padre Pupiro, un tenaz e incansable critico de Ortega y si bien no fue ejecutado en el pulpito durante la misa dominical, a como lo fue Monseñor Oscar Arnulfo Romero, sus últimas homilías recuerdan precisamente al Mártir y ahora Santo Salvadoreño. Su “NO TENGAN MIEDO!” resonaba estrepitosamente en los oídos de sus verdugos. Se pretendió dar una lección al clero católico de que meterse en política y sobre todo, en contra de Ortega, tiene sus riesgos…y a veces mortales.

Luego llegaríamos al 21 de mayo del 2014, posterior al fraude electoral del 2011, con la entrega de la Conferencia Episcopal del histórico documento “En búsqueda de nuevos Horizontes para una Nicaragua mejor, en el que se sentaba la posición oficial de la Iglesia Católica, en la voz de sus Obispos, respecto a la situación política, social y económica de Nicaragua después de siete años de gobierno de Ortega. Era un documento demoledor del cual el comandante no podría alegar ignorancia, cuando cuatro años después, pidió a la misma Conferencia Episcopal le ayudara a sacar las castañas del fuego, luego de la Insurrección de Abril.

Fue una solicitud con todo el cálculo maquiavélico de un viejo zorro de la política sucia, acostumbrado a avasallar o ganar tiempo para seguir avasallando, según sus propias consideraciones y necesidades coyunturales. Una vez logrado el objetivo de haber desmontado los tranques a sangre y fuego y mantener en el país un virtual Estado de Sitio, el dialogo a lo interno se vuelve innecesario y por consiguiente los mediadores también. Vuelve entonces Ortega con las viejas tácticas de guerra,  la de los años 80’s, la amenaza, el chantaje y la intimidación a quienes llamó en un momento de desesperación y desconcierto. Recrudecen de nuevo los ataques a los principales voceros de la Iglesia Católica. Vuelve nuevamente a fijar su blanco en la persona de Monseñor Silvio José Báez, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Managua y una de las voces críticas más respetadas de Nicaragua, quizás la más respetada. Es la piedra en el zapato que le impide doblegar a la Jerarquía Católica, según sus propias cuentas. En el colmo del cinismo, envían “solicitudes” al Papa Francisco para que exilie a Monseñor Báez y entre más largo, mejor. Solicitudes firmadas por los trabajadores del estado, manipulados y chantajeados. Solicitudes encabezadas por las letanías absurdas de quien ha tratado por todos los medios de dividir a la Iglesia.  Sin embargo, ignorante por conveniencia de la historia, se resiste a entender que en los años 80’s no pudo, tampoco en los 90’s y menos ahora, luego de tanta sangre inocente derramada, producto de un demencial y malévolo apego al poder y a riquezas mal habidas.



martes, 23 de octubre de 2018

LA SALIDA DE ORTEGA


Contrario a lo que Ortega insiste en vender, tanto a lo interno como a lo externo, la supuesta “normalidad” en la que estaría entrando el país, la realidad es que el régimen atraviesa los tiempos más duros de todos estos años que han “gobernado” Nicaragua. Cada día que pasa, el cerco se cierra, lenta pero inexorablemente, alrededor de él, su familia y sus allegados. El sistema orteguista, el orteguismo, demuestra en todos los ámbitos de la vida nacional y en el contexto internacional, una fecha de caducidad, una fecha de vencimiento.

Nicaragua está, hoy por hoy, inmersa en una crisis económica, política y social que lejos de disminuir, cada día que pasa se acrecienta más y más. El país ha entrado en una recesión económica, con dos trimestres consecutivos de “crecimiento” negativo; continúa la fuga de capitales, fundamentalmente el capital acumulado en base a la cooperación petrolera venezolana y se habla ya de cifras aproximadas a los 1,200 Millones de Dólares; las pérdidas económicas motivadas por toda la crisis política se acerca a los 1,000 Millones de Dólares; el sistema financiero nacional no vive sus mejores momentos y se sostiene aun por el voto de confianza que la población nicaragüense le da, siempre y cuando demuestre más beligerancia en su posición ante la crisis; el sector agrícola no demuestra tener la confianza necesaria para invertir y cultivar, sobre todo cuando el régimen usa a los toma tierras como arma de intimidación para doblegar voluntades y restar apoyo a la lucha popular y finalmente, todos los municipios del país están tomados por las fuerzas paramilitares, convertidas ahora en fuerzas para -  policiales, donde se vive un virtual Toque de Queda que rige a partir de las 6, 8 o 10 de la noche, dependiendo de las necesidades propagandísticas del gobierno. Managua, cada vez que se llama a marchar, es sometida a un Estado de Sitio, donde la policía, las fuerzas de choque motorizadas y las fuerzas para – policiales pretenden inmovilizar a la población en base al terror.

Puestas así las cosas, Ortega se ha quedado únicamente con la represión como principal soporte de un gobierno que cada vez es más débil. Ejército, Policía y paramilitares son sus acompañantes en este trecho de vida que le queda, que será más corto o más largo en dependencia de tres factores que veremos más adelante. Ni siquiera cuenta con los trabajadores del estado, quienes tienen que tomar el trago amargo de “rotondear” ahora dos veces por semana bajo amenaza de perder sus empleos, sumado a la decisión “voluntaria” de rechazar el treceavo mes (aguinaldo navideño). Sin embargo, tenemos que comprender que esta “soledad” lo vuelve más peligroso aun, Ortega no dejará fácilmente el poder, entiende que no sabe hacer otra cosa más que “gobernar”, ya sea desde arriba, desde abajo o desde en medio y tratará por todos los medios de mantenerse el mayor tiempo posible. Entiende que administrar los tiempos es vital para sus intenciones, que el cansancio, el derrotismo y la desunión son su ventaja. Nosotros tenemos que entender también las nuestras.

Una economía quebrada, la presión internacional asfixiante y la presión nacional constante son las tres pinzas de la cual Ortega no podrá escapar. No podrá gobernar sobre un país en la ruina económica, ruina que no es culpa del pueblo, hay que aclararlo. No podrá gobernar con la presión internacional, que cada día que pasa le cierra las llaves en todos los foros internacionales y que muy pronto tendrá que afrontar el peso de las sanciones norteamericanas, fundamentalmente económicas, provocadas por el mismo, también hay que aclararlo. Y no podrá gobernar a un pueblo que a partir del 18 de Abril decidió poner fin a 11 años de saqueo indiscriminado de los Recursos Naturales y el Erario Público, un pueblo que marcha, que protesta, que se organiza adentro y afuera del país y que entiende que mantenerse unido es la palada de tierra final para sepultar y para siempre, al orteguismo en nuestra sufrida patria.

LA CUARTA FASE DE LA REPRESIÓN DEL RÉGIMEN ORTEGA / MURILLO


El día de hoy, domingo 14 de Octubre del año 2018, Año del Despertar del Pueblo, Daniel Ortega ha hecho realidad su amenaza de no permitir más protestas de la oposición cívica en las calles de nuestro país. La Cuarta Fase de la Represión ha desnudado su cara amarga y violenta, Criminalizar la Protesta Ciudadana, sacando a las huestes policiales y parapoliciales en contra de la ciudadanía, golpeando y secuestrando a todos aquellos que han identificado como líderes de las movilizaciones.

Están lejos de entender que de nada sirve la amenaza, la cárcel y la represión indiscriminada cuando el Pueblo ya despertó, cuando el Pueblo ya decidió salir de esta Dictadura, cuando el Pueblo inicio su largo caminar hacia la Libertad, la Justicia y la Democracia. Ortega trata desesperadamente de aferrarse a lo poco que le queda como soporte de su régimen criminal: la policía y los paramilitares, ahora convertidos por decreto personal en fuerzas para-policiales. Está plenamente convencido que todos aquellos que ahorita mismo están en las rotondas son empleados públicos obligados, amenazados con el despido, denigrados por la necesidad de mantener a sus familias. Con ellos no cuenta ni para el mediano ni para el largo plazo, este último casi inexistente toda vez que el cerco internacional se cierra, lenta pero inexorablemente.

Ortega está más que claro que su única salida es una negociación y si es internacional, mejor. Ortega sabe que no le queda más alternativa que salvarse el, su familia y el círculo más cercano y solo la comunidad internacional puede garantizarlo. Ortega sabe que no podrá salvar el capital acumulado a base del saqueo, si no entrega al resto de sus compinches que han asesinado, torturado, secuestrado y encarcelado. Llegado ese momento, NADIE importara más que su círculo. Ni Avellán, ni Porras, ni Moreno, absolutamente NADIE será más importante que los escogidos por él y su mujer.

Por eso las acciones como las de hoy, encarcelando, golpeando, secuestrando, sometiendo a la capital a un virtual Estado de Sitio, con una fuerza de ocupación uniformada, actuando ilegalmente. Ortega quiere imperiosamente obligar a que el pueblo acepte sus condiciones para negociar, sobre miles de encarcelados, líderes y lideresas de la protesta ciudadana. Se sabe acorralado y quiere tener que ofrecer en una negociación, algo que es sensible para el pueblo, sus presos políticos. Quiere Amnistía a cambio de Libertad. Libertad para nuestros presos políticos, los capturados antes y los capturados hoy, a cambio de Impunidad.  

El cerco se cierra para Ortega, lo sabe él y lo sabemos nosotros.

domingo, 13 de mayo de 2018

NEGOCIA Y COMBATE


No se necesitaba ser un pitoniso o devanarse los sesos para advertir lo que nos esperaba este fin de semana, que aún no termina. Incrementar al máximo la represión desde la tarde del sábado para desmontar todos los focos de resistencia icónicos de esta jornada de lucha: UPOLI, UNAN y Masaya. Quizás muchos no esperaban la furia criminal que el gobierno desataría sobre esta última, pero todo presagiaba una noche de cuchillos largos. Se habla de dos muertos, uno de ellos un niño de apenas 14 años y más de 150 heridos. Un saldo brutal para un solo día.

Los cálculos de la Rosario eran llegar mañana lunes a las 12 am con las cabezas sangrantes de Monimbo, la UPOLI y la UNAN y arrojarlas sobre la mesa de negociación. Negociar en posición de fuerza, de ventaja, nunca de debilidad, sin embargo será muy difícil hacerlo de hoy a mañana. La imponente marcha de vehículos hacia Masaya, para brindar la verdadera SOLIDARIDAD con un pueblo heroico, significa una aplastante VICTORIA de quienes enarbolamos las banderas de Paz, Justicia y Democracia. Entendámoslo con toda claridad, ellos nunca han negociado en desventaja, siempre al borde del abismo, siempre al filo de la navaja, siempre empujando violentos y esperando que el miedo del contrario lo obligue a rendirse. Hoy ya no es así, mañana tendrán que sentarse sin nada con que intimidar, únicamente con los ríos de sangre que chorrean de sus manos.

Mi opinión es que Hoy es clave y Mañana más aún. Masaya debe mantenerse erguida, victoriosa, combativa. Catarina, Niquinohomo y Masatepe deben resguardar las espaldas de Monimbo. La UNAN y la UPOLI deben ser protegidas de los embates que pudieran llegar hoy por la noche. Protegidas con todo el pueblo cercano. La creatividad es esencial. El país entero debe ver en el “Repliegue Ciudadano” de Managua a Masaya el día de hoy, el ejemplo de lo que se necesita en nuestro país para alcanzar la Paz. Mucha Solidaridad, Decisión y Fortaleza del pueblo.

No me queda claro hasta donde están las negociaciones que a espaldas de todos se vienen dando, pero de lo que si debemos estar claros, es que tenemos que obligar al régimen a responder al plazo fatal dado por la Conferencia Episcopal para iniciar el Dialogo Nacional. Que sean ellos y no nosotros los que se levanten y quiebren la mesa, que sean ellos los que abandonen las negociaciones que pudieran iniciarse, que sean ellos quienes queden en evidencia de su incapacidad de gobernar este país y buscar soluciones a la crisis que ellos mismos crearon. Que sean ellos quienes queden mal ante sus “aliados”, ante la comunidad internacional, ante la OEA, ante los Estados Unidos, ante la Unión Europea. Que sean ellos los que se pongan la soga al cuello. Hoy más que nunca tenemos que hacer acopio de paciencia, pero no de la resignada, sino de la paciencia “activa”.  

Creo, y es mi opinión, que al plazo fatal hay que ponerle presión, si no, no responderán. Ellos quisieron aplacar a sangre y fuego Masaya anoche, no pudieron. No han podido con la UPOLI y se les atraganta la pérdida de la UNAN. Están más que conscientes que van en desventaja, que la llevan perdida. Creo que mañana el país entero debe decirle al gobierno que solo ellos atrasan y la mejor forma de hacerlo es a como se lo están diciendo en Chontales y en Nueva Guinea. Es el único lenguaje que escuchan. A unos les preocupan las pérdidas económicas, a otros nos preocupan la sangre y los muertos. Es el pueblo el que pone a partir de ahora los plazos y el plazo es mañana.  

sábado, 12 de mayo de 2018

NUNCA CONFÍES EN LOS QUE MIENTEN Y ASESINAN


El día de ayer, viernes 11 de Mayo, hubo un giro inesperado en la Guerra de Baja Intensidad que libra el gobierno en contra del pueblo nicaragüense. Luego de la conferencia de los voceros estudiantiles, la Sociedad Civil y el COSEP y posterior a la demanda de la Conferencia Episcopal de iniciar el Dialogo Nacional, poniendo como plazo a más tardar el próximo lunes 14 a las 12:00 del mediodía para que se pronuncien, la Rosario hablo en nombre del gobierno, aceptando dicha demanda. Como ya se ha vuelto tradición en estos monólogos, abundó en glorificaciones a Dios, a Jesús, al Niño Dios de Praga, a las 11 mil Vírgenes y al Santo Entierro, para en la tarde y noche soltar a su jauría de JS, turbas, presos liberados y recién entrenados y policías de civil a atacar los tranques en varios puntos del país. Una de Paz y otra de Plomo, en lugar de una de cal y otra de arena.

Ahora bien, por qué la aceptación al llamado de la Conferencia Episcopal? Analicemos:

Primero: Lo más importante ha sido el pueblo en las calles, expresándose en pequeñas movilizaciones alrededor de las parroquias, marchas numerosas municipales y departamentales, marchas multitudinarias nacionales, tranques y movilizaciones de rechazo a las turbas, JS, policías y antimotines y que cada vez se van sumando nuevos sectores, como las dueños de caponeras y taxistas reclamando por las continuas alzas en los combustibles. De seguir así, en pocos dias tendríamos un Paro Nacional Autoconvocado, con todos los costos políticos, sociales y económicos que representa.

Segundo: La presión de los sectores aliados y la Vieja Guardia Sandinista, para no llegar a los extremos de enfrentar un Paro Nacional. Para el COSEP está más que claro que una semana más en estas condiciones el país entero estaría paralizado. Para la vieja guardia sandinista, liderada por el cuñadísimo, llegar a un dialogo con el país alzado no es lo más ideal. Al aceptar la demanda de la contraparte y de los testigos y garantes, Rosario cede ante las presiones del COSEP, intenta demostrar un poco de sensatez de cara al exterior y se adelanta a los otros, que están pidiendo su cabeza y ser ellos los que estén en la mesa de las negociaciones. Esto, no es tema de consideración por parte de la doña.

Tercero: La posición del Ejército ha sido crucial para, en apariencia, ceder. Aunque muchos digan lo contrario, el Ejército no está en las calles reprimiendo a la población civil. Cosa distinta es verlos “resguardando objetivos estratégicos”, situación contemplada en la nueva Ley de Seguridad Soberana. Creo justo reconocer la posición, hasta ahora ponderada, del Gral. Avilés y esperemos que continúe así.

Cuarto: El cansancio de la Policía. No sé cuántos dias llevarán sin dormir o durmiendo mal, pero es un hecho que hay un acumulado de desvelo, cansancio y tensión que está pasando factura en las filas policiales. Adonde llegan hay respuesta de la población, hay morteros, bombas, cocteles molotov, lluvias de piedras y la ira y el rechazo del pueblo. Por eso necesitan tomar aire. Por eso la utilización de presos recién entrenados, JS y turbas del orteguismo para que puedan descansar. 

Quinto: La desarticulación de las estructuras partidarias en varios lugares, sobre todo en donde se les quemaron las casas del partido. Fue como si se destruyó la colmena y las avispas no saben qué hacer. En muchos lugares están escondidos, agazapados, intentando recomponerse, pero en condiciones muy difíciles. El pueblo los busca y con razón, para hacerles pagar muchas cuentas pendientes.

Sexto: La presión internacional. Poco a poco despierta la presión internacional, ya no es solamente un grupo de congresistas y senadores norteamericanos, ahora las voces que reclaman por los crímenes en Nicaragua se escuchan por todos lados. A los que asumieron la tarea de ir a cabildear a Estados Unidos no les ha ido tan bien, la represión del orteguismo los deja sin argumentos convincentes y el mayor temor es que a la ola de protesta se sume la aprobación de la Ley Nica Act. Sería un golpe demoledor para Ortega, Murillo y sus aliados.  

Que hacer en estas condiciones? Historiemos un poco.

Cuando los vietnamitas estaban negociando con Francia durante la Guerra de Indochina, libraron la batalla del Dien Bien Phu, derrotando estrepitosamente a los franceses y obligándolos a firmar el fin de la guerra. Cuando los mismos vietnamitas estaban en las negociaciones en París con el gobierno de los Estados Unidos, desataron la Ofensiva de la Primavera, derrotando al gobierno títere de Vietnam del Sur, lo que obligó a los norteamericanos a salir apresuradamente de ese país. Cuando se hablaba de las reuniones en Sapoa con la Resistencia Nicaragüense (Contras), el alto mando del EPS planificó la “Operación Danto 88”, para lograr una victoria estratégica y negociar en posición de fuerza. Nunca se negocia en posición de debilidad. Por eso la ofensiva del orteguismo estos últimos días para tratar de destruir la resistencia popular y llegar al lunes con mayor soberbia y la sensación de victoria.

Creo, y es mi opinión personal, que tenemos que consolidar lo alcanzado hasta el día de hoy. Si ayer fueron 8 tranques en las carreteras en distintos puntos del país, el fin de semana deben ser el doble o el triple. Masaya debe continuar siendo el bastión de lucha que siempre ha sido, inexpugnable y sobre todo, creativo. Acordémonos de su creatividad durante la lucha contra el somocismo. Lo mejor que se ha hecho por parte de la población para resguardar a nuestros estudiantes fue la barrera de vehículos alrededor de la universidad. Igual debería de ser en la UPOLI. Cortar los accesos en vehículos a la Universidad, que los antisociales caminen y sean más vulnerables. En los lugares donde están desarticulados, no permitirles que se reagrupen, impedirles que marchen motorizados, hay tantas cosas que se pueden hacer, es un asunto de creatividad. No confiarse este fin de semana, hay que mantener las protestas, las marchas, los plantones. Hay que mantener la vigilancia sobre los JS, antisociales, turbas motorizadas. En el pueblo, en el barrio todos nos conocemos. Hay que estar pendientes de elementos desconocidos. Me informan que han liberado una considerable cantidad de presos y los están utilizando para saqueos e incendios. Probablemente el fin de semana intenten atacar el comercio en varios lugares, en el Oriental no les fue tan bien, por eso hay que estar alerta. En estos momentos, el que se confía pierde. Y creatividad, mucha creatividad. Contra las turbas, paramilitares, JS y demás “civiles” que nos ataquen, habrá que ir con TODO.

jueves, 10 de mayo de 2018

UN ALTO EN EL CAMINO PARA CONTINUAR LA LUCHA


 “Disciplinado y calmado, a la espera de la aparición de alboroto
y desorden entre el enemigo; ese es el arte de mantener el auto control”
Sun Tzu

Vistos los resultados de la marcha de ayer 9 de Mayo, se puede asegurar que poco a poco se van creando las condiciones para pasar a niveles superiores en la lucha por la democratización, la re-institucionalización y la reimplantación del estado de derecho en nuestro país. La lucha por restablecer el estado nicaragüense que ha sido cooptado, capturado y reconfigurado por el orteguismo, para poder saquearlo a sus anchas durante estos once años de hegemonía y control partidario y familiar. A los que, desde la posición de militantes crédulos y ciegos, dudan de esto, solo pregúntense de donde surgieron tantos capitales.

Si atendemos a las redes sociales, que es donde la opinión de un amplio sector de la sociedad se está manifestando sin ningún tipo de censura, hasta ahora, podemos observar una suerte de desesperación en dos sentidos, uno de ellos, por la descalificación absoluta del dialogo nacional y el otro por la urgencia de que inicie ayer. Como decía en el artículo anterior, la situación inédita en que nos encontramos, nos induce a plantear los extremos, pues es lo más fácil. Creo, y es mi opinión personal, lo aclaro, que deberíamos tomarnos un minuto para reflexionar acerca del camino recorrido hasta hoy y lo que nos falta recorrer.

Primero, a partir del 19/4, hace 22 dias apenas, inicio la retoma del control de las calles por parte del pueblo nicaragüense, calles que habían estado en poder del orteguismo desde 1990, 28 años!, que ni el mismísimo Carlos Gardel podría decir que 28 años no es nada. Podrán correr ríos de tinta para analizar sobre las causas, la verdad es que nadie pudo hacer lo que los chavalos hicieron en 22 días, con su “inexperiencia política”, sin una conducción visible, sin organización y sin lo que ustedes quieran, pero NADIE pudo hacer lo que ellos provocaron en tres semanas. 
Segundo, el cambio en la correlación de fuerzas en las calles, indujo a que nos podamos manifestar masivamente en Managua y el resto de municipios del país casi con total libertad. 
El tercer elemento que tenemos que considerar, es la desarticulación, en muchos lugares del país, de las estructuras partidarias del orteguismo, JS, turbas y motorizados, por lo que el régimen ha tenido que recurrir con mayor profusión al proletariado lumpen y a las fuerzas policiales, que cada vez se parecen más entre sí. 
Un cuarto elemento y quizás el más importante que ha ocurrido en estos pocos días, es el sentimiento de UNIDAD que se ha logrado alcanzar en una gran cantidad de sectores, porque todos tienen un factor en común, el rechazo a los 64 muertos producto de la represión ciega e indiscriminada.

Pareciera sencillo enumerar estas cosas, pero sentarse a analizarlas viendo retrospectivamente al año 1990 son pasos de gigantes y en solo 22 días. Ahora bien, me parece, y nuevamente repito, es mi opinión, que lo que hemos ganado tenemos que preservarlo, pues el adversario y sus comparsas, se están moviendo muy rápidamente para mediatizar la lucha, tanto a nivel nacional como internacional. El “Soft Landing” y el “orteguismo sin Daniel” trabajan incesantemente y a contra marcha para evitar la caída del Régimen. El factor tiempo es crucial para todos, sin embargo para el gobierno es mortal, en la medida que se alargue la situación y no imponga el control de las calles, ni restablezca la correlación de fuerzas, ni se recomponga a nivel de partido. El esfuerzo desplegado por los “Cuadros Histéricos” no ha dado el resultado esperado pues llegaron muy tarde, cada vez se suman más ciudadanos a las marchas y plantones, ya ni siquiera funciona la campaña sucia en los medios de comunicación estatales, puesto que la población más bien satiriza y vulgarea dicha campaña. Y como las malas noticias no caminan solas, las Universidades Públicas, otrora bastiones y retaguardia orteguista, se han sumado a la lucha popular.  

En el caso del pueblo nicaragüense, que esta decididamente levantado para alcanzar su libertad, el tiempo tenemos que saber aprovecharlo, ya que obra a favor nuestro. Mientras el gobierno se decide por iniciar el dialogo o a darle largas, nosotros tenemos que mejorar los niveles organizativos a nivel de calle, barrio, municipio, departamento y a nivel nacional. Tenemos que mejorar los niveles de coordinación entre barrios, municipios y departamentos. Organización y Coordinación es clave en estos momentos. No se trata de llamar a un paro nacional indefinido porque a alguien con calentura se le ocurrió. Esta acción, que debemos estar claros, es el penúltimo recurso en la lucha, no es en este momento. Organización y Coordinación. Para qué? Para tomar control verdadero de calles, carreteras, municipios y departamentos. Para poder demostrarle al gobierno que estamos hablando en serio cuando decimos QUE SE VAYAN! Para poder hacer paros escalonados, temporales, pero TOTALES. Es la fuerza y el respaldo que en determinado momento van a necesitar nuestros delegados al dialogo, si es que al final el gobierno se decide iniciarlo.